Evidencia #270 | Noviembre 15, 2021
Un juego de palabras sobre Lamán
Publicación aportada por
Scripture Central

Resumen
En el Libro de Mormón encontramos numerosas evidencias de juegos de palabras en hebreo con el nombre de Lamán, centrados en la idea de la fe o la falta de ella.Lamán en el Libro de Mormón
El nombre Lamán del Libro de Mormón no se encuentra en la Biblia. Lamán es el hijo mayor de Lehi, quien con frecuencia se rebelaba contra las enseñanzas proféticas de su padre y de su hermano menor Nefi. Tras la muerte de Lehi, Lamán y sus seguidores pasaron a ser conocidos como lamanitas y se convirtieron en enemigos del pueblo de Nefi. No obstante, cabe destacar que el Libro de Mormón también describe cómo los descendientes de Lamán y su pueblo se convirtieron en un ejemplo de gran fe y fidelidad una vez que se convirtieron al Señor.
Lamán, la fe y la fidelidad
En otro artículo de Evidencia, se demostró que Lamán es un nombre autenticado del antiguo Cercano Oriente1. Matthew Bowen argumenta que, si bien la etimología del nombre es incierta, el elemento mn en Lamán habría invitado a juegos de palabras basados en una sólida asociación con el hebreo ĕmu ̂n ("fe") y ĕmûnâ ("fidelidad"). La raíz ʾmn tiene el significado de "ser firme, digno de confianza" y transmite significados relacionados de "fiable", "creer", "tener confianza en", "seguridad", "fidelidad", "firmeza" y "verdad"2.
"Hijos sin fe"
Bowen establece una conexión entre el nombre Lamán y la caracterización de Israel en el Cántico de Moisés en Deuteronomio 32:20:
Los israelitas rebeldes se caracterizan allí como "hijos en los que hay incredulidad" [del hebreo bānim lō’-ēmun bām], o, traducido de manera diferente, "hijos sin fe", de quienes el Señor escondería "[Su] rostro", es decir, los apartaría de Su presencia (Deuteronomio 32:30). La frase lō’-ēmun (l’ ‘mn no vocalizado) puede haber sido la base de, o catalizado la formación de, un juego de palabras negativo sobre el nombre "Lamán" entre los primeros nefitas. Si es así, este juego de palabras puede haber imbuido el término "lamanitas" con el significado de "infieles" o "incrédulos"3.
El tema de la fe en el relato de Nefi
La fe en el Señor es un tema importante en el registro de Nefi, donde la fe y la fidelidad de Nefi a menudo contrastan con la falta de fe o incredulidad de Lamán y los que lo siguieron. Lamán y su hermano Lemuel cuestionaron las experiencias visionarias de Lehi, "ni creían tampoco que aquella gran ciudad de Jerusalén pudiera ser destruida conforme a las palabras de los profetas" (1 Nefi 2:13). Nefi se refiere reiteradamente a su rebelión como motivada por la incredulidad.
Cuando se le ordenó obtener las planchas de bronce de Labán, Nefi alentó a Lamán y a sus hermanos a ser fieles (1 Nefi 3:16–21). Cuando se rebelaron en el desierto, Nefi les recordó que el Señor podía hacer "todas las cosas según su voluntad, para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él. Por tanto, seámosle fieles" (1 Nefi 7:12). Mientras construía un barco, Nefi dijo: "exhorté a mis hermanos a que fueran fieles y diligentes" (1 Nefi 17:15). A pesar de estos esfuerzos, Lamán y Lemuel "no creyeron que yo era capaz de construir un barco, ni creían tampoco que había recibido instrucciones del Señor" (1 Nefi 17:18).
Cuando la familia de Lehi se dividió después de su muerte, los que siguieron a Lamán (los lamanitas) se convirtieron en enemigos acérrimos del pueblo de Nefi. Generaciones de odio e incredulidad obstaculizaron los esfuerzos nefitas por reconciliarse, lo que llevó a los lamanitas a rechazar las enseñanzas del Señor, de modo que, como explicó el rey Benjamín, "ni siquiera las creen cuando se las enseñan, a causa de las tradiciones de sus padres, las cuales no son correctas" (Mosíah 1:5).
Un cambio notable: la fe de los conversos lamanitas
A pesar de la incredulidad de Lamán y sus seguidores iniciales, el Libro de Mormón relata la notable conversión de muchos de sus descendientes y enfatiza su fidelidad posterior. Cuando los hijos del rey Mosíah desearon emprender una peligrosa misión para predicar el Evangelio a los lamanitas, el Señor prometió que "muchos creer[ían] en sus palabras" (Mosíah 28:7). Cuando el rey Lamoni (un nombre que se asemeja a Lamán e invita a una connotación similar) fue vencido por la influencia del Espíritu y cayó a tierra, Ammón consoló a su esposa.
Y dijo a la reina: No está muerto, sino que duerme en Dios, y mañana se levantará otra vez; por tanto, no lo enterréis. Y le dijo Ammón: ¿Crees tú esto? Y ella le dijo: No tengo más testimonio que tu palabra y la palabra de nuestros siervos; no obstante, creo que se hará según lo que has dicho. Y le dijo Ammón: Bendita eres por tu fe excepcional; y te digo, mujer, que nunca ha habido tan grande fe entre todo el pueblo nefita (Alma 19:8–10).
Cuando otro grupo de lamanitas se convenció de la verdad del Evangelio, los hijos de Amulón los ejecutaron porque "empezaron a descreer las tradiciones de sus padres, y a creer en el Señor, y que él daba gran poder a los nefitas; y así se convirtieron muchos de ellos en el desierto" (Alma 25:5–6). Una generación más tarde, los hijos de los conversos lamanitas juraron defender al pueblo de Nefi. Helamán, su profeta y líder, registró su fiabilidad en la batalla y la justicia. Helamán describió la preservación milagrosa de sus jóvenes guerreros debido a que eran "firmes e impávidos" en su obediencia a sus mandamientos.
Y lo atribuimos con justicia al milagroso poder de Dios, por motivo de su extraordinaria fe en lo que se les había enseñado a creer: que había un Dios justo, y que todo aquel que no dudara, sería preservado por su maravilloso poder. Esta, pues, fue la fe de aquellos de que he hablado; son jóvenes, y sus mentes son firmes, y ponen su confianza en Dios continuamente (Alma 57:21, 26–27).
El Señor le dice a otro grupo de lamanitas convertidos: "¡Paz, paz a vosotros por motivo de vuestra fe en mi Bien Amado, que era desde la fundación del mundo!" (Helamán 5:46–47).
El ejemplo de la fidelidad lamanita
Bowen observa cómo en tiempos de iniquidad nefita, los nefitas "en gran medida, se convirtieron en el tipo de incrédulos que ejemplificaban los peores aspectos de lo que, en su propio orgullo, siempre habían detestado sobre la incredulidad y la cultura lamanitas"4. En uno de esos momentos, un lamanita converso llamado Samuel les recordó a los nefitas inicuos la fidelidad de aquellos lamanitas que se convirtieron al Señor.
Y he aquí, sabéis por vosotros mismos, porque lo habéis presenciado, que cuantos de ellos llegan al conocimiento de la verdad, y a saber de las inicuas y abominables tradiciones de sus padres, y son conducidos a creer las Santas Escrituras, sí, las profecías escritas de los santos profetas, que los llevan a la fe en el Señor y al arrepentimiento, esa fe y arrepentimiento que efectúan un cambio de corazón en ellos; por lo tanto, cuantos han llegado a este punto, sabéis por vosotros mismos que son firmes e inmutables en la fe, y en aquello con lo que se les ha hecho libres... Y por motivo de su firmeza, cuando llegan a creer en aquello que creen, por causa, pues, de su firmeza, una vez que son iluminados, he aquí, el Señor los bendecirá y prolongará sus días a pesar de su iniquidad (Helamán 15:7–10).
Poco antes de la muerte de Cristo, en una época de gran apostasía, Mormón notó la fidelidad de otro grupo de lamanitas que habían recibido el Evangelio. "Y así surgió una gran desigualdad en toda la tierra, de tal modo que empezó a deshacerse la iglesia; sí, a tal grado que en el año treinta se deshizo la iglesia en toda la tierra, con excepción de entre unos pocos lamanitas que se habían convertido a la verdadera fe; y no quisieron separarse de ella, porque eran firmes, inquebrantables e inmutables; y estaban dispuestos a guardar los mandamientos del Señor con toda diligencia" (3 Nefi 6:14). La descripción que hace Mormón de la fe lamanita evoca las esperanzas anteriores del padre Lehi para sus hijos (1 Nefi 2:9–10).
Conclusión
Los relatos del Libro de Mormón que describen a Lamán y a los lamanitas apuntan a un juego de palabras centrado en el concepto de fe (ĕmûn) y fidelidad (ĕmûnâ) con significados relacionados de firmeza y constancia. En un contexto negativo, Lamán y su pueblo eran un pueblo que se debilitaba en la incredulidad (1 Nefi 12:22). Sin embargo, cuando se convirtieron al Señor, esta caracterización negativa dio un gran giro, revelando a los lamanitas arrepentidos como un pueblo creyente, cuya fe y fidelidad, afirman los profetas nefitas, a menudo superaba con creces a la de los nefitas. El aparente juego de palabras asociado con Lamán y su pueblo apunta a la sofisticación literaria del Libro de Mormón y a sus orígenes hebreos.
LECTURAS ADICIONALES
Matthew L. Bowen, “Laman and Nephi as Key Words: An Etymological, Narratological, and Rhetorical Approach to Understanding Lamanites and Nephites as Religious, Political, and Cultural Descriptors”, FAIR Conference Presentation, 5–7 de agosto de 2019.
Matthew L. Bowen, “Not Partaking of the Fruit: Its Generational Consequences and Its Remedy”, en The Things Which My Father Saw: Approaches to Lehi's Dream and Nephi's Vision, ed. Daniel L. Belnap, Gaye Strathearn, Stanley A. Johnson (Salt Lake City, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 240–263.
Stephen D. Ricks, “Lehi and Local Color”, FARMS Review 21, no. 2 (2009): 173.
ESCRITURAS RELEVANTES
Biblia
Libro de Mormón
NOTAS A PIE DE PÁGINA
- 1 Véase Scripture Central, “Book of Mormon Evidence: Laman, an Attested Name”, Evidence 0264, noviembre 1, 2021, en línea en scripturecentral.org.
- 2 Ludwig Koehler y Walter Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament 5 vols. (Leiden: Brill, 2001), 1:62–65.
- 3 Matthew L. Bowen, “Not Partaking of the Fruit: Its Generational Consequences and Its Remedy”, en The Things Which My Father Saw: Approaches to Lehi's Dream and Nephi's Vision, ed. Daniel L. Belnap, Gaye Strathearn, Stanley A. Johnson (Salt Lake City, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 242–243.
- 4 Matthew L. Bowen, “Not Partaking of the Fruit”, 255.