Evidencia #487 | Marzo 26, 2025
Un nuevo relato de la Creación
Publicación aportada por
Scripture Central

Resumen
El Libro de Moisés presenta una versión de la Creación que difiere un poco del relato en el libro del Génesis. Otros antiguos documentos judíos y cristianos ofrecen relatos similares de la Creación que se apartan del Génesis.Un aspecto interesante del Libro de Moisés es que presenta su propio relato de la Creación en Moisés 2–3. Esta versión se alinea estrechamente con la narrativa de la Creación en Génesis 1–2, pero también tiene detalles que no se encuentran en la Biblia, como se ve en la siguiente tabla (los cambios significativos se indican en negrita):
Génesis 1 | Moisés 2 |
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz 4 Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el día primero. | 1 Soy el Principio y el Fin, el Dios Omnipotente; he creado estas cosas por medio de mi Unigénito; sí, en el principio creé los cielos y la tierra sobre la cual estás. 2 Y la tierra estaba sin forma, y vacía; y yo hice que la obscuridad viniera sobre la faz del abismo; y mi Espíritu obraba sobre la faz del agua, porque yo soy Dios. 3 Y yo, Dios, dije: Haya luz; y hubo luz. 4 Y yo, Dios, vi la luz, y que la luz era buena. Y yo, Dios, separé la luz de las tinieblas. 5 Y yo, Dios, llamé a la luz Día, y a las tinieblas llamé Noche; e hice esto por la palabra de mi poder, y fue hecho como yo mandé; y fueron la tarde y la mañana el día primero. |
Debido a varios factores, probablemente sea imposible desentrañar la relación histórica precisa entre estos dos textos1. Sin embargo, el hecho de que el Libro de Moisés incluya un relato original de la Creación, resulta bastante intrigante. Esto se debe a que otros documentos antiguos contienen relatos de la Creación similares. Entre ellos se encuentran los mitos de la creación de diversas culturas del Cercano Oriente, así como textos judíos y cristianos que, como el Libro de Moisés, presentan versiones alternativas de la historia de la Creación registrada en Génesis2.
Por ejemplo, al igual que el Libro de Moisés, el libro de Jubileos comienza con Moisés ascendiendo a una montaña y recibiendo una revelación del Señor. Cada texto ofrece una narración de los seis días de la Creación. El siguiente cuadro compara los tres primeros días en cada relato:3
Días | Moisés 2 | Jubileos 2 |
El Primer día | 2–5 Y la tierra estaba sin forma, y vacía; y yo hice que la obscuridad viniera sobre la faz del abismo; y mi Espíritu obraba sobre la faz del agua, porque yo soy Dios. Y yo, Dios, dije: Haya luz; y hubo luz. Y yo, Dios, vi la luz, y que la luz era buena. Y yo, Dios, separé la luz de las tinieblas. Y yo, Dios, llamé a la luz Día, y a las tinieblas llamé Noche; e hice esto por la palabra de mi poder, y fue hecho como yo mandé; y fueron la tarde y la mañana el día primero. | 2 … [C]reó los abismos y las tinieblas, crepúsculo (y noche), y la luz, aurora y día, que Él ha preparado en el conocimiento de su corazón. Entonces vimos sus obras y le alabamos y exhaltamos delante de él por todas sus obras; porque siete grandes obras creó en el primer día... |
Segundo día | 6–8 Y otra vez yo, Dios, dije: Haya un firmamento en medio de las aguas; y fue hecho tal como yo mandé; y dije: Separe aquel las aguas de las aguas; y fue hecho; y yo, Dios, hice el firmamento y separé las aguas; sí, las grandes aguas debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento; y fue hecho tal como yo mandé. Y yo, Dios, llamé al firmamento Cielo; y fueron la tarde y la mañana el día segundo. | 4 Y en el segundo día creó el firmamento en medio de las aguas, y las aguas se dividieron ese día: la mitad de ellas subieron y la otra mitad descendió debajo del firmamento (que estaba) en medio sobre la faz de toda la tierra. Y esta fue la única obra (de Dios) creada en el segundo día. |
Tercer día | 9–13 Y yo, Dios, dije: Júntense las aguas que están debajo del cielo en un lugar, y así se hizo. Y yo, Dios, dije: Aparezca lo seco, y así fue. Y yo, Dios, llamé a lo seco Tierra, y al recogimiento de las aguas llamé Mar; y yo, Dios, vi que todas las cosas que había hecho eran buenas. Y yo, Dios, dije: Produzca la tierra pasto, la hierba que dé semilla, el árbol frutal que produzca fruto, según su especie, y el árbol que dé fruto, cuya semilla esté en sí sobre la tierra; y fue hecho tal como yo mandé. Y la tierra produjo pasto, toda hierba que da semilla según su especie, y el árbol que produce fruto, cuya semilla habría de estar en él, según su especie, y yo, Dios, vi que todas las cosas que había hecho eran buenas; y fueron la tarde y la mañana el día tercero. | 5–7 Y al tercer día ordenó que las aguas pasaran de sobre la faz de la tierra a un solo lugar, y que apareciera la tierra seca. Y las aguas hicieron tal como Él les había ordenado, y se retiraron de la faz de la tierra a un lugar fuera de este firmamento, y apareció la tierra seca. Y en aquel día creó para ellos todos los mares según sus respectivos lugares de reunión, y todos los ríos y las concentraciones de las aguas en las montañas y en toda la tierra, y todos los lagos y todo el rocío de la tierra, y la semilla que se siembra, y todo lo que brota, y los árboles frutales, y los árboles del bosque, y el jardín del Edén, en el Edén y todas las plantas según su especie. Estas cuatro grandes obras Dios creó en el tercer día. |
Aunque la versión de los Jubileos se desvía del texto del Génesis en mayor medida que el Libro de Moisés, aún se aborda cada día de la Creación y su tema correspondiente. Un ejemplo que presenta aún más variaciones se encuentra en 2 Enoc. Cabe señalar, sin embargo, que se trata de un relato en primera persona del propio Señor, al igual que en el Libro de Moisés. Debido a la longitud de las explicaciones en 2 Enoc, a continuación solo se comparan los primeros dos de los seis días de la Creación:4
Días | Moisés 2 | 2 Enoc |
El Primer día | 2–5 Y la tierra estaba sin forma, y vacía; y yo hice que la obscuridad viniera sobre la faz del abismo; y mi Espíritu obraba sobre la faz del agua, porque yo soy Dios. Y yo, Dios, dije: Haya luz; y hubo luz. Y yo, Dios, vi la luz, y que la luz era buena. Y yo, Dios, separé la luz de las tinieblas. Y yo, Dios, llamé a la luz Día, y a las tinieblas llamé Noche; e hice esto por la palabra de mi poder, y fue hecho como yo mandé; y fueron la tarde y la mañana el día primero. | 27:1–4 "Y ordené que se sacara de la luz y de las tinieblas, y dije: 'Sé espeso', y quedó así y lo extendí con la luz, y se hizo agua, y lo extendí sobre las tinieblas, debajo de la luz, y entonces hice firmes las aguas, es decir sin fondo. E hice fundamento de luz alrededor del agua, y creé siete círculos desde dentro, y la imaginé (es decir, el agua) como cristal mojado y seco, es decir como vidrio, y la circuncesión de las aguas y los demás elementos. Y les mostré a cada uno de ellos su camino, y las siete estrellas cada una de ellas en su cielo, que iban así, Y vi que era bueno. Y me separé entre la luz y las tinieblas, es decir, en medio del agua de aquí y de allá, y dije a la luz que sería el día, y a las tinieblas que sería la noche, y fue la tarde y fue la mañana el primer día". |
Segundo día | 6–8 Y otra vez yo, Dios, dije: Haya un firmamento en medio de las aguas; y fue hecho tal como yo mandé; y dije: Separe aquel las aguas de las aguas; y fue hecho; y yo, Dios, hice el firmamento y separé las aguas; sí, las grandes aguas debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento; y fue hecho tal como yo mandé. Y yo, Dios, llamé al firmamento Cielo; y fueron la tarde y la mañana el día segundo. | 28:1–5 "Y luego hice firme el círculo celestial, e hice que el agua inferior que está debajo del cielo se reuniera en un todo, y que el caos se secara, y así quedó. De las olas creé una roca dura y grande, y de la roca amontoné lo seco, y a lo seco lo llamé tierra, Y al medio de la tierra lo llamé abismo, es decir, lo sin fondo, recogí el mar en un solo lugar y lo uní con un yugo. Y dije al mar: 'He aquí, te doy tus límites eternos y no te liberarás de tus componentes'. Así afiancé el firmamento. Este día me llamé el primero creado. [Luego llegó la noche y (de nuevo) la mañana, y fue el segundo día]". |
El tema de la Creación también aparece repetidamente en 3 Enoc. Por ejemplo, tras ser informado de los actos creativos regulares de Dios en los cielos, que lleva a cabo a través de su "palabra", al iniciado celestial (Rabí Ismael) se le muestra lo siguiente:
las letras por las cuales se crearon
el cielo y la tierra; las letras por las cuales se crearon los mares y los ríos;
las letras por las cuales se crearon las montañas y
las colinas; las letras por las cuales se crearon los
árboles y las hierbas; las letras por las cuales se crearon
las estrellas y las constelaciones; las letras por las cuales se crearon el orbe de
la luna y el disco solar, Orión y las Pléyades, y todas las diversas luminarias de Raqia;
las letras por las cuales se crearon los ángeles ministrantes;
las letras por las cuales se crearon los serafines y las criaturas;
las letras por las cuales se crearon el trono de gloria y las ruedas del carro; las letras por
las cuales se crearon las necesidades del mundo; las letras por las cuales se crearon
la sabiduría y la comprensión, el conocimiento y la inteligencia,
la humildad y la rectitud, por las cuales se sostiene el mundo entero5.
Estos relatos enóquicos de la Creación son notables porque el Libro de Moisés también incluye una expansión sobre el profeta Enoc, quien fue arrebatado al cielo y obtuvo su propia comprensión de la Creación. En un momento dado, Enoc declaró al Señor: "Y si fuera posible que el hombre pudiese contar las partículas de la tierra, sí, de millones de tierras como esta, no sería ni el principio del número de tus creaciones" (Moisés 7:30). En otro pasaje, aprendemos que Enoc "vio los espíritus que Dios había creado; y también vio cosas que el ojo natural no percibe" (Moisés 6:36).

En un documento conocido como la Cueva de los Tesoros también se menciona un relato de la Creación en siete días:
En el principio, en el primer día, que era el santo Primer día de la Semana, el principal y primogénito de todos los días, creó Dios los cielos y la tierra... En el segundo día, Dios creó el cielo inferior y lo llamó "firmamento"... Y al tercer día, Dios ordenó que las aguas que estaban debajo del firmamento se reunieran en un solo lugar, y que apareciera la tierra seca... En el cuarto día, Dios creó el sol, la luna y las estrellas... En el quinto día, Dios mandó a las aguas, y estas produjeron toda clase de peces de diversas apariencias, y criaturas que se retuercen y se mueven en las aguas... En el sexto día, es decir, el viernes, formó Dios al hombre del polvo, y a Eva de su costilla. En el séptimo día descansó Dios de sus trabajos, y fue llamado Sabbath6.
También aparece material relevante en los Oráculos Sibilinos. Tras prometer que profetizaría sobre todas las cosas, el narrador inmediatamente salta a un relato sobre la Creación:
Primero, me ordena Dios proclamar con precisión cómo se originó el mundo. Y tú, taimado mortal, atiende con sensatez, para que nunca descuides mis mandatos, al excelso rey que creó todo el mundo con solo decir: "hágase" y fue hecho. [...] [Dios] puso los cimientos de la tierra sobre el Tártaro, y [É]l mismo le dio la dulce luz. Extendió el cielo por encima y el glauco mar desplegó; a la bóveda celeste dióle corona de brillantes astros y adornó la tierra con plantas. Con el caudal de los ríos llenó el mar y mezcló con aire los vientos y las nubes cargadas de rocío. También distribuyó otra raza, los peces en los mares, y entregó las aves a los vientos; para los bosques fueron las fieras de cuello velloso, para la tierra las serpientes reptiles [y todas las cosas que ahora se ven]. Él mismo hizo estas cosas con una palabra, y todo llegó a ser, rápida y verdaderamente. Porque se engendró a [S]í mismo y desde el cielo miraba. Bajo [É]l el mundo ha sido llevado a su plenitud7.
Los temas de la Creación figuran de forma destacada en varios otros documentos judíos y cristianos antiguos, aunque no siempre se presenta un relato formal de la Creación día a día8.
Conclusión
De todos los libros de la Biblia, los únicos relatos de la creación se encuentran juntos en Génesis 1–2. Por lo tanto, si José Smith simplemente estaba inventando el Libro de Moisés y usando la Biblia King James como guía, habría pocos precedentes para que él desarrollara su propia narrativa de la Creación tomando como modelo el relato de Génesis. Sin embargo, esto es precisamente lo que encontramos en una amplia gama de textos antiguos y medievales9. En su mayor parte, tales fuentes no habrían sido accesibles para Smith, ya fuera porque no habían sido descubiertas o porque eran oscuras y aún no se habían traducido al inglés. El novedoso relato de la Creación que se encuentra en Moisés 2–3 es, por lo tanto, una característica que se podría esperar de un documento genuinamente antiguo.
Jeffrey M. Bradshaw, “The Book of Moses as a Temple Text”, Interpreter: A Journal of Latter-Day Saint Faith and Scholarship 49 (2021): 63–112.
Aaron P. Schade y Matthew L. Bowen, “Moses 2: The Purpose and Logistics of Creation”, en The Book of Moses: from the Ancient of Days to the Latter Days (Religious Studies Center, Brigham Young University; Deseret Book), 107–30.
Jeffrey M. Bradshaw, In God's Image and Likeness 1: Creation, Fall, And the Story of Adam and Eve (Eborn Books, 2009), 61–42.
- 1. Entre estos factores se encuentran la gran antigüedad de estos relatos, así como las incógnitas sobre su origen, transmisión, redacción y traducción.
- 2. Para un análisis de los mitos de la creación del Cercano Oriente, véase Richard J. Clifford S. J., Creation Accounts in the Ancient Near East and in the Bible, The Catholic Biblical Quarterly Monograph Series 26 (The Catholic Biblical Association of America, 1994).
- 3. Traducción de O. S. Wintermute, “Jubilees”, en The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 2: Expansions of the “Old Testament”, ed. James H. Charlesworth (Doubleday, 1985), 55.
- 4. Traducción de F. I. Anderson, “2 (Slavonic Apocalypse of) Enoch”, en The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 1, 146.
- 5. Traducción de Philip Alexander, “3 (Hebrew Apocalypse of) Enoch”, en The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 1, ed. James H. Charlesworth (Doubleday, 1983), 292.
- 6. Traducción de Alexander Toepel, “The Cave of Treasures”, en The Old Testament Pseudepigrapha: More Noncanonical Scriptures, ed. Richard Bauckham, James R. Davila, Alexander Panayotov (Wm. B. Eerdmans Publishing Co. 2013), 540–541.
- 7. Traducción de J. J. Collins, “Sibylline Oracles”, en The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 1, 336.
- 8. Véase, por ejemplo, Charlesworth, ed., The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 1, 533–536, 610–611, 927; Charlesworth, ed., The Old Testament Pseudepigrapha, Volume 2, 295–296, 600–601, 748–749.
- 9. Incluso los textos medievales posteriores a menudo conservan tradiciones y materiales mucho más antiguos. Véase Jeffrey M. Bradshaw y Ryan Dahle, “Could Joseph Smith Have Draw on Ancient Manuscripts When He Translated the Story of Enoch?: Recent Updates on a Persistent Question”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 33 (2019): 305–374.