KnoWhy #614 | Agosto 26, 2021
¿Por qué Hyrum Smith fue fiel a su testimonio del Libro de Mormón?
Publicación aportada por
Central de las Escrituras
"Esa misma mañana, Hyrum, después de haberse preparado para ir —¿a la matanza, diremos?, sí, porque así fue— leyó el siguiente párrafo, cerca del fin del capítulo doce de Éter, en el Libro de Mormón, y dobló la hoja" Doctrina y Convenios 135:4
El conocimiento
De toda la familia y amigos de José Smith, tal vez nadie era más cercano o más leal que su hermano mayor Hyrum Smith. Brigham Young, Wilford Woodruff y muchos otros recordaron que cuando conocieron por primera vez a José, Hyrum también estaba allí. Desde el punto de vista de muchos espectadores, los dos parecían inseparables1. Por lo tanto, no es de sorprender que Hyrum estuviera entre aquellos escogidos para ser testigos del Libro de Mormón.
Todos los que recuerdan haber escuchado a Hyrum testificar del Libro de Mormón ven un testimonio poderoso y convincente. William E. McLellin se unió a la iglesia después de tener una larga conversación con Hyrum Smith en la que "preguntó sobre los detalles de la salida a luz del registro... y sobre los testimonios que había escuchado"2. Unas pocas semanas después, McLellin registró haber escuchado a Hyrum compartir "su evidencia de la veracidad del libro" ante una congregación de alrededor de 500 personas3.
En 1837, Mary Fielding, esposa de Hyrum Smith, aseguró a su hermano Joseph Fielding que "su esposo había visto y sopesado las planchas"4. Tras la apostasía en Kirtland5, Sally Parker escuchó a Hyrum testificar: "Dijo que solo tenía dos manos y dos ojos, que había visto las planchas con sus ojos y las sopesó con sus manos". El testimonio fue reconfortante para Sally, ya que había escuchado a los disidentes "discutir demasiado sobre el libro"6.
Unos meses después, Hyrum, José y otros fueron encarcelados en Misuri desde noviembre de 1838 hasta abril de 1839. Estos fueron algunos de los meses más difíciles para José y sus compañeros, incluyendo a Hyrum. Se revolcaban en la fría y obscura prisión de la cárcel de Liberty, con frecuencia vomitaban la comida porque estaba envenenada y pasaban hambre durante varios días. Mientras tanto, sus familiares y amigos estaban siendo expulsados de sus hogares y había muy poco que podía hacerse para detenerlo7.
Poco después de esa difícil experiencia, Hyrum escribió una carta "a los Santos esparcidos en el extranjero" que se publicó en el Times and Seasons8. "Habiendo dado mi testimonio al mundo sobre la veracidad del Libro de Mormón", escribió Hyrum, "y habiendo pasado por grandes aflicciones y angustias por ello, pensé que podría ser fortalecedor para mis amados hermanos, darles un breve relato de mis sufrimientos, por amor a la verdad"9. Hyrum continuó describiendo su determinación de ser fiel a su experiencia como uno de los Ocho Testigos a pesar de las graves dificultades:
He sido maltratado y arrojado a un calabozo y confinado por meses debido a mi fe y al "testimonio de Jesucristo". Le doy gracias a Dios por haber sentido que prefería morir a negar lo que mis ojos habían visto y lo que mis manos habían tocado [...], y lo que he testificado en toda oportunidad. Y puedo aseguraros mis amados hermanos, que nunca en mi vida había expresado testimonio tan fuerte como el que expresé aun encontrándome ante las mismas garras de la muerte10.
El porqué
Hyrum fue leal a su testimonio literalmente hasta el día de su muerte como mártir junto a José en la cárcel de Carthage el 27 de junio de 1844. Sin embargo, esa no fue la primera vez que Hyrum soportó el sufrimiento y el encarcelamiento por su lealtad a su hermano y la fidelidad a su testimonio. Debido a que Hyrum permaneció firme en su testimonio durante los años de severas dificultades y persecución, fue probado y encontrado digno al estar dispuesto a sacrificar todo, incluso su propia vida.
Hyrum permaneció fiel a su testimonio del Libro de Mormón porque a menudo lo consultaba. Lo leía, lo amaba y con gusto lo compartía con los demás. Mientras estaba encarcelado poco antes de su muerte, Hyrum recurrió a las palabras de promesa que se encuentran en los escritos de Moroni y encontró consuelo en el propio Libro de Mormón, el mismo registro del cual ha testificado, al leer la despedida de Moroni en el libro de Éter: “[T]ú has sido fiel; por tanto... serás fortalecido, aun hasta sentarte en el lugar que he preparado en las mansiones de mi Padre” (Éter 12:37)11. La fe de Hyrum en las promesas de su Salvador Jesucristo estaba firmemente cimentada en el Libro de Mormón, al que se aferró, verdadera y fielmente, hasta el final.
Y, finalmente, la fidelidad de Hyrum se unió con su devoción a José. La disposición de Hyrum de soportar el sufrimiento, la persecución y, por último, la muerte al seguir a su hermano menor, ofrece un respaldo convincente al testimonio del Libro de Mormón que mantuvo, y por ende, también habla de la integridad del mismo José Smith.
Como el élder Jeffrey R. Holland testificó poderosa y elocuentemente: "En ésa, su más apremiante y última hora de necesidad, yo les pregunto: ¿blasfemarían esos hombres ante Dios y continuarían basando su vida, su honor y su propia búsqueda de la salvación eterna en un libro (y por ende en una iglesia y un ministerio) que ellos hubieran inventado de la nada?... ¡Ellos no harían eso! Estaban dispuestos a morir antes que negar el origen divino y la veracidad eterna del Libro de Mormón"12.
"¡En vida no fueron divididos, y en su muerte no fueron separados!" (DyC 135:3), y en la boca de estos dos que permanecieron juntos como testigos, Dios probó firmemente la veracidad de la salida a la luz del Libro de Mormón y de la restauración de Su reino en los últimos días. Al mantenerse firme junto a su hermano, Hyrum consolidó para la eternidad e inmortalizó su principal función como uno de los testigos fundamentales del Libro de Mormón.
Otras lecturas
Mark E. Mendenhall et al., eds., Joseph and Hyrum: Leading as One (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2010).
Jeffrey S. O’Driscoll, Hyrum Smith: A Life of Integrity (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003).
- 1. Ver Mark E. Mendenhall et al., eds., Joseph and Hyrum: Leading as One (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2010), v.
- 2. William E. McLellin, Diario, 19 de agosto de 1831, en Los Diarios de William E. McLellin, 1831–1836, ed. Jan Shipps y John W. Welch (Provo, UT: BYU Studies; Urbana y Chicago, IL: University of Illinois Press, 1994), 33.
- 3. McLellin, Diario, 10 de septiembre de 1831, en Diarios de William E. McLellin, 39. Para más de McLellin, ver Book of Mormon Central, “¿Por qué William E. McLellin llamó al Libro de Mormón la ‘manzana de mis ojos’? (Doctrina y Convenios 66:1),” KnoWhy 611 (1 de julio de 2021).
- 4. Joseph Fielding a Parley P. Pratt, 20 de junio de 1841, en Millennial Star 2, no. 4 (agosto de 1841): 52, en Larry E. Morris, ed., Una historia documental del Libro de Mormón (Nueva York, NY: Oxford University Press, 2019), 443.
- 5. Para contexto sobre uno de los eventos clave que contribuyeron a la apostasía de Kirtland, ver Book of Mormon Central, “¿Por qué fracasó la Kirtland Safety Society? (Doctrina y Convenios 64:21),” KnoWhy 604 (18 de mayo de 2021).
- 6. Sally Parker a John Kempton, 26 de agosto de 1838, en Janiece L. Johnson, “‘The Scriptures Is a Fulfilling’: Sally Parker’s Weave,” BYU Studies Quarterly 44, no. 2 (2005): 115.
- 7. Para una discusión sobre las experiencias y dificultades de Hyrum durante su tiempo en la cárcel de Liberty, ver Jeffrey S. O’Driscoll, Hyrum Smith: A Life of Integrity (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 187–204.
- 8. Ver Hyrum Smith, “A los Santos esparcidos en el extranjero,” diciembre de 1839, Times and Seasons 1, no. 2 (diciembre de 1839), extracto en Morris, Historia Documental, 426–427.
- 9. Smith, “A los Santos,” en Morris, Historia Documental, 427.
- 10. Smith, “A los Santos,” en Morris, Historia Documental, 427.
- 11. Ver Book of Mormon Central, “¿Qué significa ser un mártir? (Éter 12:37, 39),” KnoWhy 1 (1 de enero de 2016).
- 12. Élder Jeffrey R. Holland, “Safety for the Soul,” conferencia general de octubre de 2009, disponible en churchofjesuschrist.org.