Evidencia #373 | Octubre 3, 2022

La magistral oración de Benjamín

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Scripture Central

Resumen

El discurso del rey Benjamín manifiesta una serie de impresionantes cualidades retóricas que son difíciles de atribuir a José Smith.

De acuerdo con John W. Welch, "en las historias de la mayoría de las culturas, ciertos discursos se destacan como oraciones particularmente conmovedoras que destilan, dan forma e impulsan el espíritu de sus tiempos críticos. El de Benjamín fue uno de esos discursos"1. Welch comenta extensamente sobre doce características diferentes que revelan la calidad de las palabras de Benjamín, y que resume de la siguiente manera:

Este discurso (1) plantea las últimas opciones humanas en un relieve audaz, (2) emplea una lógica ética convincente y profunda, (3) da instrucciones inequívocas para permitir el éxito, (4) aborda temas prácticos en contacto con la vida real, (5) revela doctrinas eternas de importancia central, (6) usa palabras y frases elocuentes e impresionantes, (7) manifiesta una organización intencional y efectiva, (8) se presenta con autoridad y humildad, (9) influye en los lectores por su sincera despedida y el uso de otras formas impresionantes de discurso, (10) atrae la atención a través de una presentación dramática y (11) se erige como un monumento en la historia religiosa nefita. Sin duda, también podrían mencionarse otras cualidades. Todas estas impresionantes características se encuentran en una oración que contiene solo unas 5000 palabras y fue traducida y dictada por José Smith en aproximadamente un día y medio2.

La sofisticación del discurso de Benjamín, registrado en los primeros capítulos del libro de Mosíah, plantea la cuestión de si José Smith podría haberlo producido usando sus propias habilidades. Según Bruce A. Rosenberg, los estudiantes en la frontera estadounidense "tenían poca educación formal y aún menos capacitación en retórica formal o para hablar en público"3. Esto es consistente con la descripción que hace el propio José de sus oportunidades de aprendizaje formal: "[B]aste decir que apenas se me enseñó a leer y a escribir, y que se me impartieron algunos conocimientos básicos de aritmética, y eso constituyó toda la instrucción didáctica que recibí"4.

El registro histórico indica que la experiencia de José Smith con el discurso público, en particular, fue igualmente mínima5. Como señaló Richard Bushman, "no se sabe que José haya predicado un sermón antes de que se organizara la Iglesia en 1830. No tenía reputación como predicador"6. Por lo tanto, es dudoso que algo en sus años de formación lo hubiera preparado para elaborar un discurso tan conmovedor. "Si participó en tales preparativos", escribe Brian C. Hales, "la ausencia de datos es irónica, ya que el desarrollo de habilidades para contar historias [o habilidades de oratoria, en términos más generales] suele requerir audiencias, pero no se identifican tales audiencias"7.

Conclusión

Como concluyó Welch:

Pocas oraciones son de mérito supremo. Las mejores manifiestan un dominio fluido del lenguaje, facultades superiores de pensamiento, coherencia lógica, rapidez y brillantez de la concepción, control de los recursos retóricos, magnetismo personal y control de los sentimientos, así como una apelación al juicio de la audiencia. ... Benjamín hace todo esto; y aunque su texto es sobresaliente en la imprenta, debió de ser soberbio cuando se entregó8.

Quizás el aspecto más destacable del discurso de Benjamín es que su excelencia no manifiesta ingeniosos giros de frase ni una elocuencia pretenciosa. Más bien, mueve a la audiencia hacia una fe y arrepentimiento genuinos a través de consejos sabios y penetrantes reflexiones. "Benjamín expone sus argumentos con tanta claridad que el público puede confundir su brillantez con algo menor", escribe Welch. "Pero es propio de todos los maestros hacer que las hazañas difíciles parezcan fáciles y emplear formas complejas con tanta fluidez y soltura que no llamen la atención sobre sí mismos, sino que transmitan impecablemente el mensaje y el resultado pretendidos"9.

King Benjamin's Speech (El discurso del rey Benjamín), de Walter Rane

Hablando de su resultado, el discurso de Benjamín tuvo una influencia clara y duradera en los escritores nefitas posteriores10, y sus palabras todavía se siguen pronunciando hoy en día entre los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Esto se lleva a cabo regularmente en las noches de hogar, las lecciones de la Escuela Dominical, los discursos sacramentales, los discursos de la conferencia general y otros entornos tanto públicos como privados11. Sus palabras se marcan con frecuencia en las Escrituras, se pegan como notas adhesivas en los refrigeradores y son memorizadas por aquellos que las consideran de gran valor.

Si José Smith creó este discurso usando su propia habilidad, produjo uno de los discursos más notables y de mayor influencia perdurable en la historia registrada. Sin embargo, como monarca experimentado y formado en las tradiciones literarias de sus antepasados, el hombre descrito como el rey Benjamín en el texto del Libro de Mormón parece un candidato mucho mejor para haber sido el autor de las conmovedoras palabras registradas en los primeros capítulos del libro de Mosíah.

LECTURAS ADICIONALES

John W. Welch, "Benjamin's Speech: A Masterful Oration", en King Benjamin's Speech: "That Ye May Learn Wisdom", ed. John W. Welch y Stephen D. Ricks (Provo, UT: FARMS, 1998), 55–88.

ESCRITURAS RELEVANTES

Mosíah 2:5-6

NOTAS A PIE DE PÁGINA

Características literarias
Libro de Mormón