KnoWhy #771 | Enero 7, 2025

¿Por qué Dios llamó a su Iglesia "la única iglesia verdadera y viviente"?

Publicación aportada por

 

Scripture Central

La Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Imagen de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Imagen de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

"Y también, para que aquellos a quienes se dieron estos mandamientos tuviesen el poder para establecer los cimientos de esta iglesia y de hacerla salir de la obscuridad y de las tinieblas, la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido, hablando a la iglesia colectiva y no individualmente". DyC 1:30

El conocimiento

En un prefacio inspirado para el Libro de Mandamientos de 1833, más tarde actualizado y renombrado como Doctrina y Convenios de 1835, el Señor afirmó que a José Smith y a otros se les había dado "el poder para establecer los cimientos de esta iglesia... la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra, con la cual yo, el Señor, estoy bien complacido" (DyC 1:30).

Aunque la descripción que hace el Señor de la Iglesia como "la única iglesia verdadera y viviente" puede ir en contra de "la opinión de moda de esta época ... de que todas las iglesias son verdaderas", este título refleja muchos aspectos de la Iglesia restaurada que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo1. Específicamente, según el presidente Dallin H. Oaks: "Hay tres características: (1) la plenitud de la doctrina, (2) el poder del sacerdocio y (3) el testimonio de Jesucristo, que explican por qué Dios ha declarado y por qué Sus siervos sostienen que ésta es 'la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra'"2.

La plenitud de la doctrina

En primer lugar, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días disfruta de la plenitud de la doctrina de Jesucristo, que "es el plan que nuestro Padre Celestial ha establecido para el progreso eterno de Sus hijos"3. El presidente Oaks enseñó: "Muchas denominaciones religiosas o filosofías que existen en el mundo actual cuentan, en mayor o menor medida, con verdades que Dios reveló en épocas anteriores, junto con una mezcla de las filosofías o manipulaciones de los hombres". Sin embargo, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días difiere, porque la plenitud de la doctrina fue restaurada completamente después de la Gran Apostasía4.

Según el élder Neal A. Maxwell,

Las doctrinas de la Iglesia y su autoridad no son solo parcialmente verdaderas, sino verdaderas según los criterios divinos. Por lo tanto, la Iglesia no está conceptualmente comprometida por haber sido formada a partir de restos doctrinales de otra época, ni se compone de meros fragmentos de la verdadera fe. Está basada en la plenitud del evangelio de aquel cuyo nombre lleva, pasando así las dos pruebas para probar su iglesia que fueron dadas por Jesús durante su visita a los Nefitas (3 Nefi 27:8)5.

Más tarde, el élder Maxwell continuó explicando que todas las doctrinas de la Iglesia son necesarias y trabajan juntas, "de lo contrario, si nos centramos en ellas de forma individual y exclusiva, estas doctrinas son tan poderosas que podemos desviarnos y volvernos locos. ... Las doctrinas de la Iglesia se necesitan unas a otras tanto como las personas de la Iglesia se necesitan unas a otras. No nos atrevemos a separar las doctrinas ni a especializarnos en ellas, porque las necesitamos a todas para lograr la simetría espiritual, un resultado que requiere conexiones y correcciones"6. Aunque las diversas iglesias del mundo contienen partes de la doctrina establecida por Jesucristo, ninguna cultiva su plenitud completa, un aspecto de la verdadera Iglesia que se ha identificado ampliamente en las escrituras de la Restauración7.

Una parte importante de contener la plenitud de la doctrina de Jesucristo también descansa en la guía de profetas y apóstoles vivos que poseen las llaves del sacerdocio y están autorizados a enseñar la doctrina revelada. Como Robert L. Millet ha observado, “La única iglesia verdadera y viviente” significa que la finalidad doctrinal descansa en los apóstoles y profetas, no en los teólogos ni en los eruditos"8. Esta doctrina se establece por "la voz unánime" de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles - "es decir, todos los miembros de cada uno de los cuórums tienen que llegar a un acuerdo en cuanto a sus decisiones, a fin de que estas tengan el mismo poder o validez entre sí" (DyC 107:27). Cuando los profetas enseñan algo continuamente con una voz unida, podemos estar seguros de que es la voluntad del Señor para la dispensación actual9. Por lo tanto, la revelación constante a los profetas es un aspecto importante de vivir y comprender la plenitud de la doctrina de Jesucristo.

El poder del sacerdocio

Segundo, el sacerdocio es esencial para tener una iglesia verdadera y viviente. El presidente Henry B. Eyring enseñó: "Ésta es la Iglesia verdadera, la única Iglesia verdadera, ya que en ella están las llaves del sacerdocio. Solo en esta Iglesia el Señor ha depositado el poder para sellar tanto en la tierra como en el cielo tal como lo hizo en la época del apóstol Pedro. Esas llaves se restauraron a José Smith, a quien luego se le autorizó conferirlas a los miembros del Quórum de los Doce"10.

El presidente Oaks también enseñó: "Como resultado de tener el poder del sacerdocio, los líderes y miembros debidamente autorizados de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reciben el poder para llevar a cabo las ordenanzas requeridas del sacerdocio, como el bautismo, conferir el don del Espíritu Santo y la bendición y el reparto de la Santa Cena. ... Además, "las llaves del sacerdocio, las cuales le dan derecho [al profeta] a recibir revelación para toda la Iglesia"11. Por lo tanto, el santo sacerdocio vincula a los santos con Dios de una manera real y tangible.

Stephen D. Robinson y H. Dean Garrett también han observado que la Iglesia está conectada a Dios como una planta está conectada a sus raíces "por revelación continua y por el otorgamiento directo de la autoridad del sacerdocio"12. Por lo tanto, "una iglesia viva es aquella que sigue conectada a Dios, su fuente, por medio de apóstoles y profetas vivos que poseen las llaves del poder del sacerdocio y reciben guía divina directa"13. Los líderes autorizados del sacerdocio ejercen poderes importantes al extender llamamientos, otorgar bendiciones patriarcales, efectuar sanidades, recibir donativos y aprobar y supervisar muchas otras acciones a medida que se esfuerzan por guiar y unificar la Iglesia del Señor. Sin estas cosas, ninguna iglesia podría considerarse verdaderamente viva.

Testimonio de Jesucristo

Finalmente, el presidente Oaks enseñó: "La tercera razón por la que somos “la única iglesia verdadera” es que tenemos la verdad restaurada acerca de la naturaleza de Dios y de nuestra relación con Él; es por eso que tenemos un testimonio singular de Jesucristo"14. En resumen, decir que es la Iglesia verdadera y viviente debido a su conocimiento y testimonio únicos de Jesucristo no es decir que nadie más en el mundo tiene ninguna verdad o que no pueden aprender muchas cosas sobre Jesucristo sin hacerse miembro. Más bien, enfatiza que el conocimiento único de la Iglesia sobre Jesucristo se beneficia de profetas y apóstoles vivos que pueden ayudar a clarificar la naturaleza de Dios Padre y Su obra de ofrecer la salvación a todas las personas. Además, la Iglesia se beneficia de la información adicional relativa a las acciones premortales y presentes, así como a las glorias futuras del Cordero de Dios.

De hecho, como observó Millet, "los Santos de los Últimos Días no tienen dificultad alguna en aceptar la afirmación personal de una persona de que es cristiana, de que reconoce a Jesucristo como el divino Hijo de Dios, su Salvador, el Señor y Maestro de su vida"15. Mientras que "la mayoría de los líderes y discípulos religiosos son creyentes sinceros que aman a Dios y que lo entienden y lo sirven lo mejor que pueden. ... Deseamos que todos los que investiguen la Iglesia y que provengan de otras iglesias o sistemas de creencias retengan todo lo bueno que posean y que vengan y vean de qué modo podemos aumentar su entendimiento de la verdad y su felicidad en la medida en que lo pongan en práctica"16.

El porqué

Un aspecto fundamental de todas las razones por las que Dios ha llamado a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días "la única iglesia verdadera y viviente" es la presencia de un profeta viviente de Dios17. Ese profeta, vidente y revelador sigue recibiendo comunicaciones divinas de Dios para ayudar a los miembros de la Iglesia a superar verdaderamente los diversos desafíos a los que se enfrentan en el mundo actual. Casey Griffiths observó: "Como fe viva, la Iglesia experimenta cambios continuamente para adaptarse a las circunstancias cambiantes y para continuar el largo esfuerzo de perfeccionar a los santos. Ser una Iglesia viviente es esencial para ser también una Iglesia verdadera"18.

De hecho, como el Presidente Russell M. Nelson ha enseñado, "Si piensas que la Iglesia ha sido completamente restaurada, sólo estás viendo el principio. Hay mucho más por venir"19. Es solo a través de un profeta vivo que esto puede hacerse. El élder Maxwell observó de manera similar: "La Iglesia no está ni muerta ni agonizando. La Iglesia, al igual que el Dios vivo que la estableció, está viva, consciente y en funcionamiento. No es un museo que alberga una fe fosilizada; más bien, es un reino cinético caracterizado por una fe viva en discípulos vivos"20.

Además, puesto que hay un profeta en el mundo actual, se puede decir con razón que la Iglesia es, como describió Robert L. Millet, "la institución más firme, segura y sólida de la tierra, la más cercana al modelo de la Iglesia cristiana primitiva, en cuanto a dispensar la mente y la voluntad de Dios y gozar de su completa aprobación"21. O, como señalaron Robinson y Garrett: "El Evangelio no es solo el sistema religioso concreto que utilizan los Santos de los Últimos Días para entrar en el reino de Dios, sino que es la única forma de entrar en el reino de Dios. . . . No hay otra manera"22. El Presidente Jeffrey R. Holland también testificó recientemente de este mismo principio: "La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el vehículo que Dios ha proporcionado para nuestra exaltación. El Evangelio que esta enseña es verdadero y el sacerdocio que la legitima no tiene derivación"23.

Puesto que Dios ha llamado a ésta la única iglesia verdadera y viviente, Dios ha establecido un plan de salvación por el que todas las personas, en ambos lados del velo, pueden llegar a conocer al Salvador Jesucristo y recibir las ordenanzas necesarias para unirse a Su reino. Como concluyó Millet: "Sostenemos la verdad de que Dios ha hablado de nuevo en nuestros días y ha restaurado su Evangelio eterno por medio de profetas vivos. Esta es nuestra posición distintiva, nuestra contribución a un mundo que necesita desesperadamente creer en Dios, comprender Su gran plan de salvación, la promesa y la esperanza que provienen de un Redentor, y confirmar la veracidad histórica de la Santa Biblia"24. Este es el mensaje central de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y su invitación al mundo entero.

Otras lecturas

Henry B. Eyring, “La Iglesia verdadera y viviente”, Conferencia general, abril de 2008.

Dallin H. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, New Era, agosto de 2011, págs. 2–5.

Robert L. Millet, “Joseph Smith and ‘The Only True and Living Church’”, en A Witness for the Restoration: Essays in Honor of Robert J. Matthews, ed. Kent P. Jackson y Andrew C. Skinner (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2007), 201–231.

Robert L. Millet, “Reflections on Apostasy and Restoration”, en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2011), 19–41.

  • 1. Doctrina y Convenios 1:30; Dallin H. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, New Era, agosto de 2011, pág.3; presentado originalmente el 25 de junio de 2010, en un seminario para nuevos presidentes de misión.
  • 2. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, 3.
  • 3. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, 3.
  • 4. Cita sobre el Knowhy 770: ¿Por qué era necesaria una restauración?.
  • 5. Neal A. Maxwell, Things as They Really Are (Deseret Book, 1978), 46.
  • 6. Neal A. Maxwell, Who the Lord Loveth: The Journey of Discipleship (Deseret Book, 2003), 159–160.
  • 7. Las escrituras de la Restauración hablan a menudo de plenitud: Por ejemplo, la "gran plenitud" de Dios y la "la plenitud del evangelio del Señor". Helamán 12:24; 1 Nefi 13:24; 15:13. Jesús habló repetidamente de "la plenitud de mi evangelio" y de que Él tenía una "plenitud de gozo". 3 Nefi 16:10, 12; 20:28, 30; 27:31; 28:10. En mayor medida aún, Doctrina y Convenios utiliza las palabras pleno, completamente y plenitud para destacar la importancia de la plenitud del evangelio de Jesucristo para el tiempo y para toda la eternidad.
  • 8. Robert L. Millet, “Joseph Smith and ‘The Only True and Living Church’”, en A Witness for the Restoration: Essays in Honor of Robert J. Matthews, ed. Kent P. Jackson y Andrew C. Skinner (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2007), 209.
  • 9. Para enseñanzas proféticas sobre este principio, véase M. Russell Ballard, “Stay in the Boat and Hold On!”, October 2014 general conference; Gordon B. Hinckley, “La Obra Sigue Adelante”, Conferencia general, abril de 1994; D. Todd Christofferson, “La doctrina de Cristo”, Conferencia general, abril de 2012. Para otro análisis sobre este principio y sobre cómo los Santos de los Últimos Días podrían reconocer cuando algo que leen es doctrina de la Iglesia, véase Anthony R. Sweat, Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, “Evaluating Latter-day Saint Doctrine”, en Foundations of the Restoration: The 45th Annual Brigham Young University Sidney B. Sperry Symposium, ed. Craig James Ostler, Michael Hubbard MacKay y Barbara Morgan Gardner (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2017), 23–44.
  • 10. Henry B. Eyring, “La Iglesia verdadera y viviente”, Conferencia general, abril de 2008.
  • 11. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, 4–5.
  • 12. Stephen E. Robinson y H. Dean Garrett, A Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Deseret Book, 2000), 1:25.
  • 13. Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 1:26.
  • 14. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, 5.
  • 15. Millet “Joseph Smith and ‘The Only True and Living Church’”, 202–203; véase también Robert L. Millet, “Reflections on Apostasy and Restoration”, en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, ed. Robert L. Millet (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2011), 19–41.
  • 16. Oaks, “La única iglesia verdadera y viviente”, 3. El presidente Oaks también enseñó: "Dios no nos ha enseñado nada que deba hacernos sentir superiores a otras personas. Desde luego todas las iglesias y filosofías tienen algo de verdad en ellas; unas más que otras. Ciertamente Dios ama a todos Sus hijos, y ciertamente el plan de Su evangelio es para todos Sus hijos, todo de acuerdo con Su propio tiempo".
  • 17. Para más información sobre este pasaje, véase Temas y preguntas, “La única Iglesia verdadera y viviente”, churchofjesuschrist.org.
  • 18. Casey Paul Griffiths, Doctrine and Covenants Minute (Scripture Central, 2021), DyC 1:30–33; Casey Paul Griffiths, Scripture Central Commentary on the Doctrine and Covenants, 4 vols. (Cedar Fort; Scripture Central, 2024), 1:10–11.
  • 19. Citado en “Latter-day Saint Prophet, Wife and Apostle Share Insights of Global Ministry”, Church Newsroom, octubre 30, 2018; véase también Gary E. Stevenson, “The Ongoing Restoration”, Brigham Young University devotional, agosto 20, 2019; Dieter F. Uchtdorf, “¿Están durmiendo durante la Restauración?”, Conferencia general, abril de 2014.
  • 20. Maxwell, Things as They Really Are, 46.
  • 21. Millet “Joseph Smith and ‘The Only True and Living Church’”, 209.
  • 22. Robinson y Garrett, Commentary on the Doctrine and Covenants, 1:25.
  • 23. Jeffrey R. Holland, “'Yo soy'” Conferencia general, octubre de 2024.
  • 24. Millet “Joseph Smith and ‘The Only True and Living Church’”, 227.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Doctrina y Convenios
La Restauración
Escritura de la Restauración
Autoridad del sacerdocio
Plenitud del evangelio
Testimonio de Jesucristo

© Copyright 2024 Central de las Escrituras: Una organización sin fines de lucro. Todos los derechos reservados.. Registrado 501(c)(3). EIN: 20-5294264