KnoWhy #510 | Abril 18, 2019

¿Por qué los lectores deberían prestar atención a las promesas editoriales del Libro de Mormón?

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Central de las Escrituras

"Y más adelante os mostraré que este testimonio es verdadero". 3 Nefi 18:37

El conocimiento

De varias maneras, los autores y editores del Libro de Mormón ofrecieron comentarios para ayudar a los lectores a anticipar lo que leerían en las siguientes páginas. Sus escritos informaron a los lectores acerca del contenido y estructura de lo que seguiría, que dan testimonio de la veracidad de las próximas narrativas y ocasionalmente explicaron que se brindaría más información acerca de los temas que se mencionaron brevemente. Este tipo de promesas editoriales—o, en otras palabras, compromisos para discutir o revisar ciertos temas—están dispersos plenamente a lo largo del Libro de Mormón. De manera impresionante, estas promesas también se cumplen consistente y acertadamente, incluso cuando su cumplimiento está separado de las promesas por una gran cantidad de textos.

Encabezados de libros y capítulos

Algunas de las promesas editoriales del Libro de Mormón se pueden encontrar en los encabezados. El libro de 1 Nefi, por ejemplo, comienza con un extenso resumen de lo que seguiría, incluyendo declaraciones como: "Se rebelan los hermanos de Nefi contra él. Él los confunde y construye un barco. Dan al lugar el nombre de Abundancia. Atraviesan los grandes mares hasta llegar a la tierra prometida, etcétera" (1 Nefi 1).1 Estos detalles pueden ayudar a los lectores a conocer por adelantado cuáles son los principales eventos que sucederán en los libros de Nefi. Se pueden encontrar resúmenes de encabezados al principio de varios capítulos a lo largo del Libro de Mormón.2 Estos encabezados antiguos de libros y capítulos (a menudo llamados colofones)3 estaban en el texto original que José Smith dictó a sus escribas4 y no se debe confundir con los resúmenes de los capítulos en cursiva que fueron producidos en la época moderna por Scriptures Committee of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints.5

Los encabezados antiguos y modernos de 1 Nefi. Imagen por Book of Mormon Central Los encabezados antiguos y modernos de 1 Nefi. Imagen por Book of Mormon Central

Transiciones editoriales

Anita Wells explicó: “Desde su creación a su traducción y publicación, el Libro de Mormón es profunda y esencialmente un libro que discute su propia autoría y edición en profundidad".6 Naturalmente, gran parte de su auto discusión se puede encontrar ya sea antes o después de sus varias transiciones. Los editores del Libro de Mormón a menudo proveyeron comentarios que, como las piezas que se unen en una fábrica, ayudan a juntar unidades literarias separadas en sus puntos de transición. Estas transiciones típicamente ocurren cuando un narrador cambia el argumento, lo aclara a una audiencia determinada, entreteje dentro y fuera de varias fuentes de textos o divaga en comentarios o explicaciones espirituales.  Con el propósito de guiar a los lectores a través de estos discordantes cambios, los narradores de la antigüedad a menudo señalaron lo que había sucedido o lo que estaba por suceder. Por lo tanto, las transiciones editoriales son un buen lugar para las promesas editoriales.

Comentarios de pasada

Aunque la mayoría de las promesas editoriales se pueden encontrar en los encabezados y cerca de las transiciones, a veces se dan de pasada. Un ejemplo se puede encontrar en Mosíah 28:9. Después de relatar que el rey Mosíah dio permiso a sus hijos para que predicaran a los lamanitas, Mormón se comprometió con los lectores de que daría "una relación de sus hechos". Luego, sin más demora, regresó rápidamente al flujo normal de la narrativa.

Cumplimientos inmediatos, sostenidos e intermitentes

Mientras que muchas promesas editoriales del Libro de Mormón se comenzaron a cumplir inmediatamente, algunos de ellos recibieron atención sostenida o recurrente antes de que se cumplieran. En 2 Nefi 11:2, por ejemplo, Nefi declaró: "Y ahora yo, Nefi, escribo más de las palabras de Isaías, porque mi alma se deleita en sus palabras". Aunque la promesa de Nefi comenzó a cumplirse siete versículos más adelante en 2 Nefi 12:1, se mantiene por 13 capítulos enteros antes de cumplirse completamente (2 Nefi 12-24). Entonces, inmediatamente después, Nefi comenzó a cumplir su promesa de "[comparar] sus palabras a [su] pueblo", las cuales fueron dadas en 2 Nefi 11:2 y la cual también se mantiene en varios capítulos (2 Nefi 25-30). Para complicar más las cosas, cerca del inicio de estos capítulos (2 Nefi 25-30), Nefi entregó y luego comenzó a cumplir las otras promesas, tales como

  • mostrar a su pueblo cómo los juicios de Dios vendrían sobre todas las naciones (2 Nefi 25:3),
  • entregar sus propias profecías con claridad (2 Nefi 25:4),
  • dirigirse a aquellos que dudaron del valor de sus palabras (2 Nefi 25:8),
  • y confirmando sus palabras a su propio pueblo (2 Nefi 25:8).
Mientras que algunas de estas promesas se cumplieron inmediatamente y luego se mantuvieron a lo largo de 2 Nefi 25-30, otras se cumplieron de manera intermitente en el mismo lapso de capítulos (véase el apéndice). La mayoría de los lectores probablemente no se dan cuenta de los muchos cumplimientos de promesas editoriales que los autores del Libro de Mormón combinaron.

Cumplimientos demorados

Tal vez lo que sea aún más impresionante, muchas promesas editoriales están separadas de sus cumplimientos por capítulos enteros e incluso libros. Por ejemplo, después de mencionar que el rey Mosíah tradujo los registros jareditas, Mormón declaró que "se escribirá este relato más adelante" (Mosíah 28:19). Aparentemente, el mismo Mormón no tuvo tiempo de incluir el registro jaredita antes de que muriera a manos de los lamanitas (Mormón 8:3). Sin embargo, Moroni quien terminó el registro de su padre, cumplió la promesa de su padre cuando compendió el libro de Éter.

En otro caso, Mormón prometió en Alma 35:13 hacer un registro de las guerras entre los nefitas y lamanitas que comenzaron en el año decimoctavo del gobierno de los jueces. Fiel a su palabra, Mormón notificó a los lectores ocho capítulos más tarde que regresa para hacer "una narración de las guerras entre los nefitas y los lamanitas, en el año decimoctavo del gobierno de los jueces" (Alma 43:3). A lo largo del Libro de Mormón, docenas de promesas editoriales son de igual manera separadas de sus cumplimientos por al menos un capítulo o más del texto (véase el apéndice).7

El porqué

El guardián por Jorge Cocco El guardián por Jorge Cocco

Prestar atención a las promesas editoriales puede ayudar a los lectores a dar un seguimiento de estructura y flujo organizado de las diferentes unidades literarias del Libro de Mormón. Estas promesas también ayudan a revelar lo que los antiguos autores y editores del libro pensaban que era importante. Por ejemplo, al principio de este registro, Nefi declaró que mostraría a los lectores "que las tiernas misericordias del Señor se extienden sobre todos aquellos que, a causa de su fe, él ha escogido, para hacerlos poderosos, sí, hasta tener el poder de librarse" (1 Nefi 1:20). Con esta declaración de tesis tan abiertamente declarada, los lectores podrían hacer preguntas relevantes acerca del resto del libro de Nefi: ¿Cómo una historia particular demuestra el poder liberador del Señor? ¿Qué significa ser elegido? Y ¿Qué pasa con aquellos en el registro de Nefi que fallaron en ejercitar su fe?8 Notar las promesas editoriales puede llevar a los lectores a investigar detalles y temas que claramente eran una prioridad para los autores proféticos del Libro de Mormón.

Al mismo tiempo, los resultados de promesas editoriales cumplidas dispersas a lo largo del Libro de Mormón proveen evidencia de su complejidad y sofisticación.9 Tal como John A. Tvedtnes explicó: “Un autor puede prometer en el transcurso de sus escritos regresar a un tema para proporcionar más detalles. Realmente, mantener tal promesa puede resultar difícil. Incluso con las ayudas para la escritura moderna, la memoria puede traicionarle a uno, dejando cabos sueltos en la trama o en los detalles".10

Sin embargo, José Smith no tenía ayudas modernas para escribir, como una computadora con un sistema de búsqueda, cuando tradujo el Libro de Mormón. De hecho, él no tenía ningún tipo de ayuda para escribir, punto. Cuando se le preguntó, en una entrevista en 1879, si José Smith tenía un manuscrito para leer mientras dictaba el Libro de Mormón, su esposa Emma Smith declaró: "No tenía ningún manuscrito o libro para leer". Ella más adelante insistió: "Si él hubiera tenido cualquier cosa no pudo habérmelo ocultado".11 De manera similar, en una entrevista en Chicago Times en 1881, se menciona que David Whitmer "enfáticamente al igual que [Martin] Harris y [Oliver] Cowdery, que mientras [José] Smith estaban dictando la traducción no tenía ningún tipo de notas de manuscrito u otros medios que se conocieran".12

Por lo tanto, los testigos principales de la traducción insistieron que José Smith no estaba utilizando notas o un bosquejo para ayudarlo a mantener los numerosos detalles del Libro de Mormón, los cuales incluían cerca de 170 promesas editoriales y sus varios cumplimientos (véase el apéndice). Todo lo que José tenía eran instrumentos de traducción divinamente preparados y escribas que registraban su dictado.13

El seguimiento de tales promesas bajo estas circunstancias habría sido muy complicado debido a la velocidad vertiginosa de la traducción, la cual, de principio a fin, se completó entre el 7 de abril y el 30 de junio de 1829.14 John W. Welch ha concluido que, por causa de las varias interrupciones, "no más que el equivalente de alrededor de 60 días de trabajo hábiles" habrían estado disponibles durante esos meses.15 Esto equivale a ocho páginas de texto traducido por día, un promedio que Welch describe como "abrazador".16 Ante esta situación, Tvedtnes concluyó:

Si seguir con las promesas editoriales para regresar a un tema es difícil en la escritura, es mucho más complicado hacerlo con prisa sin un registro escrito para que sirva como recordatorio de las promesas hechas. En 1829 José Smith dictó a Oliver Cowdery mucha de la escritura atribuida a Mormón dentro de un plazo de unas pocas semanas y sin corrección ni revisión. Bajo estas circunstancias, si José fuera el autor original, entonces el no dejar brechas en el material prometido habría sido un logro notable.17

De hecho, incluso un logro maravilloso (véase 2 Nefi 27:26).

Las muchas promesas editoriales del Libro de Mormón se pueden explicar razonablemente si fueron creadas por varios autores antiguos y editores quienes más probablemente tenían acceso a notas y resúmenes y mucho más que 60 días de trabajo para cumplir con la tarea. En contraste, es difícil creer que esta compleja serie de promesas y cumplimientos hayan sido producidas esencialmente por medio dictados rápidos, sin editar, por un granjero fronterizo como José Smith, cuya educación limitada y una falta de entrenamiento literario eran evidentemente obvios para aquellos que lo conocían en ese tiempo.18

Por lo tanto, las promesas editoriales del Libro de Mormón, proveen una evidencia notable de sus milagrosos orígenes y divina autenticidad. Al mismo tiempo, estas ayudan a demostrar que el Señor "tiene todo poder para el cumplimiento de todas sus palabras" (1 Nefi 9:6). El Señor prometió a los antiguos autores del Libro de Mormón que sacaría a luz Sus palabras en los últimos días,19 y esa promesa, como muchas otras promesas dispersas a lo largo de las páginas del libro, se han cumplido de manera milagrosa y precisa.20

Otras lecturas

Anita Wells, “Bare Record: The Nephite Archivist, The Record of Records, and the Book of Mormon Provenance”, Interpreter: A Journal of Mormon Scriptures 24 (2017): 99–122.

John L. Sorenson, “Mormon’s Sources”, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 20, no. 2 (2011): 2–15.

Thomas W. Mackay, “Mormon as Editor: A Study in Colophons, Headers, and Source Indicators”, Journal of Book of Mormon Studies 2, no. 2 (1993): 90–109.

John A. Tvedtnes, “Mormon’s Editorial Promises”, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 29–31.

 

Apéndice

 
Evidencias
Literatura
Profecía
Redacción
Libro de Mormón

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