Evidencia #99 | Septiembre 19, 2020

La muerte de Labán

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Scripture Central

Resumen

Cuando se sitúa en un contexto legal y religioso antiguo, la muerte de Labán por parte de Nefi puede verse como un asesinato moral y legalmente justificable.

El hecho de que Nefi matara a Labán desempeña un papel crucial en su narración autobiográfica, ya que permitió que su familia obtuviera un registro de las escrituras inscrito en planchas de bronce (véase 1 Nefi 5:10–14) 1. Cuando se sitúa el relato de Nefi de este suceso en un contexto legal y religioso antiguo, parece que redactó cuidadosamente su narración para demostrar que el asesinato de Labán no fue ni inmoral ni técnicamente ilegal, basándose en las leyes de su época y cultura.

El estado mental de Nefi

"I Did Obey the Voice of the Spirit" [Obedecí la voz del Espíritu] de Walter Rane.

El especialista en Derecho, John W. Welch, ha señalado que la definición legal moderna típica de una acción premeditada, como el asesinato, "solo requiere conciencia y determinación, y no es necesario que dicha determinación se haya formulado antes del instante en que se produce"2. En contraste, la premeditación en la antigua ley israelita "requería que un asesinato hubiera sido planeado, ideado, maquinado o ejecutado mediante algún tipo de traición, emboscada, sabotaje o acecho"3. Además, para evitar la culpabilidad por un homicidio requería que "el asesino no hubiera ‘tenido enemistad’ con su prójimo en el pasado (Deuteronomio 19:4), no hubiera ‘enarde[cido] contra su prójimo y lo mata con alevosía’ (Éxodo 21:14), o no lo hubiera herido en ‘odio’ o con ‘enemistad’ (Números 35:20, 22)"4.

Las declaraciones de Nefi parecen llamar conscientemente la atención sobre estas estipulaciones para justificar sus acciones y demostrar su inocencia. Declaró específicamente que "iba guiado por el Espíritu, sin saber de antemano lo que tendría que hacer" (1 Nefi 4:6). Por lo tanto, no tenía ningún plan específico para matar o dañar a Labán. Adicionalmente, Nefi explicó su deseo de no matar a Labán: “me sobrecogí y deseé no tener que matarlo” (v. 10). Por lo tanto, no albergaba odio violento ni enemistad hacia Labán. Además, Nefi dijo que estaba "constreñido por el Espíritu" a matar a Labán (v. 10). De acuerdo con Welch, la acción de Nefi basada en esta redacción se habría considerado "involuntaria según... las concepciones hebrea o griega"5

El papel de la voluntad divina

Aunque se podrían proponer varias razones prácticas para la necesidad de la muerte de Labán6, la principal razón de su ejecución fue que el Señor ordenó a Nefi que lo matara. En respuesta a la renuencia de Nefi, el Señor afirmó repetidamente que la muerte de Labán obedecía a la voluntad divina y que "el Señor lo ha puesto en tus manos" (1 Nefi 4:11–12). Welch identificó esta frase como una "cita casi literal de Éxodo 21:13" que justifica un homicidio si un hombre "no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos" (énfasis añadido). Welch propuso que lo más probable es que Nefi estuviera familiarizado con este pasaje y que "bajo esta circunstancia inusual y extraordinaria, el asesinato era en ambos aspectos legalmente justificable y religiosamente excusable"7.

Mejor que un solo hombre perezca

Como justificación adicional de esta muerte, el Espíritu le explicó a Nefi: “he aquí que el Señor mata a los malvados para que se cumplan sus justos designios. Es mejor que muera un hombre a dejar que una nación degenere y perezca en la incredulidad” (1 Nefi 4:13). Después de señalar los primeros precedentes bíblicos para este concepto jurídico8, Welch señaló que "no cabe duda" de que este principio "estaba reconocido bajo la ley judía primitiva y que estaba en consonancia con el razonamiento expresamente expuesto en el caso de Labán"9

Algunos rabinos sostenían razonablemente que el principio legal era especialmente aplicable si el hombre que era asesinado por el bien del pueblo era culpable de un crimen digno de muerte10. Labán ciertamente estaría en esta categoría porque afirmó falsamente que Lamán era un ladrón 11, robó la propiedad de Lehi y luego intentó injustamente matar a Nefi y sus hermanos (véase 1 Nefi 3:13, 25)12.

Huida a la tierra señalada

Moisés mata a un egipcio.

En lugar de ser ejecutados, aquellos que cometieron un homicidio no premeditado estaban obligados por ley a huir a un lugar que Dios había designado (véase Éxodo 21:13). Al igual que Moisés, que huyó al desierto después de matar a un egipcio, Nefi huyó al desierto después de matar a Labán. Luego, como lo exigía la ley, él y su familia finalmente fueron guiados a una tierra que Dios les había designado específicamente (véase 2 Nefi 1:5) 13  

Conclusión

Welch señaló que "la audiencia de José Smith del siglo XIX estaba tan escandalizada por la muerte de Labán por parte de Nefi como lo está una audiencia moderna. Los primeros críticos del Libro de Mormón vieron fácilmente este episodio como una clara indicación de que el Libro de Mormón no había sido inspirado por Dios"14. Sin embargo, cuando se coloca en un "contexto legal antiguo... el asesinato de Labán tiene sentido, tanto legal como religiosamente, como un asesinato no premeditado, no deseado, divinamente excusable y justificable, algo muy diferente de lo que la gente hoy en día normalmente considera homicidio criminal"15.

LECTURAS ADICIONALES

Central de las Escrituras, “¿Fue legal la muerte de Labán realizada por Nefi? (1 Nefi 4:18)”, KnoWhy 256 (noviembre 24 , 2017).

John W. Welch, “Introduction”, Studia Antiqua 3, no. 2 (2003): 9–12.

John W. Welch y Heidi Harkness Parker, “Better That One Man Perish”, en Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s (Provo, UT: FARMS, 1999), 17–19.

John A. Tvedtnes, “The Slaying of Laban”, The Most Correct Book: Insights from a Book of Mormon Scholar, 1ª ed. (Salt Lake City, UT: Cornerstone Publishing, 1999), 110–112.

John W. Welch, “Legal Perspectives on the Slaying of Laban”, Journal of Book of Mormon Studies 1, no. 1 (1992): 119–141.

ESCRITURAS RELEVANTES

1 Nefi 4:6–18

NOTAS A PIE DE PÁGINA

Ley
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