KnoWhy #283 | Agosto 21, 2019
¿Por qué Mormón enfatizó la costosa ropa de los zoramitas?
Publicación aportada por
Central de las Escrituras
"He ahí, ¡oh Dios mío!, sus suntuosos vestidos, y sus anillos, sus brazaletes, sus ornamentos de oro y todos sus objetos preciosos... y he aquí, sus corazones están puestos en estas cosas". Alma 31:28
El Conocimiento
Cuando Alma y sus compañeros misioneros viajaron a Antiónum,1 encontraron que los zoramitas "adoraban de una manera que Alma y sus hermanos nunca habían visto" (Alma 31:12). Los zoramitas habían construido un "Rameúmptom, que interpretado quiere decir el santo púlpito" (v. 21). Mormón lo describió como "una plataforma que llegaba más alto que la cabeza, y en cuya parte superior solo cabía una persona" (v. 13).2
De esta posición elevada "ofrecía, cada uno de ellos, la misma oración a Dios" (Alma 31:22). Esta oración memorizada enfatizó repetidamente el estado superior de los zoramitas como electos y escogidos por Dios (vv. 16-18). Condena las tradiciones religiosas de los nefitas como "necias" (v. 17). Y audazmente la oración declaraba "que no habrá Cristo" (v. 16).
En una lamentación conmovedora, Alma declaró que esta práctica de adoración era una "grave iniquidad" (Alma 31:26).3 De manera interesante, él también describe características específicas de los "suntuosos vestidos" de estos afluentes adoradores zoramitas: "[S]us anillos, sus brazaletes, sus ornamentos de oro y todos sus objetos preciosos con que se adornan" (v. 28).4 Parrish Brady y Shon Hopkin notaron que "el Rameúmptom... proveyó una oportunidad perfecta para que los individuos de una clase superior mostraran sus atuendos y adornos al resto de la comunidad".5
En el siguiente capítulo, los lectores se dan cuenta de que los pobres entre los zoramitas fueron "echados de las sinagogas a causa de la pobreza de sus ropas" (Alma 32:2). Cuando Alma y Amulek vieron que los zoramitas pobres estaban preparados para escuchar su mensaje (véase v. 6), ellos repetidamente "resalta[ron] la tensión causada por las apariencias externas comparadas a un estado verdadero de ser elegidos".6
Mormón, quien sin duda retomó este tema de las enseñanzas de Alma y Amulek, luego tejió referencias adicionales a la ropa a lo largo del resto de la narrativa sobre los zoramitas. Por ejemplo, después de que la clase pobre de los zoramitas fueron expulsados de Antiónum, el pueblo de Ammón los acogió y "los vistieron" (Alma 35:9). En este punto, la tensión de la narrativa se "revierte cuando los obedientes y humildes verdaderamente comenzaron a prosperar en la tierra, mientras que los orgullosos e inicuos comenzaron a perder sus bendiciones materiales".7
Más tarde, durante los capítulos de guerra en el libro de Alma, Mormón reportó que los zoramitas inicuos se habían aliado con los lamanitas, quienes "estaban desnudos, con excepción de una piel que llevaban ceñida alrededor de sus lomos" (Alma 43:20).8 Aunque los mismos zoramitas no se vistieron como los lamanitas, estaban claramente vinculados con el ejército quienes tenían un atuendo de batalla inferior. En contraste, los nefitas —y por inferencia, cualquiera de los zoramitas pobres que se unieron a sus ejércitos— estaban preparados con "petos y con broqueles, sí, y con escudos también para protegerse la cabeza, y también estaban vestidos con ropa gruesa" (v. 19).
Cuando los nefitas derrotaron a los lamanitas en la batalla, el líder de los lamanitas negó que Dios hubiera intervenido y en su lugar atribuyó su derrota meramente a la armadura de los nefitas (véase Alma 44:9). Este razonamiento es notablemente similar a la percepción de los zoramitas de que su vestimenta externa fue de alguna manera un factor clave para determinar la dignidad y la rectitud.
Sin embargo, el Libro de Mormón demuestra que incluso después de que los lamanitas trataron de copiar el modo de armadura nefita, fallaron en obtener una ventaja militar (véase Alma 49:6-12).9 Como concluyeron Brady y Hopkin: "La feroz batalla entre los nefitas y lamanitas en Alma 43-44 ofrece una asombrosa variedad de imágenes, ironías y tensiones contrastantes basados en metáforas de ropa, todas las cuales fueron resueltas al final de la historia".10
El Porqué
Esta narrativa demuestra la tragedia que puede sobrevenir a cualquier grupo que voluntariamente se aleja de la verdadera iglesia de Cristo y luego reemplaza la adoración autorizada con sus propias prioridades mundanas. Parece que los zoramitas pudieron haberse separado de los nefitas por razones políticas y sociales.11 Sin embargo, lo que probablemente comenzó como un movimiento para corregir las injusticias percibidas, terminó por separarlos del "verdadero rebaño de Dios" que es Jesucristo (1 Nefi 15:15).
Dejados por sí mismos, los zoramitas rápidamente pervirtieron la enseñanza fundamental de Lehi acerca de la manera que el Señor bendice y prospera a los justos (véase 2 Nefi 1:9).12 En lugar de que la rectitud interna naturalmente rindiera bendiciones externas, asumieron que las apariencias externas, la riqueza y el prestigio podría de alguna manera producir la justicia interior, así como el favor de Dios. Esto condujo a su llamativo vestuario, formas de adoración auto promovidas y rituales excluyentes.13
A medida que las sociedades modernas aumentan en riqueza y prosperidad, se vuelven susceptibles a una preocupación similar con la riqueza, apariencia y materialismo. El élder Joe J. Christensen enseñó: "Nuestra prosperidad trae algunos desafíos reales porque muchos se están haciendo ricos, más de nosotros nos estamos volviendo perezosos, y como resultado de la codicia, del egoísmo y de los excesos podríamos [tal como los zoromitas] perder el Espíritu y literalmente alejarnos de la Iglesia".14
¿Cuál es la solución para combatir esta tendencia creciente de materialismo? Alma enseñó a los pobres zoramitas: "[E]stá bien que seáis echados de vuestras sinagogas" y que por "causa de vuestra suma pobreza... necesariamente se os hace ser humildes" (Alma 32:12). Sin embargo, enfatizó que una mejor solución que ser compelidos a ser humildes por circunstancias externas es escoger libremente la humildad y el arrepentimiento debido a un deseo interno de seguir a Cristo (v. 14). Amulek luego afirmó que si fueran verdaderamente justos, "sus vestidos [que eran ordinarios e indecorosos]... serán blanqueados por medio de la sangre del Cordero" (Alma 34:36).
Brady y Hopkin descubrieron que la "historia de los zoramitas mal adornados contrasta poderosamente con la de sus hermanos bien vestidos, cuyo relato termina en completa humillación y fracaso empapado en amarga ironía, mientras que Mormón demuestra que al final los obedientes prosperarán en la tierra".15 Los zoramitas pobres fueron cuidados y vestidos por el pueblo de Ammón, fueron vestidos con ropas protectoras de batalla por el capitán Moroni y al final ellos fueron vestidos con vestiduras blancas por Jesucristo. Todos aquellos que igualmente se arrepientan y se humillen ante el Señor serán igualmente bendecidos, protegidos y "vestidos de pureza, sí, con el manto de rectitud" (2 Nefi 9:14).
Otras Lecturas
Matthew L. Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’: The Name Zoram and Its Paronomastic Pejoration,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 19 (2016): 109–143.
Parrish Brady y Shon Hopkin, “The Zoramites and Costly Apparel: Symbolism and Irony,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 40–53.
Sherrie Mills Johnson, “The Zoramite Separation: A Sociological Perspective,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 74–85, 129–30.
- 1. Véase Sherrie Mills Johnson, “The Zoramite Separation: A Sociological Perspective,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 77: “El significado del nombre Antiónum no es conocido, pero dado el enfoque que la cultura zoramita le daba a la riqueza y el materialismo, es interesante notar que cuando el sistema de intercambio nefita fue estandarizado al inicio del reino de los jueces, una de las medidas de oro se llamaba antión (equivalente a tres shiblones de oro o a una medida y media de grano; véase Alma 11:15, 19). Si bien no conocemos si había una relación directa entre las palabras antión y Antiónum, la perspectiva es intrigante".
- 2. Para un posible juego de palabras que conecta el nombre de Zoram con la palabra Rameúmptom, véase Matthew L. Bowen, “‘See That Ye Are Not Lifted Up’: The Name Zoram and Its Paronomastic Pejoration,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 19 (2016): 125–127.
- 3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Alma repitió el nombre del Señor diez veces mientras oraba? (Alma 31:26)", KnoWhy 139 (Junio 19, 2017).
- 4. Para conocer una condenación similar de vestidos costosos en el Antiguo Testamento, véase Isaías 3:18-23, cf. 2 Nefi 13:18-23.
- 5. Parrish Brady y Shon Hopkin, “The Zoramites and Costly Apparel: Symbolism and Irony,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 22, no. 1 (2013): 43.
- 6. Brady y Hopkin, “The Zoramites and Costly apparel,” 45. Para un análisis de las enseñanzas de Alma y Amulek sobre este tema, véase pp. 45-47.
- 7. Brady y Hopkin, “The Zoramites and Costly apparel,” 47.
- 8. Para conocer más sobre las implicaciones militares en esta alianza, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué fue la deserción zoramita tan desastrosa? (Alma 35:11)”, KnoWhy 143 (Junio 23, 2017).
- 9. El desarrollo de estos puntos viene de Brady y Hopkin, " The Zoramites and Costly apparel", 47-50.
- 10. Brady y Hopkin, “The Zoramites and Costly apparel,” 47. Esta narrativa termina cuando los ejércitos lamanitas, guiados por Amalickíah y su hermano Ammorón (ambos zoramitas, véase Alma 54:23), son finalmente derrotados (véase Alma 62).
- 11. Véase Johnson, “The Zoramite Separation,” 74–85, 129–130.
- 12. Para un análisis de cuán fundamental era esta enseñanza en el Libro de Mormón, véase John L. Sorenson, “Mormon’s Sources,” Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 20, no. 2 (2011): 12. Véase también, Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa 'prosperar en la tierra'? (Alma 9:13)”, KnoWhy 116 (Mayo 23, 2017).
- 13. En contraste con el énfasis de los zoramitas en las apariencias externas de riqueza y privilegio, los justos entre los nefitas "no usaban ropa costosa; no obstante, eran aseados y atractivos" (Alma 1:27).
- 14. El élder Joe J. Christensen, "La Codicia, El Egoísmo Y Los Excesos", Liahona, mayo de 1999, en línea en lds.org.
- 15. Brady y Hopkin, “The Zoramites and Costly apparel,” 50.