KnoWhy #751 | Septiembre 10, 2024
¿Cómo acertó el Libro de Mormón en tantas cosas sobre la antigua América?
Publicación aportada por
Scripture Central

"Algunas cosas, de entre tantas, pudieron haber adivinado acertadamente; mas he aquí, sabemos que todas estas obras grandes y maravillosas de que se ha hablado no pueden suceder". Helamán 16:16
El conocimiento
Desde que se publicó el Libro de Mormón en 1830, han salido a la luz muchas investigaciones nuevas que han aclarado mejor lo que los lectores modernos del libro saben sobre las antiguas Américas y sus pueblos. Además, detalles encontrados en el Libro de Mormón que se consideraban extraños o anacrónicos en realidad han resultado ser detalles auténticos de la América antigua1.
Si el Libro de Mormón es la historia de un pueblo real, como afirman los Santos de los Últimos Días, esto debería esperarse2. Sin embargo, si los escépticos tienen razón y el Libro de Mormón es una obra de ficción del siglo XIX, "entonces su autor estaba adivinando cada vez que escribía como un hecho algo sobre los antiguos habitantes de las Américas"3. Según Michael D. Coe, el prominente mayista de finales del siglo XX, en 1830, el conocimiento general sobre la cultura y la historia de Mesoamérica era esencialmente nulo4. Así pues, cualquier serie de conjeturas correctas de este supuesto autor podría evaluarse estadísticamente para determinar el grado de probabilidad de esta hipótesis.
Bruce E. Dale y Brian M. Dale han proporcionado un estudio de este tipo, comparando los detalles del Libro de Mormón con los de Los mayas, una de las obras introductorias más destacadas sobre Mesoamérica, escrita por Michael D. Coe y Stephen Houston. En concreto, los Dale utilizaron un análisis bayesiano para determinar hasta qué punto es matemáticamente probable que un libro como el Libro de Mormón pudiera haber sido una serie de conjeturas.
Mientras que muchos métodos estadísticos implican conocimientos matemáticos (como las probabilidades de lanzar un par de dados y obtener dos unos), la estadística bayesiana "proporciona un enfoque a la situación en la que no existen probabilidades matemáticamente bien definidas"5. Este tipo de enfoque es necesario con el Libro de Mormón, ya que no es posible determinar con precisión la probabilidad matemática exacta de adivinar correctamente detalles históricos específicos desconocidos.
Utilizando un enfoque bayesiano, se puede evaluar la fuerza de una hipótesis dada basándose en la probabilidad de que se produzcan todas las pruebas6. De este modo, los lectores interesados pueden actualizar racionalmente sus creencias previas en función de la fuerza o debilidad de una prueba determinada.
Mediante un análisis bayesiano, los Dales asignaron a una determinada prueba un cociente de probabilidad, o "factor de Bayes", de 0,5, 0,1 y 0,02 en función de lo específica, detallada e inusual que sea una determinada afirmación del Libro de Mormón7. Estos factores representan las probabilidades aproximadas de que alguien acierte en un detalle dado si este era algo conocido cuando se publicó el Libro de Mormón. Estos factores se pueden clasificar como evidencia bayesiana de apoyo, positiva o fuerte, respectivamente. Los Dales intentaron ser conservadores al estimar estos valores para no sobreestimar el valor de las pruebas o permitir que una sola prueba eclipsara o influyera en los hallazgos en su conjunto8.
Por ejemplo, una afirmación que es específica pero lo suficientemente simple como para que alguien en el siglo XIX haya podido aprenderla en otro lugar, se le da una probabilidad de uno en dos de reflejar realmente un aspecto del mundo antiguo. El Libro de Mormón afirma que varias ciudades recibieron el nombre de su fundador original, una práctica que se atestigua en Mesoamérica9. Sin embargo, "en la América fronteriza era una práctica común nombrar pequeños pueblos y aldeas según el fundador o la familia fundadora", por lo que los Dales califican esto solo como evidencia de apoyo bayesiano10.
Las afirmaciones que son específicas y detalladas se les otorga una probabilidad de uno en diez de reflejar un acierto preciso sobre el mundo antiguo. Por ejemplo, el Libro de Mormón hace repetidas referencias a los intérpretes, un conjunto de piedras videntes que permitieron a varios nefitas recibir revelación o traducir otros idiomas11. Los arqueólogos y antropólogos mesoamericanos han notado una tradición de larga data entre los pueblos mesoamericanos de utilizar cristales u otras piedras en prácticas de adivinación12. Sin embargo, dado que una práctica similar (aunque ligeramente diferente) era conocida por José Smith, los Dales otorgan a esta evidencia un factor de 0.1 de haber sido adivinada correctamente al azar13.
Finalmente, las afirmaciones que no solo son detalladas y específicas, sino también inusuales, reciben un factor de 0.02; es decir, el autor solo debería acertar en una de cada cincuenta de estas afirmaciones. Los Dales definen las afirmaciones inusuales como aquellas que "muy probablemente no eran conocidas por el [supuesto] escritor, alguien que vivía en el estado de Nueva York a principios del siglo XIX, cuando prácticamente no se conocía nada de la antigua Mesoamérica"14.
Un ejemplo de una afirmación específica, detallada e inusual se encuentra en las destrucciones mencionadas en 3 Nefi 8:5–23. En la opinión de los Dales, este relato es "un claro testimonio presencial de una erupción volcánica, con terremotos asociados, terribles tormentas y relámpagos, y un aire denso, sofocante y casi irrespirable"15. Nadie en el estado de Nueva York de la década de 1820 había experimentado una erupción volcánica de esta magnitud, ni podría haber sabido sobre las evidencias de grandes destrucciones volcánicas en Mesoamérica, ocurridas probablemente durante la primera mitad del primer siglo d. C.16. Estas consideraciones hacen extremadamente improbable que José Smith haya adivinado correctamente; por lo tanto, se considera evidencia bayesiana sólida.
En total, los Dales analizaron 131 puntos de datos del Libro de Mormón con distintos niveles de apoyo. Sin embargo, una vez que todos los datos fueron analizados, comenzaron su comparación con un "criterio escéptico" de mil millones a uno "a favor de la hipótesis de que el Libro de Mormón es, de hecho, falso". También tomaron en cuenta varias declaraciones hechas en el Libro de Mormón que aún no han sido respaldadas por evidencias arqueológicas y multiplicaron esos números, elevando aún más la dificultad para que cualquier evidencia del Libro de Mormón supere la posibilidad de que sea una obra de ficción. Además, realizaron estudios de control comparando detalles en The Maya con dos otras obras del siglo XIX17. Los autores también compararon ediciones anteriores del trabajo de Coe y Houston, observando que a medida que avanzaba el tiempo, las correspondencias solo aumentaban en número. Esto significa que a medida que se hacían nuevos descubrimientos, el caso a favor del Libro de Mormón solo se fortalecía18.
Una vez calculados estos números, el análisis bayesiano culminó multiplicando el criterio escéptico—las probabilidades de que el Libro de Mormón sea falso—con el conjunto de evidencias en apoyo al Libro de Mormón. Al hacerlo, los Dales concluyeron: "Encontramos que la probabilidad de que el Libro de Mormón sea ficticio es aproximadamente 1.03 x 10^ -111, menos de una en mil, milmillones, milmilloness, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones, milmillones"19. En otras palabras, la evidencia a favor del Libro de Mormón parece superar con creces la posibilidad de que José Smith haya podido acertar correctamente sobre tanto acerca de las antiguas Américas.
El Porqué
El Libro de Mormón relata que cuando las señas que precedían el nacimiento de Jesucristo comenzaron a manifestarse, muchos nefitas rechazaron esos signos, diciendo: “Algunas cosas, de entre tantas, pudieron haber adivinado acertadamente; mas he aquí, sabemos que todas estas obras grandes y maravillosas de que se ha hablado no pueden suceder” (Helamán 16:16). Aunque los hallazgos arqueológicos y antropológicos son más humildes en su alcance que los grandes signos que vieron los nefitas, no son menos asombrosos cuando se ven en su contexto adecuado y se comparan de cerca con el Libro de Mormón. A medida que aumenta la comprensión de estos temas, es cada vez más difícil que los lectores informados puedan declarar de manera similar y desdeñosa: “Algunas cosas pudo haber adivinado bien José Smith, entre tantas; mas he aquí, sabemos que el Libro de Mormón no puede ser verdadero”.
A medida que pasa el tiempo, la evidencia continúa respaldando las afirmaciones del Libro de Mormón de ser una historia auténtica de una civilización antigua de América. Hace más de veinte años, John L. Sorenson, el preeminente estudioso del Libro de Mormón en el contexto de la antigua América, observó: “Una y otra vez, las escrituras reflejan con precisión la cultura y la historia de la antigua Mesoamérica. ... Literalmente, nadie en la época de José Smith sabía ni podía haber sabido lo suficiente sobre los hechos de la exótica Centroamérica como para describir el cuadro sutil y preciso de la vida antigua que encontramos como telón de fondo en el Libro de Mormón”. Esto llevó a Sorenson a concluir que, o José Smith “fue un escritor increíblemente creativo”, o “tuvo acceso a un auténtico libro mesoamericano antiguo”20. El análisis bayesiano de Bruce y Brian Dale apoya y ayuda a cuantificar lo que Sorenson determinó después de sesenta años de estudiar el Libro de Mormón y la América precolombina21.
Por supuesto, nada de esto puede probar sin lugar a dudas que el Libro de Mormón es lo que afirma ser, y los lectores deben tener cuidado de notar esto al examinar la evidencia. En última instancia, la única manera en que los lectores pueden saber con certeza que el Libro de Mormón es verdadero es a través de la fe y la búsqueda de revelación de Dios, tal como instruyó Moroni (véase Moroni 10:3–5). Solo mediante este método los lectores modernos pueden obtener la paz que necesitan a través de este libro de escrituras y sacar el mayor provecho de sus estudios personales y familiares. Sin embargo, cuando los lectores se enfrenten a preguntas, estudios como el de los Dales pueden ayudar a mantener un entorno donde la fe pueda florecer22.
Otras lecturas
Bruce E. Dale y Brian M. Dale, “Joseph Smith: The World’s Greatest Guesser (A Bayesian Statistical Analysis of Positive and Negative Correspondences Between the Book of Mormon and ‘The Maya’)”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 32 (2019): 77–186.
Bruce E. Dale y Brian M. Dale, “Joseph Smith: Still the World’s Greatest Guesser (and Getting Better all the Time)”, Scripture Central, 2021.
John L. Sorenson, “How Could Joseph Smith Write So Accurately About Ancient American Civilization?”, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson y John W. Welch (Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2002).
- 1. Véase Matthew Roper, “Anachronisms: Accidental Evidence in Book of Mormon Criticisms”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship, aceptado para su publicación, para obtener una visión general de cuántos anacronismos se han propuesto en los dos últimos siglos y cuántos han demostrado ser detalles auténticos de la antigua América.
- 2. Para consultar las obras más actualizadas sobre el Libro de Mormón como historia real y antigua, véase Gregory Steven Dundas, Mormon’s Record: The Historical Message of the Book of Mormon (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book, 2024); Brant Gardner, Traditions of the Fathers: The Book of Mormon as History (Greg Kofford Books, 2015).
- 3. Bruce E. Dale y Brian M. Dale, “Joseph Smith: The World’s Greatest Guesser (A Bayesian Statistical Analysis of Positive and Negative Correspondences Between the Book of Mormon and ‘The Maya’)”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 32 (2019): 79.
- 4. Como se cita en Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 87.
- 5. Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 81.
- 6. En cuanto a la decisión de examinar todas y cada una de las pruebas, Dale y Dale escriben: "Es un error común (deliberado o no) considerar solo unas pocas pruebas al examinar la verdad o falsedad de una hipótesis dada. En el extremo, esta práctica se denomina falacia de prueba incompleta o por su designación en inglés cherry picking. En el cherry-picking, se excluyen deliberadamente de la consideración las pruebas contrarias a la hipótesis propia. Esta práctica es, por supuesto, deshonesta" y, además, “no puede permitirse en la investigación científica”. Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 84.
- 7. Dale y Dale, “World's Greatest Guesser”, 82.
- 8. Por ejemplo, Dale y Dale señalan que dadas algunas de las afirmaciones específicas, detalladas e inusuales, "una probabilidad de uno en 50 o 2% (0.02) es el peso máximo que le permitiremos a la evidencia que respalda las afirmaciones del Libro de Mormón de estar basada en hechos, incluso si pensamos que las probabilidades son más como una en un millón o menos". Además resumen: "Es otro error común considerar algunas piezas de evidencia relevante como teniendo peso infinito o teniendo peso cero comparado con otras piezas de evidencia. Esta práctica es irracional y acientífica. ... Ninguna prueba tiene un peso infinito. Siempre hay limitaciones en la fuerza de cualquier prueba individual. Suponer que una prueba tiene un peso infinito equivale a afirmar que la cuestión ya está decidida y que, por tanto, queda fuera del alcance de cualquier otra investigación racional y honesta". Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 84.
- 9. Véase Mosíah 23:31; Alma 8:7; Alma 17:19; 3 Nefi 9:9. Michael D. Coe y Stephen Houston, The Maya, 9na. ed. (Thames and Hudson, 2015), 194, señalan que la ciudad Ek’ Balam fue nombrada por su fundador original.
- 10. Dale y Dale, “World's Greatest Guesser”, 82.
- 11. Véase, por ejemplo, Mosíah 8:13-17; 28:13-16; Éter 3:23-24, 28.
- 12. Para más detalles, véase, por ejemplo, Coe y Houston, Maya, 107, 243, 296; Mark Alan Wright, "Nephite Daykeepers: Ritual Specialists in Mesoamerica and the Book of Mormon", en Ancient Temple Worship: Proceedings of the Expound Symposium, mayo 14, 2011 (Interpreter Foundation; Eborn, 2014), 243–246; Michael R. Ash, Rethinking Revelation and the Human Element in Scripture: The Prophet's Role as Creative Co-Author (FAIR Latter-day Saints, 2021), 499–564.
- 13. Dale y Dale, “World's Greatest Guesser”, 82.
- 14. Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 84.
- 15. Dale y Dale, “World's Greatest Guesser”, 139.
- 16. Véase Central de las Escrituras, “¿Qué causó la oscuridad y destrucción en el año 34? (3 Nefi 8:20)”, KnoWhy 197 (septiembre 4, 2017); Neal Rappleye, “‘The Great and Terrible Judgements of the Lord’: Destruction and Disaster in 3 Nephi and the Geology of Mesoamerica”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 15 (2015): 143–157; Jerry D. Grover Jr., Geology of the Book of Mormon (Grover Publications, 2014); Benjamin R. Jordan, “Volcanic Destruction in the Book of Mormon: Possible Evidence from Ice Cores”, Journal of Book of Mormon Studies 12, no. 1 (2003): 78–87; Bart J. Kowallis, “In the Thirty and Fourth Year: A Geologist's View of the Great Destruction in 3 Nephi”, BYU Studies 37, no. 3 (1997–1998): 136–190.
- 17. Dale y Dale, “Joseph Smith: The World’s Greatest Guesser”, 85, 90–92, 94–96. Las obras en cuestión fueron manuscrito encontrado de Solomon Spaulding y View of the Hebrews de Ethan Smith, libros que, según algunos, influyeron en el Libro de Mormón. Sin embargo, este y otros estudios han demostrado que estos libros contienen pocas conexiones reales, si es que tienen alguna, con el Libro de Mormón y, en cambio, contienen muchas más diferencias. Además, se comprobó que estas obras tienen poco que ver con lo que se conoce sobre la antigua Mesoamérica en el marco de este estudio de control.
- 18. Para el análisis de estos hallazgos, véase Bruce E. Dale y Brian M. Dale, “Joseph Smith: Still the World’s Greatest Guesser (and Getting Better all the Time)”, Scripture Central, 2021.
- 19. Dale y Dale, “World’s Greatest Guesser”, 93; cursiva en el original.
- 20. John L. Sorenson, “How Could Joseph Smith Write So Accurately About Ancient American Civilization?”, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson y John W. Welch (Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 2002), 261–262, 299.
- 21. La máxima expresión y culminación de la vida de estudios de Sorenson se encuentra en John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Deseret Book; Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013).
- 22. Austin Farrer argumentó una vez en una línea similar, afirmando: "Aunque la argumentación no crea convicción, la falta de ella ...".