KnoWhy #472 | Diciembre 11, 2018
¿Por qué el Libro de Mormón menciona cimitarras?
Publicación aportada por
Central de las Escrituras
"[L]os armé con arcos y con flechas, con espadas y con cimitarras, con mazas y con hondas" Mosíah 9:16
El conocimiento
Las guerras en la antigüedad eran sangrientas, brutales y mortales. Al registrar una batalla, Mormón escribió que "los fuertes golpes de los nefitas con sus espadas y cimitarras... herían de muerte casi a cada golpe" (Alma 43:37). La palabra en el Libro de Mormón en inglés de cimeter (cimitarra) es una antigua ortografía de la palabra inglesa de scimitar, una espada curva que por lo general tiene un borde filoso en el lado convexo o exterior. Algunos lectores escépticos han afirmado que el término cimitarra en el texto está fuera de lugar, ya que se creía ampliamente que el arma no se inventó sino hasta después del surgimiento del Islam (ca. siglo VII d. C.), mucho tiempo después para ser utilizada por los nefitas.1 Una vez considerado un obstáculo para los lectores, ahora se sabe que esta arma, de varias formas, era conocida tanto en el viejo mundo como en el nuevo, tanto en los tiempos bíblicos como en el Libro de Mormón.
Esta arma está representada en el antiguo Cercano Oriente cerca del año 2000 d. C.2 Se han encontrado raros especímenes arqueológicos de esta arma, algunos con la parte filosa del lado externo o convexo mientras que otros tienen doble filo, como las "espadas curvas moldeadas en dos lados" descubiertas en Shechem, una ciudad cananea, la cual data del año 1800 a. C.3 Representaciones del arte militar en el antiguo Cercano Oriente "muestran mayormente el uso de la hoja interna; sin embargo, también se puede encontrar en la parte exterior. Las cimitarras orientales preservadas tienen el filo por la parte exterior".4 De acuerdo con Boyd Seevers, las espadas curvas pudieron haber sido la espada más común del antiguo Israel.5
Gracias a los Rollos del Mar Muerto, los eruditos ahora saben que el término hebreo kidon se refiere a una cimitarra.6 En 1 Samuel 17:45, cuando David enfrentó a Goliat, él declaró: "Tú vienes a mí con espada [hereb] y lanza [hanit] y jabalina [kidon]; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado". En la versión King James de la Biblia, kidon es traducido como scimitar.7 Algunos escritores han pensado que es extraño que el caudillo lamanita Zerahemna haya llevado su espada y cimitarra, pero como Paul Hoskisson ha observado, el texto bíblico dice lo mismo acerca de Goliath.8
Las armas curvadas similares a espadas pueden ser correctamente llamadas cimitarras y eran un elemento importante en las guerras de la antigua América precolombina. Ross Hassig, un experto sobre las guerras de la antigua América, identificó un arma curva representada en el arte mesoamericano la cual llamó "espada corta".9 Esta era un arma curva diseñada para cortar y consistía en una base de madera dura de aproximadamente 50 centímetros (20 pulgadas) de largo donde se colocaban cuchillas de obsidiana a lo largo de ambos bordes. "Era un excelente acuchillador y, sin embargo, la parte curva al final de la espada retuvo algunos aspectos de una trituradora cuando se utilizaba la parte externa hacia adelante".10
Las representaciones precolombinas demuestran que estas algunas veces tenían una punta afilada de madera o de obsidiana también. La ligereza de la espada corta le permitía a un soldado llevarla con otras armas. "Ahora los soldados podían proveer su propio fuego de cobertura con los átlatl mientras avanzaban y aun participar en un combate mano a mano con espadas cortas una vez que se acercaban al enemigo".11 Un arma ligera como una espada corta curva habría permitido a un guerrero como Zerahemna continuar atacando a un enemigo de cerca incluso si él perdía el control de su espada en batalla o si las cuchillas astilladas dejaban de ser efectivas.12
Una vez se pensó que era un invento postclásico (ca. d. C. 900–1500),13 la evidencia para esto y otras armas como la cimitarra se remontó al periodo clásico (d. C. 300-900) y a los tiempos preclásicos (1500 a. C.-d. C. 300).14 Por ejemplo, un monumento de Toniná, México, el cual data del año 613 d. C. y muestra a un noble posando con una "cimitarra curva de pedernal filoso".15 Cimitarras con curvas largas son representadas en manos de guerreros de Teotihuacán, ca. d. C. 450.16
Ann Cyphers, la arqueóloga líder en San Lorenzo (ca. 1500–900 a. C.), observó que un monumento representa un arma que "tiene un cuerpo curvo con once elementos triangulares incrustados a los lados".17 Otro monumento en el mismo sitio representa "un objeto en forma de una macana curva con 14 puntos triangulares" incluyendo uno en la punta.18 Por lo tanto, las armas curvas como las cimitarras parecen datar de los tiempos del Libro de Mormón.
El porqué
Una vez considerados fuera de lugar en un registro describiendo una guerra antigua, ahora se conoce que las cimitarras eran una herramienta importante en el arsenal del armamento antiguo tanto en el viejo mundo como en el nuevo. La evidencia de su existencia en la antigua Mesoamérica durante el tiempo del Libro de Mormón es una confirmación sorprendente de la exactitud del registro nefita y sugiere la necesidad de tener paciencia y un estudio más cuidadoso acerca de otros elementos del texto los cuales, al principio, pueden parecer extraños a los lectores modernos.
Las cimitarras eran armas mortales muy efectivas, en lo que Mormón llamó una guerra de horrible "mortandad" (Alma 43:47; Helamán 4:5). Al principio es mencionada como un arma lamanita (Enós 1:20), pero muy pronto fue adoptada por los nefitas (Mosíah 9:16), siguiendo un patrón subsiguiente de oponentes que rápidamente adoptan y se adaptan a las innovaciones militares inteligentes de sus adversarios. Las espadas, las cimitarras, la armadura especial, las tácticas de señuelo y fortificaciones más sofisticadas, por un tiempo fueron elementos efectivos de la estrategia militar nefita, pero finalmente, fallaron en proteger a las personas cuando se olvidaron de su Dios. Tarde o temprano los enemigos serán más listos, más fuertes o más numerosos, demostrando la inutilidad de confiar solo en la fuerza de uno (Helamán 4:13) o en el "brazo de la carne" (2 Nefi 4:34).
El presidente Spencer W. Kimball una vez advirtió: "Somos un pueblo guerrero, nos distraemos fácilmente de nuestra asignación de prepararnos para le venida del Señor. Cuando los enemigos se levantan, dedicamos vastos recursos para la fabricación de dioses de piedra y acero—barcos, aviones, misiles, fortificaciones—y dependemos de ellos para protegernos y liberarnos. Cuando nos amenazan, nos convertimos en anti-enemigos en lugar de estar a favor del reino de Dios".19
Hay sabiduría en las personas que se están preparando para el futuro, desastres naturales y peligros físicos potenciales de aquellos con mala voluntad. Los profetas antiguos y modernos continúan y continuarán aconsejándonos de cómo estar más preparados y protegernos a nosotros mismos de una manera que es consistente con los principios y convenios del evangelio. Pero el Libro de Mormón nos advierte sobre cómo nuestras armas de defensa pueden llegar a ser las armas de nuestra rebelión (Alma 23:7). Al igual que los justos de antaño, finalmente solo podemos encontrar paz y protección al seguir el consejo de los profetas y apóstoles vivientes y al buscar a nuestro Salvador y a nuestro Padre Celestial por dirección y liberación en los momentos difíciles.
Otras lecturas
Matthew Roper, "Mesoamerican ‘Cimeters’ in Book of Mormon Times", Insights: The Newsletter of the Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship 28, no. 1 (2008): 2.
Matthew Roper, "Swords and ‘Cimeters’ in the Book of Mormon", Journal of Book of Mormon Studies 8, no. 1 (1999): 35–43.
Paul Y. Hoskisson, "Scimitars, Cimeters! We have scimitars! Do we need another cimeter?" en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William B. Hamblin (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1990), 352–359.
William J. Hamblin y A. Brent Merrill, "Notes on the Cimeter (Scimitar) in the Book of Mormon", en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William B. Hamblin (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1990), 360–364.
- 1. John Hyde Jr., Mormonism: Its Leaders and Designs (1857), 234-35; Samuel Hawthornthwaite, Adventures Among the Mormons (1857), 69; W. E. Riter a James E. Talmage, 22 de agosto de 1921, en Brigham D. Madsen, ed., B. H. Roberts, Studies of the Book of Mormon (Urbana y Chicago: University of Illinois Press, 1985), 35-37,Gordon Fraser, Joseph Smith and the Golden Plates (1964), 58; James Spencer, The Disappointment of B.H. Roberts (1991), 4; Earl Wunderli, An Imperfect Book: What the Book of Mormon Tells Us About Itself (2013), 36; John Christopher Thomas, A Pentecostal Reads the Book of Mormon (Cleveland, Tennesee: CPT Press, 2016), 420.
- 2. Yigael Yadin, The Art of Warfare in Biblical Lands (New York, NY: McGraw-Hill, 1963), 1: 10–11, 78–79, 172, 204– 207; William J. Hamblin, Warfare in the Ancient Near East to 1600 BC. (London y New York: Rutledge, 2006), 66–71, 279–280.
- 3. "Arms and Weapons", en The Biblical World: A Dictionary of Biblical Archaeology, ed. Charles F. Pfeiffer (New York: Bonanza Books, 1966), 93.
- 4. G. Molin, "What is a Kidon?" Journal of Semitic Studies 1, no. 4 (octubre de 1956: 336).
- 5. Boyd Seevers, Warfare in the Old Testament: The Organization, Weapons, and Tactics of Ancient Near Eastern Armies (Grand Rapids, MI: Kregel Academic, 2013), 58: "Probablemente la espada israelita primitiva era una espada en forma de hoz, que tenía un mango atado a un eje recto que continuaba en un filo curvo". Una imagen de tales espadas se encuentra en la pág. 121, fig. 4.2, que es una imagen de las cimitarras egipcias.
- 6. Paul Y. Hoskisson, "Scimitars, Cimeters!We have scimitars! Do we need another cimeter?" en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William B. Hamblin (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1990), 352–359; Molin, "What is a Kidon?" 334–337; Roland de Vaux, Ancient Israel (New York and Toronto: McGraw-Hill, 1965), 1:242.
- 7. Véase P. Kyle McCarter, Jr., 1 Samuel (New York: Doubleday, 1980), 285.
- 8. Hoskisson, "Scimitars, Cimeters!" 355.
- 9. Ross Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica (Berkeley y Los Angeles, CA: University of California Press, 1992), 112–113; Hassig, "Weaponry", en Archaeology of Ancient Mexico and Central America: An Encyclopedia, ed. Susan Toby Evans y David L. Webster (New York y London: Garland Publishing, 2001), 810–811; Hassig, Mexico and the Spanish Conquest (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 2006), 23–24; Hassig, "La Guerra en la Antigua Mesoamerica", Arqueología Mexicana 14, no. 84 (Marzo-Abril 2007): 36; Esperanza Elizabeth Jiménez García, "Iconografía guerrera en la escultura de Tula, Hidalgo", Arqueología Mexicana 14, no. 84 (Marzo-Abril 2007): 54–59.
- 10. Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 113.
- 11. Hassig, Mexico and the Spanish Conquest, 23–24.
- 12. Las cuchillas de obsidiana astilladas o quebradas podían ser fácilmente reemplazadas después de la batalla, pero probablemente esto no podría hacerse durante el tumulto. Los guerreros de élite probablemente tenían guardias o sirvientes que podrían haber ayudado a llevar el equipo cuando era necesario. Goliat, por ejemplo, tenía un escudero (1 Samuel 16:7) y Alma y el rey lamanita se dice que tenían guardias que en ocasiones los ayudaban (Alma 2:32-33).
- 13. Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 112–113.
- 14. Matthew Roper, "Swords and ‘Cimeters’ in the Book of Mormon", Journal of Book of Mormon Studies 8, no. 1 (1999): 35–40.
- 15. Mary Miller y Simon Martin, Courtly Art of the Ancient Maya (New York: Thames y Hudson, 2004), 188, lámina 106. Una estatuilla que ahora se muestra en el museo regional de Campeche, la cual probablemente data del mismo periodo, representa a un guerrero que utiliza una máscara de muerte que tiene a un triste cautivo en su mano derecha y un arma curva en su mano izquierda levantada con la que está por decapitar a su víctima. El arma en la figura de su mano izquierda ha sido llamada un hacha por algunos eruditos, pero dada la forma curva, podría ser una cimitarra. Véase Linda Schele, Hidden Faces of the Maya (1997), 100–101.
- 16. Arthur G. Miller, The Mural Painting of Teotihuacan (Washington, DC: Dumbarton Oaks, 1973), 85, 116, 162.
- 17. Ann Cyphers, Escultura Olmeca de San Lorenzo Tenochtitlán (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2004), 145, hablando del monumento 78.
- 18. Cyphers, 159. El monumento 112 representa a una figura con una daga curva en su cinturón. Véase Cyphers, 190, figura 26.
- 19. Spencer W. Kimball, "The False Gods We Worship", Ensign, junio de 1976, en línea en lds.org.