KnoWhy #787 | Abril 8, 2025
¿Cómo testificaron los santos de Kirtland acerca de la resurrección de Jesucristo?
Publicación aportada por
Scripture Central

"Y ahora, después de los muchos testimonios que se han dado de él, este es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: ¡Que vive! Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre" Doctrina y Convenios 76:22–23
El conocimiento
El Nuevo Testamento registra que poco después de Su Resurrección, Jesús visitó a Sus discípulos y les mostró que estaba vivo de nuevo. Según el apóstol Pablo, Pedro, los Doce Apóstoles, Santiago el hermano de Jesús y un grupo de quinientas personas también habían visto y dado testimonio de que Jesucristo había resucitado (véase 1 Corintios 15:5-8). Esto se añade a la experiencia de Pablo mismo, que recibió múltiples visitas del Señor resucitado durante su ministerio.1. De manera similar, cuando Jesucristo visitó a los Nefitas, "unas dos mil quinientas almas" vieron, oyeron y tocaron a Jesús resucitado (3 Nefi 17:25).
Los relatos de testigos presenciales de la Resurrección de Jesucristo se convirtieron en una parte vital del mensaje cristiano de los primeros tiempos porque estas personas ofrecieron testimonio de primera mano de que Jesús era realmente el Cristo y había resucitado milagrosamente2. Este es uno de los principios centrales de la creencia cristiana. Como testificaría el profeta José Smith: “Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los apóstoles y de los profetas concernientes a Jesucristo: ‘que murió, fue sepultado, se levantó al tercer día y ascendió a los cielos’; y todas las otras cosas que [pertenecen a nuestra religión]"3.
Además de los individuos que fueron testigos del Cristo resucitado descrito en la Biblia y el Libro de Mormón, múltiples individuos en la Iglesia restaurada de Jesucristo han visto o hablado con el Salvador resucitado. Los Santos de los Últimos Días están familiarizados con la Primera Visión, cuando Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo se aparecieron a José, pero ésta fue solo la primera de muchas manifestaciones milagrosas en esta dispensación. De hecho, Alexander L. Baugh ha identificado once visiones documentadas del Padre y del Hijo que José recibió a lo largo de su vida. Estas visiones o manifestaciones fueron recibidas ocasionalmente en presencia de otros individuos que también vieron lo que José vio o fueron testigos del efecto que la visión tuvo en el Profeta4.
Algunas de estas visiones han sido incluso registradas en Doctrina y Convenios. Una manifestación poderosa ocurrió cuando José y Sidney Rigdon estaban trabajando en la traducción inspirada de la Biblia de José en Hiram, Ohio, durante febrero de 1832. Contemplaron en una visión extraordinaria a Dios el Padre y al Señor Jesucristo y los tres grados de gloria. De esta experiencia, José y Sidney testificaron: este es el testimonio, el último de todos, que nosotros damos de él: ¡Que vive! Porque lo vimos, sí, a la diestra de Dios; y oímos la voz testificar que él es el Unigénito del Padre" (Doctrina y Convenios 76:22-23). Aunque solo José y Sidney vieron la visión, otros estaban presentes en la habitación y "sintieron el poder espiritual durante la manifestación"5.
Otro ejemplo ocurrió poco después de la dedicación del Templo de Kirtland, cuando José y Oliver Cowdery oraron juntos el 3 de abril de 1836. José registró: "Vimos al Señor sobre el barandal del púlpito, delante de nosotros; y debajo de sus pies había un pavimento de oro puro del color del ámbar. Sus ojos eran como llama de fuego; el cabello de su cabeza era blanco como la nieve pura; su semblante brillaba más que el resplandor del sol; y su voz era como el estruendo de muchas aguas" (Doctrina y Convenios 110:2-3). En el Templo de Kirtland, José también había recibido previamente una visión de Jesucristo resucitado y del reino celestial que ahora está canonizada como Doctrina y Convenios 137.
George Q. Cannon informó en una ocasión que, además del Profeta, "cientos de otros... han contemplado en visión y de otra manera, gloriosos personajes», incluido el Hijo de Dios, "en estos últimos días"6. De estos cientos de testigos, Karl Ricks Anderson ha identificado a veintitrés de Kirtland que habían testificado que vieron u oyeron al Salvador, con once de estos testigos identificables por nombre7. Muchas de estas experiencias también estaban estrechamente relacionadas con acontecimientos significativos en la organización de la Iglesia.
Por ejemplo, en junio de 1831, en una conferencia de la Iglesia, José ordenó por primera vez a ciertas personas como sumos sacerdotes8. Durante esta conferencia celebrada en la granja de Isaac Morley, José, Lyman Wight y Harvey Whitlock vieron al Salvador. Según John Whitmer, después que Lyman Wight fue ordenado sumo sacerdote, "profetizó acerca de la venida de Cristo", y "vio los hevanos abiertos, y al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre"9. Después que Satanás intentó interrumpir la reunión atando a Harvey Whitlock, José echó fuera a Satanás. Al ser liberado, Harvey Whitlock "dejó constancia de la apertura de los cielos y de la venida del Hijo del Hombre, precisamente como lo había hecho Lyman Wight10. Se registra que José Smith tuvo la misma visión11.
El 18 de marzo de 1833, se organizó la Primera Presidencia en una reunión de la Escuela de los Profetas, y muchos de los presentes informaron haber visto visiones tanto del Padre como del Hijo. Después de que José ordenó a Sidney Rigdon y a Frederick G. Williams como sus consejeros, "muchos de los hermanos vieron una visión celestial del Salvador"12. De éstos, John Murdock informó individualmente que "contempló el rostro del Señor según la promesa y la oración del Profeta"13. Zebedee Coltrin informó de manera similar que él y otros vieron no solo a Jesús en este evento, sino también a Dios el Padre:
Mientras estábamos en oración silenciosa, arrodillados, con las manos levantadas cada uno orando en silencio, nadie susurraba por encima de su respiración, un personaje atravesó la habitación de este a oeste, y José preguntó si lo habíamos visto. Yo lo vi y supongo que los demás también, y José respondió, ese es Jesús, el Hijo de Dios, nuestro hermano mayor... Otro personaje pasó; estaba rodeado como con una llama de fuego... El profeta José dijo que éste era el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Yo lo vi14.
En lo que podría describirse como una temporada pentecostal, muchas personas también declararon haber tenido visiones del Salvador en estrecha relación con la finalización del Templo de Kirtland15. Todas estas visiones dan testimonio colectivo de que Jesucristo, aunque una vez muerto, ha resucitado, tal como lo atestiguan la Biblia y el Libro de Mormón.
El porqué
En el Templo de Kirtland, el Salvador prometió a José y a Oliver: "Sí, apareceré a mis siervos y les hablaré con mi propia voz, si mi pueblo guarda mis mandamientos y no profana esta santa casa" (Doctrina y Convenios 110:8). Antes y después de que se diera esta promesa, el Salvador había abierto abundantemente los cielos para múltiples individuos. Como observó Karl Ricks Anderson: "En Kirtland los mismos cielos tronaron muchos testigos adicionales de las visiones y la voz de Cristo... La historia de Kirtland es en realidad una historia de Cristo. Cristo y Kirtland nunca podrán separarse"16.
Aunque este tipo de visiones y manifestaciones fueron abundantes en Kirtland, se han seguido dando a otros, especialmente a los profetas y apóstoles en años posteriores. Lorenzo Snow, por ejemplo, una vez le dijo a su nieta que el Salvador se le había aparecido en el Templo de Salt Lake para darle instrucciones de reorganizar la Primera Presidencia tras la muerte de Wilford Woodruff17. Orson F. Whitney también informó haber recibido un sueño en el que presenciaba las experiencias del Salvador en Getsemaní, el Calvario y la Tumba del Huerto antes de poder hablar con el Salvador mismo. Informó: "Nunca olvidaré la manera amable y gentil en que se inclinó, me levantó y me abrazó. Fue tan vívido, tan real, que sentí el calor mismo de Su pecho contra el que me apoyé"18. El élder David B. Haight también relató que una vez, tras ser trasladado de urgencia al hospital por un problema de salud, cayó inconsciente pero presenció "una vista panorámica" de la vida de Cristo. A lo largo de esta experiencia, "fue consciente de estar en una presencia y atmósfera santas"19.
Así como Jesucristo se apareció a los Santos de Su Iglesia en tiempos antiguos, también se ha aparecido a los Santos en esta dispensación, fortaleciendo aún más el testimonio bíblico reportado por los ángeles en la tumba: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado" (Lucas 24:5-6).
Alexander L. Baugh, “Joseph Smith’s Multiple Visions of the Father and the Son”, en Joseph Smith as a Visionary: Heavenly Manifestations in the Latter Days (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2024).
Steven C. Harper, “‘A Pentecost and Endowment Indeed’: Six Eyewitness Accounts of the Kirtland Temple Experience”, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, ed. John W. Welch, 2da. ed. (Brigham Young University Press; Deseret Book, 2017), 351–93.
Karl Ricks Anderson, The Savior in Kirtland: Personal Accounts of Divine Manifestations (Deseret Book, 2012).
- 1. Véase Hechos 22:17–21; 23:11; 26:16–18; 1 Corintios 9:1. Para más información sobre la aparición en el camino a Damasco (que puede haber incluido ver a Jesús, según la descripción de este acontecimiento en Hechos 26:16-18), véase la Central de las Escrituras, “¿Por qué hay diferentes relatos de la conversión de Pablo? (Hechos 26:13–14) ”, KnoWhy 682 (Agosto 3, 2023).
- 2. Para conocer más sobre la fiabilidad de los relatos de los testigos oculares de la Resurrección, véase Central de las Escrituras, “¿Por qué son creíbles los relatos evangélicos de la resurrección? (Lucas 24:5–6)”, KnoWhy 665 (Abril 4, 2023).
- 3. “Questions and Answers, 8 May 1838”, pág. 44, The Joseph Smith Papers.
- 4. Para un análisis de estas once visiones, véase en general Alexander L. Baugh, “Joseph Smith’s Multiple Visions of the Father and the Son”, en Joseph Smith as a Visionary: Heavenly Manifestations in the Latter Days, ed. Alonzo L. Gaskill et al. (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2024), 109–28. Muchas de estas historias también se analizan en LeGrand R. Curtis Jr., “The Joseph Smith Papers Project’s Elucidation of the Visionary and Visitation Experiences of Joseph Smith”, en Gaskill et al., Joseph Smith as a Visionary, 1–16.
- 5. Baugh, “Joseph Smith’s Multiple Visions”, 113.
- 6. George Q. Cannon, “Kind of God the Saints Believe in, etc.”, en Journal of Discourses, 26 vols. (Latter-day Saints’ Book Depot, 1854–86), 25:158.
- 7. Karl Ricks Anderson, The Savior in Kirtland: Personal Accounts of Divine Manifestations (Deseret Book, 2012), 134. Entre los identificables por su nombre (enumerados en las págs. 134-137) figuran José Smith, Sidney Rigdon, Lyman Wight, Harvey Whitlock, John Murdock, Zebedee Coltrin, Oliver Cowdery, Martin Harris, David Whitmer, Newel K. Whitney y Warren S. Snow.
- 8. Para una explicación de cómo la restauración de este oficio encaja en la restauración del Sacerdocio de Melquisedec como un todo, véase Central de las Escrituras “¿Cómo se restauró el Sacerdocio de Melquisedec? (José Smith—Historia 1:72)”, KnoWhy 778 (Febrero 11, 2025).
- 9. “John Whitmer, History, 1831–circa 1847”, pág. 28, The Joseph Smith Papers.
- 10. Philo Dibble, “Recollections of the Prophet Joseph Smith”, Juvenile Instructor 27 (May 15, 1892): 303, como se cita en Anderson, Savior in Kirtland, 175.
- 11. Para más información sobre esta visión, véase Baugh, “Joseph Smith’s Multiple Visions”, 112–13; Damon Bahr and Thomas Aardema, Historic Kirtland: Guide for Travel and Study (Cedar Fort, 2023), 153–58; Karl Ricks Anderson, Joseph Smith’s Kirtland: Eyewitness Accounts (Deseret Book, 1989), 107–8, 174–75.
- 12. “Minutes, 18 March 1833”, pág. 17, The Joseph Smith Papers.
- 13. En cuanto a la apariencia del Salvador, Murdock informó: "El semblante de su rostro era sano y hermoso como el sol; sus cabellos, de un gris plateado brillante, se rizaban de la forma más majestuosa; sus ojos, de un azul penetrante y agudo; la piel de su cuello, de un blanco hermosísimo, y estaba cubierto desde el cuello hasta los pies con una vestidura suelta, de un blanco puro, más blanco que cualquier vestidura que yo haya visto jamás". ¡Su semblante era más penetrante y, sin embargo, más encantador!" Citado en Anderson, Savior in Kirtland, 179–80.
- 14. Zebedee Coltrin, remarks, Salt Lake City School of the Prophets, minutes, October 3, 1883, 59, CR 390 5, folder 1, Church History Library, Salt Lake City. Coltrin continuó su descripción del Padre de la siguiente manera: "No pude discernir Su vestimenta, porque estaba rodeado como con una llama de fuego, la cual era tan brillante que no pude percibir nada más que Su persona. Vi sus manos, sus piernas, sus pies, sus ojos, nariz, boca, cabeza y cuerpo en la forma de un hombre perfecto. Se sentó en una silla como un hombre se sentaría en una silla, pero su aspecto era tan grandioso y sobrecogedor que me pareció que debía derretirme en su presencia, y la sensación fue tan poderosa que estremeció todo mi organismo y la sentí en la médula de mis huesos. El profeta José dijo: Hermanos, ahora están preparados para ser los Apóstoles de Jesucristo, porque han visto tanto al Padre como al Hijo, y saben que existen y que son dos Personajes separados". Para más información sobre esta visión, véase Baugh, “Joseph Smith's Multiple Visions”, 114–15; Anderson, Savior in Kirtland, 177–83; Anderson, Joseph Smith's Kirtland, 109–10.
- 15. Para un análisis de estas visiones, véase Steven C. Harper, “‘A Pentecost and Endowment Indeed’: Six Eyewitness Accounts of the Kirtland Temple Experience”, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, ed. John W. Welch, 2da. ed. (Brigham Young University Press; Deseret Book, 2017), 351–93; Central de las Escrituras, “¿Por qué es creíble el día de “Pentecostés” en Kirtland? (Doctrina y Convenios 110:1) ", KnoWhy 619 (Octubre 7, 2021).
- 16. Anderson, Savior in Kirtland, 4.
- 17. Esta experiencia se ha reproducido en “A Visit from the Savior”, Ensign, September 2015. La nieta de Lorenzo informó: "El abuelo contó qué glorioso personaje es el Salvador y describió sus manos, sus pies, su semblante y sus hermosas vestiduras blancas, todo de tal gloria de blancura y resplandor que apenas podía contemplarlo. Luego se acercó un paso más, puso su mano derecha sobre mi cabeza y dijo: 'Ahora, nieta, quiero que recuerdes que éste es el testimonio de tu abuelo, que él te dijo con sus propios labios que realmente vio al Salvador, aquí en el templo, y habló con Él cara a cara'".
- 18. Reimpreso en Orson F. Whitney, “The Divinity of Jesus Christ”, Ensign, December 2003.
- 19. David B. Haight, “La Santa Cena Y El Sacrificio”, Conferencia general, octubre de 1989.