KnoWhy #805 | Agosto 5, 2025

¿Por qué se llama “La hoja de olivo” a Doctrina y Convenios 88?

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Scripture Central

Una rama de olivo. Imagen cortesía de ulleo a través de Pixabay.
Una rama de olivo. Imagen cortesía de ulleo a través de Pixabay.

Revelación dada por medio de José Smith el Profeta en Kirtland, Ohio, el 27 y el 28 de diciembre de 1832, y el 3 de enero de 1833. El Profeta la designó como la “‘hoja de olivo’… tomada del Árbol del Paraíso, el mensaje de paz del Señor a nosotros”. La revelación se dio después que ciertos sumos sacerdotes oraron en una conferencia “por separado y en voz alta al Señor con el fin de que Él nos revele Su voluntad concerniente a la edificación de Sion”. Doctrina y Convenios 88

El Conocimiento

Entre 1831 y 1833, los miembros de la Iglesia se encontraban establecidos en dos ubicaciones principales: Kirtland, Ohio, e Independence, Misuri. El profeta José dirigía la Iglesia desde Kirtland, y el liderazgo local en Misuri ayudaba a transmitir al pueblo la visión de edificar Sion. Lamentablemente, los líderes en Misuri no siempre coincidían con el profeta ni con los santos en Kirtland. Surgieron muchos conflictos durante esos primeros años que requerían la cuidadosa atención y corrección de José Smith.

El conflicto continuó en 1833, año en el que, al parecer, José recibió cartas hostiles de Sidney Gilbert y William W. Phelps, dos miembros prominentes de la Iglesia en Independence. El 11 de enero de 1833, José respondió a William W. Phelps, declarando: “Nuestros hermanos en Sion albergan sentimientos hacia nosotros que no están de acuerdo con los requisitos del nuevo convenio”, y advirtió además que su espíritu antagónico estaba “desgastando la fuerza de Sion como una pestilencia, y si no se detecta y expulsa de entre ustedes, madurará a Sion para los juicios de Dios que se han profetizado”1

Junto con esta carta se adjuntó una importante revelación que José había recibido entre el 27 y 28 de diciembre de 1832 y el 3 de enero de 1833 (ahora canonizada como Doctrina y Convenios 88). José se refirió a esta revelación como una “hoja de olivo... tomada del Árbol del Paraíso, el mensaje de paz del Señor a nosotros”2

Probablemente se le haya dado ese nombre porque José “consideraba que sus mensajes respecto a la conducta de los miembros de la Iglesia y la necesidad de unidad ofrecían una manera de sanar las dificultades persistentes con los líderes de la Iglesia en Misuri”3. La noche en que recibió esta revelación, José tenía claramente presente la necesidad de unidad. Les dijo a los élderes que lo acompañaban: “Para recibir revelación y las bendiciones del cielo, era necesario tener nuestras mentes puestas en Dios, ejercer fe y llegar a ser de un solo corazón y una sola mente”4.

De hecho, la hoja y la rama de olivo han sido durante mucho tiempo símbolos de paz, esperanza, sanación y renovación de la vida—símbolos apropiados para una revelación destinada a unificar a la Iglesia5. La Sección 88 es una de las revelaciones más hermosas y doctrinalmente profundas de Doctrina y Convenios, y abarca una amplia variedad de temas. Entre ellos, Samuel Morris Brown señala dos temas interrelacionados: “En su estructura básica, la Hoja de olivo contiene dos temas interrelacionados: una expansión de la Visión de febrero de 1832 (Doctrina y Convenios 76), y los fundamentos revelatorios para la Escuela de los Profetas”6.

La Escuela de los Profetas sería, en sí misma, fundamental para el crecimiento de la Iglesia7. En la reunión inaugural de la escuela, los asistentes fueron bendecidos con una gran efusión del Espíritu Santo. Todos los élderes recibieron el don de lenguas, al igual que varios otros hombres y mujeres de la Iglesia8. También se dieron visiones del Salvador Jesucristo y de Dios el Padre en la Escuela de los Profetas, en relación con la organización de la Primera Presidencia9.

Es importante señalar que “la Escuela de los Profetas fue mucho más que un seminario protestante... La escuela dio inicio a la restauración de las ordenanzas del templo, revisó comprensiones antiguas sobre la estructura del universo y dirigió la organización del sacerdocio en la Iglesia”10. Esto también se anticipa en la revelación de la Hoja de olivo, la cual Steven C. Harper identificó como “una revelación completamente centrada en el templo. Comenzando con la promesa de vida eterna mediante Jesucristo para los fieles, la revelación describe la creación intencionada de la tierra y luego enseña cómo obedecer la ley divina para avanzar por grados de luz o gloria mediante una resurrección perfecta hasta llegar a la presencia de Dios”11.

Los temas del templo presentes en esta revelación son especialmente prominentes en el versículo 119, en el cual el Señor mandó a los santos en Kirtland construir un templo12. En su carta a Phelps, José explicó: “El Señor nos mandó en Kirtland edificar una casa de Dios... Sí, con la ayuda del Señor, obedeceremos, ya que bajo las condiciones de nuestra obediencia, nos ha prometido grandes cosas, sí, incluso una visita desde los cielos para honrarnos con Su propia presencia”13.

La promesa de José se cumplió en marzo de 1836 durante la dedicación del Templo de Kirtland y en los días siguientes. El 3 de abril de 1836, José Smith y Oliver Cowdery tuvieron las visiones descritas en Doctrina y Convenios 110, las cuales incluyeron una visita del Salvador Jesucristo. Resplandeciendo más que el sol, el Salvador declaró: “He aceptado esta casa, y mi nombre estará aquí; y me manifestaré a mi pueblo en misericordia en esta casa... y les hablaré con mi propia voz, si mi pueblo guarda mis mandamientos y no profana esta santa casa” (110:7–8). Durante ese tiempo, muchos otros también tuvieron visiones del Salvador14.

Otro aspecto relacionado con que esta revelación haya sido designada como una hoja de olivo puede entenderse al considerar que José Smith recibió Doctrina y Convenios 88 apenas dos días después de que el Señor revelara la sección 87. En esa sección anterior, el Señor advirtió sobre una guerra entre los estados del norte y del sur que “finalmente terminará en la muerte y miseria de muchas almas”15. Por tanto, el momento en que se reveló la sección 88 resulta significativo, pues sugiere que las ordenanzas del templo—y los convenios, en particular—pueden ser un baluarte de paz y esperanza ante el temor, el desarraigo y la destrucción ocasionados por la guerra y otras calamidades16.

El porqué 

También vale la pena destacar otros aspectos de esta revelación por su conexión con el simbolismo de la hoja de olivo. En Doctrina y Convenios 88:43–45, el Señor describe la tierra, el sol, la luna, las estrellas y los planetas, tanto en su movimiento como en el hecho de que se dan luz unos a otros. El Señor menciona específicamente no solo su movimiento, sino también sus medidas de tiempo en minutos, horas, días, semanas, meses y años. En resumen, el Señor está describiendo los movimientos y la luz del cosmos, al mismo tiempo que hace referencia al tiempo mismo, de una manera que recuerda a un calendario.

En este contexto, el momento en que se reveló esta sección resulta interesante. Las fechas en que se reveló la sección 88 han sido conmemoradas durante siglos por otras iglesias cristianas17. Los temas de estas conmemoraciones —como la luz de Cristo, ver a Dios y las profecías de Malaquías (algunas de las cuales se cumplieron en el Templo de Kirtland)— son doctrinalmente relevantes para la Restauración y para la sección 88 en particular. También ofrecen un posible puente para conversaciones doctrinales, al destacar la esperanza y la paz que compartimos con otros cristianos18.

Durante siglos, los cristianos han discrepado sobre cuestiones fundamentales de doctrina. Ningún tema ha sido más controvertido que la manera de definir la Deidad. Basándose en el lenguaje del Credo de Nicea, muchos teólogos cristianos concluyeron que la verdadera naturaleza (o “sustancia” o “esencia”) de Dios era incognoscible. Sin embargo, en la Hoja de Olivo, el Señor promete que “el día vendrá en que comprenderéis aun a Dios, siendo vivificados en él y por él19. No es coincidencia que en esta misma revelación, el Señor mande a los santos edificar un templo (88:119). El templo es una gran fuente de paz doctrinal e interior; marca el camino mediante el cual los santos pueden llegar a comprender a Dios al hacer y guardar convenios sagrados que nos vinculan con el Salvador.

Esta revelación también ofrece consejos concretos y prácticos para prepararse para asistir al templo. El Señor mandó a los santos: “Organizaos […] cesad de todas vuestras conversaciones livianas, de toda risa, de todos vuestros deseos de concupiscencia, de todo vuestro orgullo y frivolidad y de todos vuestros hechos malos […] Mirad que os améis los unos a los otros […] Cesad de ser ociosos […] de criticaros el uno al otro”. Además, el Señor mandó a los santos “vestíos, como con un manto, con el vínculo de la caridad, que es el vínculo de la perfección y de la paz” (Doctrina y Convenios 88:119, 121, 123–125).

El Templo de Kirtland fue el primer templo edificado y dedicado en esta dispensación. A principios del año 2025, hay doscientos dos templos de los Santos de los Últimos Días en funcionamiento en el mundo, y otros ciento sesenta y cinco en construcción o anunciados20. Entre los dones que reciben los miembros de la Iglesia mediante la adoración en el templo se encuentran una esperanza mayor, consuelo y paz21. El presidente Thomas S. Monson testificó: “Cuando asistimos al templo, podemos recibir un nivel de espiritualidad y un sentimiento de paz que superarán cualquier otro sentimiento que podría penetrar el corazón humano22. Estas bendiciones concuerdan bien con las asociadas al símbolo de la hoja de olivo y con las bendiciones prometidas a los santos en la sección 88.

Lecturas adicionales
  • 1.Letter to William W. Phelps, 11 January 1833”, págs. 18–19, The Joseph Smith Papers; ortografía y puntuación modernizadas en todo el texto. La advertencia de José no fue una hipérbole. Tan solo seis meses después, una turba de encolerizados residentes del condado de Jackson, Misuri, destruyó la imprenta de la Iglesia y embadurnó con brea y cubrió de plumas al obispo Edward Partridge. En noviembre de ese mismo año, los Santos del condado de Jackson fueron expulsados de sus hogares por turbas y obligados a abandonar el condado. Para más información sobre la expulsión de los Santos del condado de Jackson, Misuri, véase Grant Underwood, “Expulsion from Zion”, en Joseph Smith, the Prophet and Seer, eds. Richard Neitzel Holzapfel y Kent P. Jackson (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2010), págs. 127–50.
  • 2.Letter to William W. Phelps, 11 January 1833”, pág. 18, The Joseph Smith Papers.
  • 3.Revelation, 27–28 December 1832 [D&C 88:1–126]”, introducción histórica, The Joseph Smith Papers.
  • 4.Minutes, 27–28 December 1832”, pág. 3, The Joseph Smith Papers.
  • 5. La rama de olivo, por ejemplo, parece simbolizar un mensaje similar de paz y esperanza en Génesis 8:11. Ese versículo registra que, después de pasar cerca de un año viviendo en el arca, Noé envió una paloma tres veces para saber si las aguas habían descendido. Si la paloma regresaba al arca, la familia de Noé sabría que gran parte de la tierra seguía cubierta de agua. Al ser liberada por segunda vez, la paloma volvió al arca con una hoja de olivo en el pico, lo cual trajo gran esperanza a Noé y a su familia de que la tierra pronto estaría seca nuevamente.
  • 6. Samuel Morris Brown, “The Olive Leaf and the Family of Heaven”, en You Shall Have My Word: Exploring the Text of the Doctrine and Covenants, ed. Scott C. Esplin, Richard O. Cowan y Rachel Cope (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2012), pág. 182.
  • 7. Otro aspecto de la Escuela de los Profetas, además de los tratados aquí, fue la “instrucción en todas las cosas que sean convenientes” para sus miembros (DyC 88:127). Esta educación incluiría “historia, acontecimientos actuales, lectura y escritura, matemáticas, estudio de idiomas y enseñanza doctrinal”. Véase Church History Topics, “La escuela de los profetas”, churchofjesuschrist.org.
  • 8.Minutes, 22–23 January 1833”, pág. 6, The Joseph Smith Papers.
  • 9. Para un análisis de esta gloriosa manifestación, véase Scripture Central, “¿Cómo testificaron los santos de Kirtland acerca de la resurrección de Jesucristo? (Doctrine and Covenants 76:22–23)”, KnoWhy 787 (8 de abril de 2025); Alexander L. Baugh, “Joseph Smith’s Multiple Visions of the Father and the Son”, en Joseph Smith as a Visionary: Heavenly Manifestations in the Latter Days (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2024), págs. 114–15; Karl Ricks Anderson, The Savior in Kirtland: Personal Accounts of Divine Manifestations (Deseret Book, 2012), págs. 177–83; Karl Ricks Anderson, Joseph Smith’s Kirtland: Eyewitness Accounts (Deseret Book, 1989), págs. 109–10; M. Russell Ballard, “Maravillosas Son Las Revelaciones del Señor”, Conferencia General, abril de 1998.
  • 10. Brown, “Olive Leaf and the Family of Heaven”, pág. 183.
  • 11. Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants: A Guided Tour Through Modern Revelations (Deseret Book, 2008), pág. 314.
  • 12. Church History Topics, “La escuela de los profetas”, churchofjesuschrist.org.
  • 13.Letter to William W. Phelps, 11 January 1833”, pág. 19, The Joseph Smith Papers.
  • 14. Véase Scripture Central, “¿Cómo testificaron los santos de Kirtland acerca de la resurrección de Jesucristo? (DyC 76:22–23)”; Scripture Central, “¿Por qué es creíble el día de ‘Pentecostés’ en Kirtland? (DyC 110:1)”, KnoWhy 619 (8 de octubre de 2021); Steven C. Harper, “‘A Pentecost and Endowment Indeed’: Six Eyewitness Accounts of the Kirtland Temple Experience”, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, 2.ª ed., ed. John W. Welch (Brigham Young University Press; Deseret Book, 2017), págs. 351–93.
  • 15. DyC 87:1. De esta manera, la guerra profetizada entre los estados también constituye una lamentable analogía de los problemas y la contención entre algunos de los hermanos en Sion (Misuri) y José Smith y otros hermanos en Kirtland, Ohio.
  • 16. La importancia de este momento se ha tratado en Casey Paul Griffiths, Scripture Central Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Scripture Central; Cedar Fort, 2024), 3:113; Stephen E. Robinson y H. Dean Garrett, A Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Deseret Book, 2000–2005), 3:94–95; “Revelation, 27–28 December 1832 [D&C 88:1–126]”, introducción histórica, The Joseph Smith Papers. Véase DyC 88:89–91.
  • 17. Las iglesias cristianas han mantenido calendarios sagrados desde los primeros siglos del cristianismo. Entre ellas se encuentran las Iglesias católica romana, ortodoxa oriental, armenia, copta, luterana, anglicana/episcopal y presbiteriana. Según la iglesia en particular, estos calendarios conmemoran la muerte o martirio de cristianos de la antigüedad; el nacimiento y la vida de otros santos y cristianos notables a lo largo de los siglos; acontecimientos y personas descritos en el Nuevo Testamento; y profetas del Antiguo Testamento.
  • 18. Por ejemplo, el 27 de diciembre, la Iglesia ortodoxa oriental conmemora a san Esteban, el protomártir, quien vio a Jesucristo de pie a la diestra de Dios (Hechos 7:54–60), mientras que la Iglesia católica romana celebra la fiesta de san Juan apóstol el 27 de diciembre. Hasta alrededor de 1960, la fiesta de Juan podía celebrarse en cualquier fecha entre el 27 de diciembre y el 3 de enero—el rango de fechas exacto durante el cual se reveló la sección 88). El 3 de enero conmemora la fiesta ortodoxa oriental de Malaquías, el profeta que escribió acerca de la venida repentina del Salvador a Su templo y de la futura venida de Elías (Malaquías 3:1; 4:5–6). El cumplimiento de estas profecías se ve en Doctrina y Convenios 110:2–8. Para más información sobre estas fiestas y calendarios litúrgicos, véanse Paul F. Bradshaw y Maxwell E. Johnson, The Origins of Feasts, Fasts, and Seasons in Early Christianity (Liturgical Press, 2011), págs. 171–95; Britannica, “The Major Church Calendars”, última actualización el 21 de enero de 2025. Con respecto a la fiesta de san Juan, véanse las siguientes entradas en Herbermann et al., eds., The Catholic Encyclopedia [. . .], 15 vols. (Encyclopedia Press, 1913): Fernand Cabrol, “Octave”, 11:204, especialmente la sección titulada “II. Celebration of Octaves in Ancient and Modern Times”; y Leopold Fonck, “John the Evangelist, Saint”, 8:493, especialmente la sección titulada “IV. Feasts of St. John”.
  • 19. DyC 88:49. Curiosamente, este hecho se refleja incluso en la manera en que el Señor se dirigió a José, a otros y a la Iglesia de 1829 a 1831. Basándose en el lenguaje del Evangelio de Juan, habló como una “luz que resplandece en las tinieblas y las tinieblas no la comprenden”. Véase DyC 34:2; véanse también 6:21; 10:58; 11:1; 39:2; y 45:7. Esta manera de hablar concluyó con la sección 88, en la cual se dio el mandamiento de edificar un templo en el versículo 119. En el versículo 49, el Señor prometió que los fieles algún día comprenderían incluso a Dios.
  • 20. Para consultar la lista de todos los templos, tanto en funcionamiento como anunciados, véase “Lista de Templos”, Templos, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
  • 21. Manual general: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2024), sección 27.2.
  • 22. Thomas S. Monson, “Las bendiciones del templo”, Conferencia General, abril de 2015. Este mensaje fue reiterado por el presidente Henry B. Eyring, quien, cuando la represa Teton en Idaho colapsó en 1974, pudo recibir paz gracias al conocimiento de que su familia había sido sellada para la eternidad. Henry B. Eyring, “Todo estará bien gracias a los convenios del templo”, Conferencia General, abril de 2024.
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