KnoWhy #736 | Junio 18, 2024
¿Quién era Aminadí?
Publicación aportada por
BMC Team

"Soy Amulek; soy hijo de Giddona, que era hijo de Ismael, que era descendiente de Aminadí; y fue aquel mismo Aminadí que interpretó la escritura que se hallaba sobre el muro del templo, la cual fue escrita por el dedo de Dios". Alma 10:2
El conocimiento
Amulek, el converso compañero de Alma, no era desconocido para el pueblo de Ammoníah cuando "se adelantó y empezó a predicarles" (Alma 9:34). A pesar de ser "hombre de no poca reputación entre todos los que me conocen" y de haber "logrado muchas riquezas", estas no son las credenciales que Amulek utiliza para comenzar su introducción. En su lugar, recita su genealogía, explicando que era "descendiente de Aminadí... que interpretó la escritura que se hallaba sobre el muro del templo, la cual fue escrita por el dedo de Dios" (Alma 10:2, 4).
Esta referencia es lo único que se sabe hoy sobre Aminadí y este incidente. Pero está claro que Amulek esperaba que su público poco religioso de Ammoníah, "gente conocida entre nosotros no por leer celosamente las Escrituras, sino por quemarlas fervorosamente", supiera quién era Aminadí y estuviera familiarizado con este incidente específico1.
Es posible que Mormón no haya proporcionado más comentarios sobre este acontecimiento milagroso porque probablemente ya había dado un relato del mismo en la parte de su resumen que ahora se ha perdido en el manuscrito de 116 páginas2. La única información que tenemos sobre Aminadí es su genealogía, tal como la dio Amulek. Esa genealogía puede decirnos más de lo que la mayoría de los lectores han pensado.
¿Cuándo y dónde vivió Aminadí?
El propio Amulek afirma que era "hijo de Giddona, que era hijo de Ismael" (Alma 10:2). "Era" en esta frase indica que el abuelo de Amulek, Ismael, probablemente ya había fallecido3. Además, Ismael era descendiente de Aminadí. Esto no indica cuánto tiempo había pasado entre Ismael y Aminadí, pero la frase descendiente en el Libro de Mormón generalmente denota dos o más generaciones4.
Como argumentan los eruditos Santos de los Últimos Días Brant Gardner y Don Bradley, la distancia total de al menos cuatro generaciones aquí situaría el relato de Aminadí antes de la partida de Mosíah, padre, de la tierra de Nefi. Por lo tanto, este incidente habría ocurrido en el templo de la ciudad de Nefi5. Como señala Bradley, el papel de Aminadí como intérprete "lógicamente sitúa [el relato] en la tierra de Nefi. ... Dada la capacidad profética de Mosíah1 y sus sucesores para interpretar las escrituras sagradas, no habría habido necesidad de que Aminadí interpretara la escritura en la pared del templo durante su reinado"6.
Una figura sabia
Además, el acto interpretativo de Aminadí "no es totalmente único". Más bien, es "parte de un patrón más amplio de incidentes en los que los profetas hebreos, bíblicos y nefitas, actuaron como figuras de sabiduría"—es decir, "un profeta... interpretando para otros una manifestación divina que no podían interpretar por sí mismos"7. Otras figuras sapienciales son Abinadí, José de Egipto y Daniel8.
El principal paralelismo con el breve relato de Aminadí es la historia bíblica de Daniel interpretando la escritura en la pared del palacio del rey babilonio Belsasar. Durante una fiesta, Belsasar sacó vasos de oro y plata—que su padre, Nabucodonosor, había saqueado del templo de Salomón—y los utilizó para beber vino y alabar a los dioses babilonios (Daniel 5:1–4).
Según el texto bíblico, en "aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribían delante del candelabro en lo encalado de la pared del palacio real; y el rey veía la mano que escribía" (Daniel 5:5). Aterrorizado, el rey exigió que se interpretara lo escrito. Ningún miembro de la corte de Belsasar fue capaz de hacerlo hasta que Daniel —conocido por interpretar los sueños de Nabucodonosor—se presentó9. Daniel interpretó que el escrito "presagiaba la muerte de Belsasar y la caída de su reino, y ambas cosas ocurrieron inmediatamente 'en aquella noche'"10.
¿Qué podría haber sido la escritura nefita?
Teniendo en cuenta el paralelismo bíblico, ¿cuál era la escritura que Aminadí interpretó en el templo de Nefi? El escrito que interpretó Daniel se debía a que la gente utilizaba los vasos del templo para alabar a dioses extranjeros. Don Bradley ha propuesto la siguiente conexión entre los dos relatos:
En el caso de Aminadí, un tema natural para la escritura que aparece en el templo sería el propio templo. La escritura de Dios afirmaría el carácter sagrado del templo y podría advertir de las consecuencias que seguirían por profanarlo—juicios sobre los malvados y la retirada de su presencia—que llevarían a la destrucción del templo, y a la destrucción final del pueblo de la tierra de Nefi11.
Bradley teoriza que el cumplimiento de esta posible profecía interpretativa podría haber sido la destrucción entre los nefitas de la que Amaron habló brevemente cerca del final de las planchas menores, donde registró que "la parte más inicua de los nefitas fue destruida"12. Esto puede verse especialmente en el hecho de que "ambos sucesos se basaron en el modelo de repetidas advertencias proféticas de que los nefitas debían guardar los mandamientos o, de acuerdo con el convenio de Dios, ya no prosperarían en la tierra y finalmente serían destruidos"13.
El porqué
Amulek era un converso reciente de Alma, hijo, traído al evangelio después de que un ángel le indicó que regresara a casa para recibir a un profeta (Alma 8:20–21). Alma y Amulek salieron, profetizando que el pueblo de Ammoníah sería destruido por la ira feroz del Señor si no se arrepentían (Alma 8:29–30). Una posibilidad que sigue aquí es que Amulek utilizó la experiencia de su antepasado Aminadí como una poderosa lección objetiva al entregar ese mandato profético.
Aminadí había interpretado una advertencia escrita en la pared del templo de Nefi que predecía su destrucción si el pueblo no se arrepentía. El propio pueblo no arrepentido de Amulek era consciente de la advertencia de Aminadí y de su cumplimiento en la ciudad de Nefi. Por lo tanto, tenía sentido que Amulek recordara a la gente de la malvada ciudad de Ammoníah la advertencia de Aminadí, el propio precursor de Amulek. Poco tiempo después, la ciudad de Ammoníah sería completamente destruida por un ejército invasor lamanita, cumpliéndose así las palabras proféticamente pronunciadas por el Señor (Alma 16:9–10).
Al hablar como lo hizo, Amulek recordó las palabras de su antepasado, ejemplificando así para los lectores modernos del Libro de Mormón otro principio importante. Como enseñaron el profeta Malaquías y el ángel Moroni, "el corazón de los hijos [debe volverse] hacia los padres", y de esto se desprende una lección fundamental sobre lo importante que es que recordemos las experiencias espirituales de nuestros antepasados (Malaquías 4:6; véase DyC 2:2). Aunque Amulek no había sido fiel anteriormente, seguía conociendo y recordando su herencia espiritual. Y aunque las misiones de Amulek le harían pasar por situaciones de fuego y aflicción, muchos de los hijos de Lehi serían bendecidos a través de él.
Al igual que hizo Amulek, los Santos de los Últimos Días de hoy deben volver sus corazones hacia sus antepasados—estén o no emparentados por sangre—continuando recordándolos y aprendiendo de ellos en la actualidad. Hay muchos ejemplos fieles de individuos que han estado "tan en sintonía con el Señor" que fueron capaces de interpretar sus propias escrituras en el muro14. Recordar y contar sus historias milagrosas nos da fuerza hoy, como le ocurrió a Amulek hace más de dos mil años.
Otras lecturas
Central de las Escrituras, “¿Qué había en las 116 páginas perdidas? (1 Nephi 9:5)”, KnoWhy 452 (noviembre 1, 2018).
Don Bradley, “God and Aminadi in the Temple”, en The Lost 116 Pages: Reconstructing the Book of Mormon’s Missing Stories (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2019): 221–240.
Don Bradley, “Piercing the Veil: Temple Worship in the Lost 116 Pages” (ponencia presentado en la 2012 FAIR Conference, Sandy, UT, August 3, 2012).
- 1. Don Bradley, “Piercing the Veil: Temple Worship in the Lost 116 Pages” (ponencia presentada en la 2012 FAIR Conference, Sandy, UT, August 3, 2012); Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 4:164.
- 2. Véase Central de las Escrituras, “¿Qué había en las 116 páginas perdidas? (1 Nefi 9:5)”, KnoWhy 452 (noviembre 1, 2018).
- 3. La enumeración que hace Amulek de sus propios logros podría corroborar esta afirmación, ya que probablemente indican que se trata de un hombre de mediana edad bien establecido.
- 4. Las personas en el Libro de Mormón típicamente usa la frase descendiente de para indicar a alguien muy atrás en la historia. Por ejemplo, Lehi afirma que es descendiente de José de Egipto (2 Nefi 3:4); Ammorón era descendiente de Zoram (Alma 54:23); Aminadí era descendiente de Nefi (Alma 10:3), y Mormón era descendiente de Lehi (3 Nefi 5:20). Sin embargo, la frase también se usa para relaciones más cercanas en el tiempo, como Ammón 1 que es descendiente de Zarahemla (Mosíah 7:3).
- 5. Véase Gardner, Second Witness, 4:164, así como también Bradley, Lost 116 Pages , 223–224. Además, el élder George Reynolds expuso esta idea en su entrada para Aminadí en A Dictionary of the Book of Mormon Comprising Its Biographical, Geographical and Other Proper Names (Salt Lake City, UT: Joseph Hyrum Perry, 1891), 54.
- 6. Bradley, Lost 116 Pages, 224. Aunque el hecho de que Mosíah, padre, y su linaje poseyeran el don de la interpretación de lenguas no excluye que otros—como Aminadí—lo tuvieran al mismo tiempo, sí hace menos probable que los hechos hayan ocurrido alrededor de la misma época, especialmente en el contexto de la discusión de las personas sabias que sigue.
- 7. Bradley, Lost 116 Pages, 225–226.
- 8. Mientras estuvo cautivo y fue juzgado ante el rey Noé, Abinadí interpretó correctamente las palabras de las Escrituras, que los sacerdotes del malvado Noé entendieron incorrectamente (véase Mosíah 12-16). Siglos antes, cuando los magos y sabios del faraón fueron incapaces de ayudar a descifrar los sueños del faraón, José fue sacado de la cárcel y pudo interpretar con éxito los sueños gracias al Espíritu de Dios (véase Génesis 41:1-39). Para más información, véase Bradley, Lost 116 Pages, 225–228.
- 9. Daniel 5:25–28. Daniel lo leyó en el arameo como "Mene, mene, tekel, upharsin", interpretado como "numerado, numerado, pesado y dividido". No está claro por qué otros no pudieron interpretar el escrito si estaba en arameo, como parece sugerir Daniel, pero tal vez las letras estaban revueltas. Es más probable que se deba a que estos términos son términos estándar para pesos (una mina, un siclo y media pieza). Así pues, la interpretación de Daniel fue una especie de juego de palabras inspirado en las raíces de estas medidas, que significan "contar", "pesar" y "partir", respectivamente. C. L. Seow, Daniel (Louisville, KY: Westminster John Knox, 2003), 80, 82–83. Véase también Bradley, Lost 116 Pages, 225–227.
- 10. Bradley, Lost 116 Pages, 226.
- 11. Bradley, Lost 116 Pages, 229.
- 12. Omni 1:4–6. Esta destrucción a menor escala probablemente se produjo antes de los acontecimientos que llevaron al Señor a incitar a Mosíah y a los que le seguirían a huir (Omni 1:12).
- 13. Bradley, Lost 116 Pages, 232. Véase también Verneil W. Simmons, Peoples, Places and Prophecies: A Study of the Book of Mormon, rev. ed. (Independence, MO: Zarahemla Research Foundation, 1986), 161. En cuanto al relato de Aminadí y sus paralelismos con la historia de Daniel, Simmons se pregunta: "¿Acaso el Señor advirtió a los nefitas, en los días de Omni y Jarom, mediante un método similar, que la destrucción era inminente?"
- 14. Spencer W. Kimball, “Who Is My Neighbor?”, April 1949 General Conference.