KnoWhy #738 | Julio 2, 2024

¿Por qué los lamanitas confundieron a Ammón con el Gran Espíritu?

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Scripture Central

Ammón sostiene una espada y se prepara para enfrentarse a los lamanitas que intentan dispersar los rebaños de Lamoni.
Ammón defiende los rebaños del rey Lamoni contra los lamanitas que buscan dispersarlos.

"Y le dijo uno de los siervos del rey: Rabbánah, que interpretado significa poderoso o gran rey, pues consideraban que sus reyes eran poderosos; y por eso le dijo: Rabbánah, el rey desea que te quedes". Alma 18:13

El conocimiento

Durante sus viajes misioneros, Ammón predicó ampliamente al pueblo del rey Lamoni, habiéndose ofrecido primero como sirviente del rey. Sin embargo, después de que Ammón salvara los rebaños del rey de posibles asaltantes, el rey Lamoni creyó que era algo más que un simple humano. Cuando Lamoni se enteró del "gran poder en luchar contra aquellos que trataron de matarlo, se asombró en extremo y dijo: Seguramente es algo más que un hombre. He aquí, ¿no será este el Gran Espíritu, que envía tan grandes castigos sobre este pueblo por motivo de sus asesinatos?" (Alma 18:2).

Los siervos de Lamoni también comparten esta creencia, declarando: "Si es el Gran Espíritu o un hombre, no sabemos", pero a causa de su "gran fuerza", los siervos agregaron: "no creemos que un hombre tenga tanto poder, pues sabemos que no se le puede matar" (Alma 18:3). Poco después, "le dijo uno de los siervos del rey [a Ammón]: Rabbánah, que interpretado significa poderoso o gran rey, pues consideraban que sus reyes eran poderosos" (Alma 18:13).

Como ha observado Matthew L. Bowen, el título Rabbanah "sugiere fuertemente sus orígenes semíticos/hebreos (de la raíz *rbb/rby/rbh, 'ser [llegar a ser] numeroso', 'ser grande', 'ser [llegar a ser] grande', 'aumentar, llegar a ser poderoso')". Por lo tanto, esta designación se entiende mejor en el mismo contexto en que se considera a Ammón como el Gran Espíritu; Bowen señaló que la explicación de Mormón "destaca dos términos narrativos clave para la transición lamanita a la fe en Cristo: grande y poderoso". Además, Ammón entonces "recurrió al poder divino y lo utilizó dentro del sistema de creencias lamanita existente para ampliar una creencia generalizada en el 'Gran Espíritu' hacia la fe en Jesucristo y su expiación"1.

Un elemento central de la creencia lamanita parece ser la idea de que el Gran Espíritu actuaba como un guerrero divino en nombre del pueblo y del cosmos en su conjunto. Esta creencia se remonta al Antiguo Testamento, que utilizaba un lenguaje que atribuía a Jehová las características de un guerrero divino que viene del cielo para librar batallas en nombre del pueblo de su convenio. Este lenguaje y sistema de creencias también es común a las tradiciones de todo el mundo antiguo2. Jacob ya había utilizado este mismo lenguaje en 2 Nefi 6, lo que sugiere que los lehitas traían consigo esta tradición desde el Viejo Mundo3.

Esta creencia ayuda a explicar la historia de Ammón ya que fue, después de todo, la victoria en la batalla inicial de Ammón, lo que llevó a los lamanitas a creer que Ammón era un dios encarnado, y se hace mención frecuente de su gran poder o gran fuerza. Además, Lamoni afirma que el Gran Espíritu había venido a preservar la vida de sus siervos (Alma 18:4). Otros lamanitas declararon más tarde que el Gran Espíritu es "el que había destruido a tantos de sus hermanos" al defender a los nefitas en vez de a los lamanitas (Alma 19:27)4. Tales visiones de Dios luchando en defensa activa de Su pueblo del convenio son típicas del tema del guerrero divino. Debido al énfasis lamanita en las actividades de Dios como guerrero divino, que "necesariamente implicaba poder en la guerra", Bowen observa que "las habilidades de combate de Ammón lo hacían el misionero ideal, si no el perfecto" para este pueblo en ese momento5.

Ammón también se dio cuenta de esto y vio la reunión de los rebaños de Lamoni como una oportunidad para "Manifestaré mi poder, o sea, el poder que está en mí... a fin de ganar el corazón de mis consiervos, para encaminarlos a creer en mis palabras" (Alma 17:29). El gran o poderoso poder de Ammón se destaca además a lo largo de Alma 17-18 y llevó a Ammón a comenzar a enseñar al rey Lamoni y a sus siervos.

Sin embargo, en lugar de confirmar la creencia de que Ammón era divino, "Ammón reconoce esto como la oportunidad perfecta para explicar el poder de Cristo y ayudar a Lamoni a activar ese poder en su vida mediante la doctrina de Cristo, comenzando con la fe"6. Como tal, pregunta: "¿Escucharás mis palabras, si te digo mediante qué poder hago estas cosas?" (Alma 18:22). Ammón luego pasa a mostrar que Jesucristo era la fuente última de su poder y que Jesucristo, en última instancia, tiene el poder necesario para salvar y liberar a todas las personas.

El porqué

Mientras Ammón enseñaba, Lamoni creía todas las palabras que Ammón decía y rogaba por la remisión de sus pecados. De forma significativa, el poder de Dios siguió desempeñando un papel importante durante el resto de la misión de Ammón, pero de una forma nueva. En lugar de describir a Dios como poderoso en la guerra, los lamanitas empezaron a reconocer más claramente el poder de Dios para salvar del pecado y de la muerte. Lamoni fue descrito como estando "bajo el poder de Dios" al tener una visión celestial, y la esposa de Lamoni reconoció que Ammón tenía poder no para ser victorioso en la guerra sino "de hacer muchas obras grandes en su nombre" (Alma 19:4, 6).

También hay un claro cambio a medida que los lamanitas reconocen cada vez más el gran amor de Dios. Bowen señaló: "El poder del amor expiatorio de Cristo era mayor que cualquier cosa que los lamanitas hubieran experimentado en la cultura guerrera. El verdadero poder del Gran Espíritu era el amor"7. Esto se ve quizás en la oración de Anti-Nefi-Lehi, que describe a Dios como grande, centrándose no en la gran guerra, sino más bien en Su amor por Sus hijos: "Y el gran Dios ha tenido misericordia de nosotros... porque él ama nuestras almas así como ama a nuestros hijos; por consiguiente, en su misericordia nos visita por medio de sus ángeles, para que el plan de salvación nos sea dado a conocer, tanto a nosotros como a las generaciones futuras" (Alma 24:14).

Ammón también mencionaría el gran poder de Dios que se encuentra en su amor al ofrecer una extensa acción de gracias al final de su misión. Ammón preguntó a sus hermanos: "¿y quién podrá decir demasiado de su gran poder, y de su misericordia y de su longanimidad para con los hijos de los hombres?". También relató cómo la gran misericordia de Dios se había extendido al pueblo unos años antes, permitiéndoles arrepentirse, y finalmente observó cómo el gran poder de Dios había conducido a tal sentimiento de amor en todo el pueblo de Anti-Nefi-Lehi: "Y he aquí, ahora os pregunto: ¿Ha habido amor tan grande en toda la tierra? He aquí, os digo que no, no lo ha habido, ni aun entre los nefitas" (Alma 26:16, 20, 33). En lugar de centrarse en sus propios logros, Ammón constantemente defería toda alabanza al Señor, reconociendo con razón que era solo a través de Su amor y poder que esta obra podría haber sido lograda.

Como señaló Bowen, "Ammón había sido honrado por los lamanitas desde una perspectiva doctrinalmente incompleta como 'Rabbánah'. El poder de Cristo en Ammón como guerrero había captado su atención, pero fue el poder del amor de Cristo en Ammón por Lamoni y todos los lamanitas lo que los convirtió a Jesús como el verdadero Rabbánah"8. Debido a su cuidadoso ministerio, Ammón pudo traer a muchos al evangelio de Jesucristo, y ellos estuvieron "firmes en la fe de Cristo, aun hasta el fin", reconociendo el amor puro de Cristo en sus vidas (Alma 27:27).

Otras lecturas

Matthew L. Bowen, “Rabbanah: Ammon as a Type of Jesus Christ”, en Book of Mormon Insights: Letting God Prevail in Your Life, ed. Kenneth L. Alford, Krystal V. L. Pierce y Mary Jane Woodger (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2024), 145–146.

Brant A. Gardner, Traditions of the Fathers: The Book of Mormon as History (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2015), 285–289.

Daniel Belnap, “‘I Will Contend with Them That Contendeth with Thee’: The Divine Warrior in Jacob’s Speech of 2 Nephi 6–10”, Journal of the Book of Mormon and Restoration Scripture 17, no. 1–2 (2008): 20–39.

Notas al pie de página

  • 1. Matthew L. Bowen, “Rabbanah: Ammon as a Type of Jesus Christ”, en Book of Mormon Insights: Letting God Prevail in Your Life, ed. Kenneth L. Alford, Krystal V. L. Pierce y Mary Jane Woodger (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2024), 145–146.
  • 2. Para estudios más amplios sobre este tema, véase, por ejemplo, Nicholas Wyatt, Myths of Power: A Study of Royal Myth and Ideology in Ugaritic and Biblical Tradition (Munster, Germany: Ugarit-Verlag, 1996); Martin Klingbeil, Yahweh Fighting from Heaven: God as Warrior and as God of Heaven in the Hebrew Psalter and Ancient Near Eastern Iconography (Göttingen, Germany: Vandenhoeck & Ruprecht, 1999); Michael A. Fishbane, Biblical Myth and Rabbinic Mythmaking (Oxford, UK: Oxford University Press, 2003).
  • 3. Véase Daniel Belnap, “‘I Will Contend with Them That Contendeth with Thee’: The Divine Warrior in Jacob’s Speech of 2 Nephi 6–10”, Journal of the Book of Mormon and Restoration Scripture 17, no. 1–2 (2008): 20–39; véase también Central de las Escrituras, “¿Por qué Jacob describe a Dios como un guerrero divino? (2 Nefi 6:17)”, KnoWhy 277 (diciembre 26, 2017).
  • 4. Brant Gardner destaca la creencia de que los semidioses mesoamericanos, entre los que afirma que se encontraba Ammón en la mente de los lamanitas, "no siempre eran benéficos; de hecho, a menudo eran malévolos". Estos "semidioses no actuaban de forma lógica o coherente", sino que se centraban en "sus propios propósitos extraterrenales y motivos misteriosos". Este aspecto del culto precolombino también podría explicar el temor expresado por Lamoni y su pueblo ante la perspectiva de que un dios encarnado luchara entre su gente, especialmente si este dios había estado previamente defendiendo principalmente a los nefitas todo este tiempo y se había enfadado con la pérdida de vidas entre los siervos de Lamoni. Brant A. Gardner, Traditions of the Fathers: The Book of Mormon as History (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2015), 288.
  • 5. Bowen, “Rabbanah”, 146.
  • 6. Bowen, “Rabbanah”, 149.
  • 7. Bowen, “Rabbanah”, 151.
  • 8. Bowen, “Rabbanah”, 153–154.
Libro de Mormón
Alma (libro)
Ammón (Hijo de Mosíah)
Rey Lamoni
Rabbánah
Gran Espíritu
Poder de Dios
Dios, amor de

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