KnoWhy #807 | Agosto 12, 2025
¿Por qué los Santos de los Últimos Días obedecen la Palabra de Sabiduría?
Publicación aportada por
Scripture Central

"Una Palabra de Sabiduría para el beneficio del consejo de sumos sacerdotes reunido en Kirtland, y la iglesia, y también los santos de Sion—para ser enviada por vía de salutación; no por mandamiento ni restricción, sino por revelación y la palabra de sabiduría, demostrando el orden y la voluntad de Dios en la salvación temporal de todos los santos en los últimos días". Doctrina y Convenios 89:1–2
El Conocimiento
A principios de 1833, la recién establecida Escuela de los Profetas comenzó a reunirse en el piso superior de la tienda de Newel K. Whitney, congregándose para escuchar a José predicar el Evangelio. Como recordó más tarde Brigham Young, antes de que José pudiera siquiera comenzar a predicar, los miembros de la Escuela de los Profetas solían “encender una pipa y empezar a hablar de las grandes cosas del reino y a fumar” antes de mascar tabaco y escupir el residuo en el suelo1.
José y Emma vivían en la tienda Whitney en ese tiempo, así que la tarea de limpiar los escupitajos de tabaco a menudo recaía en Emma, aunque no podía quitar muchas de esas manchas. Al escuchar las quejas de Emma y al percatarse del entorno lúgubre que el mascar y fumar tabaco creaban en la escuela, José pidió al Señor dirección y recibió la Palabra de Sabiduría el 27 de febrero de 18332. Esta revelación fue mucho más allá de una solución al molesto desorden. El Señor instruyó a los santos que no debían consumir alcohol, tabaco ni bebidas calientes. Además, dio pautas adicionales en cuanto al uso de la carne, los cereales y las frutas. Después de que José recibió esta revelación, los miembros de la Escuela de los Profetas “inmediatamente arrojaron sus pipas de tabaco al fuego” para convenir su deseo de vivir conforme al “orden y la de Dios en la salvación temporal de todos los santos en los últimos días” (DyC 89:2)3.
De muchas maneras, los primeros Santos de los Últimos Días habían sido preparados para recibir la Palabra de Sabiduría en los años previos a esta revelación. El movimiento de la templanza, que pedía a las personas abstenerse de consumir alcohol, era sumamente popular, y miles de sociedades locales de templanza surgieron por todo el país. Una de esas sociedades existía también en Kirtland y había tenido tanto éxito que “la destilería de Kirtland, que existía desde 1819, se cerró por falta de clientela para el 1 de febrero de 1833”, casi cuatro semanas antes de que se recibiera la Palabra de Sabiduría4. Algunos defensores del movimiento también abogaban por una prohibición del tabaco, aunque generalmente constituían una minoría muy vocal5.
El café también desempeñó un papel importante en el movimiento de la templanza. Sin embargo, en lugar de buscar prohibir su consumo, muchos reformadores de la templanza veían el café como un sustituto útil del alcohol y, durante este tiempo, el café se convirtió en un elemento básico en la vida de muchas familias estadounidenses6. Muchas de las inquietudes planteadas por los defensores del movimiento de la templanza, sin duda, estaban en la mente de los Santos cuando José recibió esta revelación. Sin embargo, como explicó el historiador de la Iglesia Jed Woodworth, “La Palabra de Sabiduría rechazó la idea de un sustituto para el alcohol”, por lo que llamó a los Santos de los Últimos Días a abstenerse igualmente del café y el té, algo que la mayoría de los reformadores de la templanza no defendían7. De hecho, los santos en la época de José Smith entendían que “bebidas calientes” se refería al té y al café8.
De manera similar, en los meses previos a esta revelación, algunos residentes de Kirtland impulsaron la idea de abstenerse de la carne (especialmente de cerdo), aunque este movimiento fue de corta duración y no contó con el apoyo de José Smith9.
Debido a que la Palabra de Sabiduría fue dada inicialmente “por vía de salutación; no por mandamiento ni restricción”, algunos Santos de los Últimos Días podrían sorprenderse al saber que, en un principio, los primeros miembros de la Iglesia no siempre la consideraban de cumplimiento obligatorio (Doctrina y Convenios 89:2). José y Emma, por ejemplo, aún utilizaban algo de vino, té y café con fines medicinales o incluso para compartir con los santos10. De igual manera, en las primeras décadas en que los santos estuvieron en Utah, muchos no practicaban la Palabra de Sabiduría con el mismo grado de atención que en Nauvoo. No obstante, las infracciones flagrantes a la Palabra de Sabiduría, como la embriaguez, a menudo conducían a que los miembros fueran puestos en situación de miembros con restricciones o incluso excomulgados durante ese tiempo11.
Sin embargo, con el tiempo, profetas posteriores recibieron revelación adicional que ayudó a los santos a aplicar mejor los principios enseñados en la Palabra de Sabiduría. Brigham Young expresó constantemente su deseo de que los santos se abstuvieran por completo del alcohol, el tabaco, el té y el café; en una ocasión incluso declaró: “Si no lo hacen, pronto lo convertiremos en una prueba de compañerismo en la Iglesia. Deben guardar la Palabra de Sabiduría”12. Bajo la dirección inspirada del presidente Heber J. Grant en 1921, solo quienes siguieran la Palabra de Sabiduría podían obtener una recomendación para el templo13. También se dieron más aclaraciones sobre cómo vivir la Palabra de Sabiduría en 2019, con una lista de sustancias adicionales que no existían cuando se dio la revelación y que los santos deben evitar14.
Con respecto a la diferencia en la forma en que los santos vivieron la Palabra de Sabiduría en el pasado, el presidente Joseph F. Smith explicó: “La razón indudable por la que se dio la Palabra de Sabiduría —no por ‘mandamiento ni restricción’— fue que en aquel tiempo, por lo menos, si se hubiera dado como mandamiento, habría puesto bajo condenación a todo hombre adicto al uso de esas cosas nocivas; así que el Señor fue misericordioso y les dio la oportunidad de vencer antes de ponerlos bajo la ley”15. Casey Paul Griffiths ha observado: “Debemos considerar la Palabra de Sabiduría como la base de un mandamiento viviente que está siendo ajustado constantemente por los líderes de la Iglesia para satisfacer las necesidades de nuestro tiempo. Es probable que dentro de un siglo, el Señor adapte la Palabra de Sabiduría para satisfacer las necesidades de ese tiempo, y así sucesivamente. Debemos guiarnos por las enseñanzas de los profetas y apóstoles actuales para discernir las condiciones en las que se encuentra nuestra seguridad”16.
En última instancia, esta revelación se dio “por motivo de las maldades y designios que existen y que existirán en el corazón de hombres conspiradores en los últimos días”, lo que llevó al Señor a advertir a la Iglesia respecto a las sustancias señaladas en la Palabra de Sabiduría17. Con los años, se ha demostrado científicamente que algunas de estas sustancias (como el tabaco y la cafeína) son perjudiciales para la salud, lo cual podría ser una de las razones por las que se dio esta advertencia18. Pero, aún más importante, son dignas de mención las bendiciones vinculadas a la Palabra de Sabiduría. A quienes siguen el consejo de la revelación se les prometen grandes bendiciones de salud, sabiduría y seguridad y paz espirituales (Doctrina y Convenios 89:14–21).
El Porqué
La Palabra de Sabiduría se reveló en una época en la que muchas personas comenzaron a notar especialmente los efectos nocivos que el alcohol y otras sustancias tenían en el cuerpo humano. Muchas de estas influencias ayudaron a los primeros Santos de los Últimos Días a reconocer el consejo inspirado y la sabiduría de esta revelación.
Sin embargo, incluso en el contexto más amplio de los movimientos de templanza estadounidenses, Woodworth ha señalado que la Palabra de Sabiduría sigue siendo un documento único y completamente inspirado:
La revelación no tiene un análogo exacto en la literatura de su época. Los reformadores de la templanza a menudo intentaban asustar a sus oyentes vinculando el consumo de alcohol con una serie de enfermedades horribles o males sociales. […] En lugar de argumentar desde una posición de miedo, la Palabra de Sabiduría argumenta desde una posición de confianza. La revelación invita a los oyentes a confiar en un Dios que tiene el poder de otorgar grandes recompensas, espirituales y físicas, a cambio de la obediencia a un mandamiento divino19.
Es de esperar cierto grado de coincidencia con la cultura más amplia de la época de José, especialmente porque la revelación no surge en un vacío de pensamiento20.
Además, la Palabra de Sabiduría se comprende y se aplica mejor cuando se considera como un mandamiento divino destinado a ayudar a los Santos de los Últimos Días a llegar a ser como Dios. A lo largo de la historia del mundo, el Señor ha dado códigos de salud a Su pueblo. En el Antiguo Testamento, a los israelitas se les dio un código de salud que detallaba qué animales eran limpios o inmundos para el consumo (véase Levítico 11; Deuteronomio 14). Según el Señor, este código de salud no se dio porque los animales inmundos fueran insalubres, sino porque Él quería apartar a los israelitas del mundo: “[P]or tanto, os y seréis , porque yo soy santo” (Levítico 11:44). De manera similar, cuando los Santos de los Últimos Días obedecen la Palabra de Sabiduría, se apartan del mundo con otra señal de que están dispuestos a sacrificar todas las cosas que el Señor pueda pedirles y, por lo tanto, llegan a ser santificados.
Al obedecer este mandamiento y santificar su vida en consecuencia, los Santos de los Últimos Días pueden recibir todas las bendiciones que el Señor ha prometido en relación con vivir sus principios. Como explicó Hugh Nibley, aunque la Palabra de Sabiduría se aplica especialmente a la mortalidad, “el guardar sus preceptos nos ayudará a guardar los convenios más eternos que hemos hecho con nuestro Padre Celestial”21.
Además, aunque el Señor desea bendecirnos con las grandes promesas contenidas en esta revelación, estas no deben ser las únicas razones por las que los Santos de los Últimos Días procuran vivir la Palabra de Sabiduría. Como explicó Griffiths: “Debemos recordar que la razón más convincente para obedecer la Palabra de Sabiduría es simplemente demostrar nuestra fe en el Salvador y nuestro compromiso de seguir la guía que dan Sus representantes en nuestros días”22. Por lo tanto, vivir la Palabra de Sabiduría es, en última instancia, una expresión de fe y confianza en el Señor y de la disposición de los santos a sacrificar placeres mundanos por el evangelio de Jesucristo al esforzarse por vivir sus sagrados convenios.
Casey Paul Griffiths, Scripture Central Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Scripture Central; Cedar Fort, 2024), 3:147–58.
Jed Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, en Revelaciones en Contexto: Las historias detrás de Doctrina y Convenios, ed. Matthew McBride y James Goldberg (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2016), 183–91.
Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants: A Guided Tour Through Modern Revelations (Deseret Book, 2008), 322–35.
Stephen E. Robinson y H. Dean Garrett, A Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Deseret Book, 2000–2005), 3:138–53.
Hugh Nibley, “The Word of Wisdom: A Commentary on Doctrine and Covenants 89”, en Eloquent Witness: Nibley on Himself, Others, and the Temple (Foundation for Ancient Research and Mormon Studies [FARMS]; Deseret Book, 2008), 228–37.
Notas
- 1. Brigham Young, discurso, 8 de febrero de 1868, taquigrafía transcrita por LaJean Purcell Carruth, MS 4534, caja 5, disco 4, Papers of George D. Watt, CR 100 912, Church History Library, Salt Lake City (CHL).
- 2. Véase Young, discurso, 8 de febrero de 1868; Jed Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, en Revelations in Context: The Stories Behind the Doctrine and Covenants, ed. Matthew McBride y James Goldberg (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2016), págs. 183–184; Casey Paul Griffiths, Scripture Central Commentary on the Doctrine and Covenants, vol. 3 (Scripture Central; Cedar Fort, 2024), págs. 147–148; Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants: A Guided Tour Through Modern Revelations (Deseret Book, 2008), pág. 323; Stephen E. Robinson y H. Dean Garrett, A Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Deseret Book, 2000–2005), 3:139.
- 3. Recuerdo de Zebedee Coltrin, en Salt Lake School of the Prophets, Minutes, 3 de octubre de 1883, CHL, citado en Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, pág. 188; DyC 89:2.
- 4. Paul H. Peterson, “An Historical Analysis of the Word of Wisdom” (tesis de maestría, Brigham Young University, 1972), pág. 13.
- 5. Véase Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, pág. 323.
- 6. Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, págs. 186–187. Lester E. Bush Jr., “The Word of Wisdom in Early Nineteenth-Century Perspective”, Dialogue 9, n.º 3 (1981): pág. 52, también señala que dos defensores extremos del movimiento de la templanza, Sylvester Graham y William A. Alcott, pedían prohibir el café y el té, pero también pedían prohibir toda carne, especias, sal e incluso pan blanco, todo lo cual no está prohibido en la Palabra de Sabiduría. De hecho, como observa Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, pág. 333, reformadores como Graham y Alcott “tenían menos en común con la Palabra de Sabiduría de lo que a veces se piensa”.
- 7. Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, pág. 187.
- 8. Véase, por ejemplo, un artículo sobre la Palabra de Sabiduría escrito por “Omega” (muy probablemente Hyrum Smith) y publicado, con José Smith como editor principal, en Times and Seasons, “Times and Seasons, 1 de junio de 1842”, pág. 800, The Joseph Smith Papers. De manera similar, Brigham Young enseñó el 17 de agosto de 1867 que el café y el té siempre habían sido el referente entendido y que los santos no debían tratar de buscar un resquicio para beber café y té. Véase Documentos personales, alrededor de 1877–1879, Joel Hills Johnson Papers, alrededor de 1835–1882, MS 1546, carpeta 7, imagen 6, CHL; Brigham Young, en Journal of Discourses, 26 vols. (Liverpool: F. D. Richards, 1855–86), 12:117.
- 9. Mark Lyman Staker, Hearken, O Ye People: The Historical Setting of Joseph Smith’s Ohio Revelations (Greg Kofford Books, 2009), 110. La revelación de José a los Shakers, dada en 1831, puede haber ayudado a los santos de Kirtland afectados a entender que en realidad se permitía comer carne. En esa revelación el Señor instruyó: “Y el que prohibiere abstenerse de las carnes, ese no es ordenado por Dios” (DyC 49:18).
- 10. Véase Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, 332; Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:151–53; Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 3:141–42; Mike Ash, “Up In Smoke: A Response to the Tanners’ Criticism of the Word of Wisdom”, ponencia presentada en la conferencia FairMormon 2000, Alta, Utah.
- 11. Véase Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, 333–34; Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:149; Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 3:146.
- 12. Registrado en Wilford Woodruff, Diario (22 de octubre de 1865–31 de diciembre de 1872), 19 de abril de 1869, The Wilford Woodruff Papers; puntuación modernizada silenciosamente. De manera similar, en la conferencia general de 1851, Brigham Young pidió a los santos que se comprometieran a vivir la Palabra de Sabiduría en su totalidad. Véase “Minutes of the General Conference”, Millennial Star 14, n.º 3 (1 de febrero de 1852): 35. Véase también Temas del Evangelio, “Palabra de Sabiduría (DyC 89)”; Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:149; Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 3:142–43.
- 13. Véase Temas del Evangelio, “Palabra de Sabiduría (DyC 89)”; Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:149–50; Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 3:143.
- 14. Estas sustancias incluyen “vapear o cigarrillos electrónicos, té verde y productos a base de café. [Los líderes de la Iglesia] también han advertido que sustancias como la marihuana y los opioides deben usarse solo con fines medicinales, según lo prescriba un médico competente”. “Declaración sobre la Palabra de Sabiduría”, Sala de Prensa de la Iglesia, 15 de agosto de 2019.
- 15. Joseph F. Smith, en Informe de la Conferencia, octubre de 1913, pág. 14.
- 16. Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:151.
- 17. Doctrina y Convenios 89:4. Debido a que los versículos 1–4 declaran que la Palabra de Sabiduría fue dada específicamente a los “santos de los últimos días”, los Santos de los Últimos Días no necesitan suponer que la Palabra de Sabiduría se practicó en dispensaciones anteriores. Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:150, señala (basado especialmente en el versículo 4): “Esta ley está diseñada específicamente para ayudarnos a contrarrestar las fuerzas que podrían dañarnos en nuestro tiempo —y en el futuro—. Algunas personas ridiculizan la Palabra de Sabiduría porque, en dispensaciones anteriores, los israelitas, nefitas y otros pueblos consumían vino, por ejemplo. Aunque la Biblia aconseja contra el abuso del alcohol (véase Proverbios 23:20), no hay disposición en los códigos bíblicos de salud que prohíba el uso del vino. El Salvador y Sus discípulos usaron vino en la Última Cena y lo bebieron en la fiesta de bodas. La Palabra de Sabiduría no fue un mandamiento destinado a dispensaciones anteriores. La santidad del cuerpo y su salud es una enseñanza atemporal. La Palabra de Sabiduría debe considerarse una enseñanza oportuna, especialmente para nuestro tiempo”.
- 18. Aunque esto es cierto para algunas sustancias según nuestro entendimiento actual, los profetas también han advertido contra hacer de la Palabra de Sabiduría un “pasatiempo del Evangelio” y añadir restricciones adicionales que el Señor mismo no ha dado. Véase, por ejemplo, Quentin L. Cook, “Más allá de la mira”, Liahona, marzo de 2003; véase también Hugh Nibley, “The Word of Wisdom: A Commentary on Doctrine and Covenants 89”, en Eloquent Witness: Nibley on Himself, Others, and the Temple (FARMS; Deseret Book, 2008), págs. 229, 233–235; Robinson y Garrett, A Commentary on the Doctrine and Covenants, 3:140, 147.
- 19. Woodworth, “La Palabra de Sabiduría”, pág. 188.
- 20. El presidente Russell M. Nelson expresó esta idea claramente cuando enseñó: “La buena inspiración se basa en buena información”. “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestra vida”, Conferencia General, abril de 2018. De manera similar, al referirse específicamente a la Palabra de Sabiduría, Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, pág. 332, observó: “Algunos críticos de la Palabra de Sabiduría afirman que, debido a que respondía a las circunstancias del mundo de José Smith, no puede ser una revelación real. Esta lógica es simplista y errónea. Su primer error es suponer que cualquier revelación que responda preguntas oportunas es de algún modo sospechosa. ¿De qué sirve una revelación irrelevante?”. Véase también Ash, “Up In Smoke”.
- 21. Nibley, “Word of Wisdom”, pág. 237. Sumando a esto, Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:155, señaló: “También debemos tener presente que, aunque tendemos a pensar en la Palabra de Sabiduría como un mandamiento físico, el Señor no hace distinción entre mandamientos físicos y mandamientos espirituales. En una revelación anterior a José Smith, el Señor declaró: ‘Mis mandamientos son espirituales, no son naturales ni temporales, tampoco carnales ni sensuales’ (Doctrina y Convenios 29:35)”.
- 21. Griffiths, Scripture Central Commentary, 3:155–156.