KnoWhy #731 | Mayo 17, 2024

¿De qué manera fue Abinadí un profeta como Moisés?

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Scripture Central

"Y ahora bien, aconteció que después que Abinadí hubo hablado estas palabras, el pueblo del rey Noé no se atrevió a echarle mano, porque el Espíritu del Señor estaba sobre él, y su rostro resplandecía con un brillo extraordinario, aun como el de Moisés en el monte de Sinaí, mientras hablaba con el Señor". Mosíah 13:5

El conocimiento

En el Libro de Mosíah, un profeta llamado Abinadí predicó al pueblo de Zeniff, diciendo: "Así dice el Señor: ¡Ay de los de este pueblo!, porque he visto sus abominaciones, y sus iniquidades, y sus fornicaciones, y a menos que se arrepientan, los visitaré con mi ira" (Mosíah 11:20). Dado que el libro del Deuteronomio utilizaba los dones proféticos de Moisés como un estándar elevado con el que se medirían los futuros profetas, es muy importante que a lo largo de Mosíah 11-17, "la historia de Abinadí esté enmarcada con elementos de la historia de Moisés y su confrontación con el faraón"1.

Como explica David R. Seely, considerar a Abinadí bajo este enfoque no habría hecho sino intensificar aún más el poder de sus enseñanzas en la mente de todos los conocedores de la Biblia. De hecho, el relato de la vida de Moisés fue "monumental y sirvió como modelo para los del futuro, señalando a todos los que emularon [a Moisés] hacia Cristo"2. No debe sorprender, pues, que Cristo ocupe un lugar central en el mensaje de Abinadí a Noé y sus sacerdotes, por cuyo testimonio Abinadí acabaría entregando su vida.

Las comparaciones entre Moisés y Abinadí pueden verse inmediatamente en la introducción del rey Noé en Mosíah 11. Según el libro de Mosíah, Noé "destituyó a todos los sacerdotes que su padre había consagrado, y en su lugar consagró a otros, aquellos que se envanecían con el orgullo de sus corazones" (Mosíah 11:5). Además, "Noé sometió a su pueblo a la esclavitud" mediante fuertes impuestos para beneficiarse a sí mismo y a sus sacerdotes (véase Mosíah 11:1-15)3. De igual forma, el faraón tenía "sabios" y "magos de Egipto", y Éxodo 7:11 utiliza una palabra hebrea que deriva del egipcio hry-tp, un "título que a menudo llevaban los sacerdotes egipcios"4. Al igual que Noé, el faraón también hizo que los hijos de Israel vivieran en "dura servidumbre" y construyeran muchos edificios para él (Éxodo 1:14).

Además, cuando Noé escuchó el mensaje de Abinadí, respondió inicialmente: "¿Quién es Abinadí, para que yo y mi pueblo seamos juzgados por él? O, ¿quién es el Señor para que traiga sobre mi pueblo tan grande aflicción?" (Mosíah 11:27). Este desafío se hace eco precisamente de "las primeras palabras del Faraón a Moisés y Aarón", quienes preguntaron: "¿Quién es Jehová para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?" (Éxodo 5:2)5. A lo largo de los encuentros de ambos reyes con los profetas, también se dice que cada uno endureció su corazón a pesar de las repetidas advertencias proféticas (véase Mosíah 11:29; Traducción de José Smith, Éxodo 7:13).

Por el contrario, tanto Moisés como Abinadí habían servido inicialmente al pueblo, pero tuvieron que huir de la tierra para salvar sus vidas. Abinadí regresó "después de dos años", al igual que Moisés regresó a Egipto después de muchos años. Debido a que ninguno de los reyes a los que se dirigieron estos dos profetas estaba dispuesto a escuchar el mensaje de Dios, ambos profetas entregaron un mensaje mucho más funesto que incluía plagas debido al corazón no arrepentido del rey. Como observa Seely, Abinadí "enumeró una lista de señales que ocurrirían si el pueblo no se arrepentía, señales que recordaban las plagas de Moisés: aflicciones, hambre, peste, esclavitud, granizo, viento del este, insectos (véase Mosíah 12:3-7; Éxodo 7-10), e incluso la muerte de Noé, cuya vida debería '[estimarse] igual que un vestido en un horno ardiente' (Mosíah 12:3)"6. Además, por medio de estas plagas, Noé y el faraón sabrían cada uno "que [Él es] el Señor" (Mosíah 12:3; Éxodo 7:5).

Además, tanto Abinadí como Moisés desafiaron directamente a los sumos sacerdotes malvados; en el caso de Abinadí, este desafío se produjo a través de una serie de preguntas y respuestas que demostraban la hipocresía de los sacerdotes malvados con respecto a lo que enseñaban al pueblo y cómo vivían (véase Mosíah 12:25-29). En el caso de Moisés, este desafío implicaba actos milagrosos que los magos intentaban emular, pero sus poderes eran en última instancia inferiores a los del Señor (véase, por ejemplo, Éxodo 7:8-12). En ambos casos, estaba claro quién era el verdadero profeta del Señor porque podían utilizar Su poder.

Mormón también compara directamente a Abinadí con Moisés en el texto, consolidando aún más estas comparaciones. Después de que Abinadí recitara los Diez Mandamientos a Noé y a sus sacerdotes—un acto que de por sí lo habría presentado directamente como un profeta como Moisés—Abinadí afirma que los hijos de Israel que fueron sacados de Egipto "eran una gente de dura cerviz, presta para hacer el mal y lenta para acordarse del Señor su Dios", no muy diferente de su audiencia actual (Mosíah 13:29)7. Y, después de recitar los dos primeros mandamientos, Mormón registra que "el Espíritu del Señor estaba sobre [Abinadí], y su rostro resplandecía con un brillo extraordinario, aun como el de Moisés en el monte de Sinaí, mientras hablaba con el Señor" (Mosíah 13:5).

Desafortunadamente, Noé y todos sus sacerdotes (excepto Alma) rechazaron el mensaje de Abinadí. Sin embargo, Abinadí ya le había dicho a Noé: "Lo que hagáis conmigo después de esto, será como símbolo y sombra de cosas venideras" (Mosíah 13:10). Como Noé ordenó que Abinadí fuera "[torturado] ... con brasas, sí, hasta la muerte", Abinadí profetizó que Noé y los sacerdotes impenitentes serían "[cazados], y [caerían] en manos de [sus] enemigos; y entonces [padecerían], así como [él padeció], los dolores de la muerte por fuego" (Mosíah 17:13, 18)8. Este irónico giro del destino del rey también es comparable al irónico giro del destino que experimentó el faraón en Éxodo. Seely observó: "En la historia del Éxodo, el faraón y sus ejércitos, irónicamente, sufrieron la muerte en las aguas del Mar Rojo (véase Éxodo 14)—la misma muerte que el faraón había decretado para los niños hebreos varones—al ser arrojados al agua"9. En la tabla siguiente se pueden observar otras similitudes.

Tabla 1. Similitudes entre las historias de Abinadí y Moisés

SimilitudEscritura:
Un rey malvado llama a sacerdotes malvadosMosíah 11:5; Éxodo 1:8; 7:11
Un rey malvado somete al puebloMosíah 11:1–15; Éxodo 1:13–14
Un rey malvado rechaza la autoridad del SeñorMosíah 11:27; Éxodo 5:2
Un rey malvado endurece su corazónMosíah 11:29; Traducción de José Smith, Éxodo 7:13
El profeta inicialmente huye para salvar su vidaMosíah 11:26; 12:1; Éxodo 2:15
El profeta anuncia una serie de plagasMosíah 12:3–7; Éxodo 7–10
El rey malvado finalmente reconocerá al SeñorMosíah 12:3; Éxodo 7:5, 17
El profeta desafía a los sacerdotes malvadosMosíah 12:25–29; Éxodo 7:8–12
El profeta es transfiguradoMosíah 13:5; Éxodo 34:29–30
El profeta anuncia la leyMosíah 12:34–36; 13:12–24; Éxodo 20:1–17
El profeta habla a un pueblo de dura cervizMosíah 13:29; Éxodo 32:9
La muerte del rey malvado refleja lo que había infligido al pueblo de DiosMosíah 17:15–18; Éxodo 1:22; 14:26–31

El porqué

Como profetas del Señor, tanto Abinadí como Moisés se tomaron en serio su responsabilidad de enseñar al pueblo acerca de Jesucristo. Esta responsabilidad quedó clara cuando Abinadí preguntó a Noé y a sus sacerdotes: "¿[N]o les profetizó Moisés concerniente a la venida del Mesías, y que Dios redimiría a su pueblo? Sí, y aun todos los profetas que han profetizado desde el principio del mundo, ¿no han hablado ellos más o menos acerca de estas cosas?" (Mosíah 13:33). No es de extrañar, entonces, que Abinadí también ofreciera un memorable sermón sobre Jesucristo, Su redención y Su expiación, y lo hizo basándose en Isaías 52:7-10 e Isaías 5310.

Abinadí también señaló a Jesucristo a través de su vida, especialmente a la luz de las profecías de Isaías sobre el Salvador. Al igual que Cristo, se burlarían de Abinadí, lo rechazarían y finalmente lo matarían por declarar la buena nueva de la expiación de Cristo. Sin embargo, el ministerio de Abinadí no fue en vano, y el sacerdote Alma "creyó en las palabras que Abinadí había dicho", convirtiendo a otros y fundando una iglesia en el desierto (Mosíah 17:2). John Hilton III resumió que

la influencia de Abinadí en el texto del Libro de Mormón puede ser subestimada por algunos. Como profeta trascendentral que habló 450 años después de que Lehi dejara Jerusalén, es responsable de la conversión de Alma. Alma y su posteridad guardarían los registros sagrados y guiarían a la Iglesia durante los siguientes 470 años. Abinadí, que vivió cronológicamente a medio camino entre Lehi y Mormón, configuró así radicalmente la segunda mitad de la historia nefita. ... El testimonio de Abinadí sobre Cristo afectó a generaciones y claramente tuvo una influencia textual importante en los individuos posteriores del Libro de Mormón11.

En resumen, a través del ministerio de Alma, innumerables personas llegarían a conocer la bondad y la misericordia del Señor, formando generaciones de nefitas justos. Finalmente, a través de la fe inquebrantable de Abinadí y su dedicación al Señor, Abinadí fue capaz de trabajar de muchas maneras en su calidad de profeta "como Moisés", llevando a innumerables almas a Jesucristo, tanto en la antigüedad como en los tiempos modernos.

Otras lecturas

David Rolph Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ: ‘O How Beautiful upon the Mountains Are Their Feet’”, en The Book of Mormon: The Foundation of Faith, ed. Joseph Fielding McConkie, David M. Whitchurch, Fred E. Woods y Patty A. Smith (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1999), 201–216.

John W. Welch, Gordon C. Thomasson y Robert F. Smith, “Abinadi and Pentecost”, en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies [FARMS]; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1992), 135–138.

John W. Welch y Greg Welch, “Did Abinadi Prophesy against King Noah on Pentecost?” en Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study and Teaching (Provo, UT: FARMS, 1999), chart 9-124.

  • 1. David Rolph Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ: ‘O How Beautiful upon the Mountains Are Their Feet’”, en The Book of Mormon: The Foundation of Faith, ed. Joseph Fielding McConkie, David M. Whitchurch, Fred E. Woods y Patty A. Smith (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1999), 202. Véase Deuteronomio 18:15, 18; 34:10.
  • 2. Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ”, 202.
  • 3. Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ”, 202.
  • 4. William H. C. Propp, Exodus 1–18: A New Translation with Introduction and Commentary (New York, NY: Doubleday, 1999), 322. Este término se traduce como "el que está a la cabeza, jefe" y puede reflejar a los sumos sacerdotes mencionados en Mosíah 11:11.
  • 5. Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ”, 203.
  • 6. Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ”, 203. Para una discusión específica sobre las plagas de Egipto, véase Central de las Escrituras, “¿Por qué se enviaron determinadas plagas contra Egipto? (Éxodo 7:3, 5)”, KnoWhy 631 (april 15, 2022). Sobre estas plagas en el posible escenario del Nuevo Mundo del Libro de Mormón, véase Central de las Escrituras, “¿Por qué Abinadí advirtió al pueblo de un viento oriental? (Mosíah 12:6–7)”, KnoWhy 560 (mayo 8, 2020).
  • 7. También es posible que Abinadí hablara con Noé en Pentecostés, que celebró que Moisés recibiera esta ley en el monte Sinaí. Este momento solo fortalecería la comparación de Abinadí con Moisés. Véase Central de las Escrituras, “¿Profetizó Abinadí durante la fiesta de Pentecostés? (Mosiah 13:5)”, KnoWhy 90 (abril 22, 2017); John W. Welch, Gordon C. Thomasson y Robert F. Smith, “Abinadi and Pentecost”, en Reexploring the Book of Mormon, ed. John W. Welch (Provo, UT: Foundation for Ancient Research and Mormon Studies [FARMS]; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1992), 135–138; John W. Welch y Greg Welch, “Did Abinadi Prophesy against King Noah on Pentecost?” en Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study and Teaching (Provo, UT: FARMS, 1999), chart 9-124; John W. Welch, John W. Welch Notes (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2020), 461–462.
  • 8. Para una discusión sobre este método de ejecución en el Nuevo Mundo (es decir, ser castigado con brazas), véase Central de las Escrituras, “¿Por qué fue Abinadí torturado con brasas? (Mosiah 17:13)”, KnoWhy 96 (abril 29, 2017); Mark Alan Wright y Kerry Hull, “Ethnohistorical Sources and the Death of Abinadi”, en Abinadi: He Came among Them in Disguise, ed. Shon D. Hopkin (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University; Salt Lake City: Deseret Book, 2018), 209–230.
  • 9. Seely, “Abinadi, Moses, Isaiah, and Christ”, 213. También se pueden hacer comparaciones adicionales entre los capítulos posteriores de Mosíah y la narración del Éxodo. Véase Central de las Escrituras, “¿Por qué el libro de Mosíah hace referencia a la historia del Éxodo? (Mosíah 11:27)”, KnoWhy 516 (mayo 28, 2019).
  • 10. Véase Mosíah 12:20–33, 15:14–20 y 13:31–15:13 para cada sección de Isaías, respectivamente.
  • 11. John L. Hilton III, “Abinadi’s Legacy: Tracing His Influence through the Book of Mormon”, en Abinadi, 109.
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