Evidencia #180 | Abril 5, 2021
Jabalinas
Publicación aportada por
Scripture Central
Resumen
En tres ocasiones diferentes, el Libro de Mormón menciona las jabalinas. Estas lanzas ligeras, que podían utilizarse para apuñalar o lanzar, también se conocían en la antigua Mesoamérica.Las jabalinas en el Libro de Mormón
La jabalina es una lanza ligera con una punta afilada que se puede lanzar, pero que también se utiliza para apuñalar cuando es necesario. Solo hay tres referencias a las jabalinas en el Libro de Mormón. Era una de las armas de punta afilada que utilizaban los primeros nefitas durante la época de Jarom, el hijo de Enós (Jarom 1:8). Varios cientos de años después, Teáncum utilizó una jabalina para matar tanto a Amalickíah como a su hermano Ammorón. Con respecto a la muerte de Amalickiah, el texto informa que Teancum "le hincó una jabalina" en el corazón (Alma 51:34), sin embargo, cuando describe el asesinato de Ammorón, Teancum "le arrojó una jabalina" (Alma 62:36), lo que sugiere, tal vez, que el arma se utilizó tanto para clavarla como para arrojarla en estas respectivas ocasiones.
Aunque se ha afirmado que las referencias del Libro de Mormón a las jabalinas precolombinas son anacrónicas1, las pruebas históricas y artísticas de Mesoamérica sugieren lo contrario.
La jabalina en el arte precolombino
A lo largo de la historia mesoamericana se utilizaron lanzas y diversos tipos de armas parecidas a las lanzas. Una jabalina, para ser lanzada o arrojada, tendría que ser relativamente ligera y tener una punta más pequeña para ser eficaz como arma de proyectil. Algunas armas mostradas en el arte precolombino tienen puntas más pequeñas y podrían haber sido utilizadas como jabalinas2.
En referencia al periodo Clásico temprano entre los mayas, Ross Hassig ha señalado que "las puntas no eran excesivamente grandes en esta época, por lo que las lanzas podrían haberse utilizado como jabalinas"3. Como observa otro experto, "se cree que todas las lanzas han funcionado también en cierta medida como jabalinas"4. En murales y monumentos de piedra,
Algunas lanzas carecen de punta, o solo tienen una muy pequeña, y no presentan ningún adorno detrás de la punta que pudiera dificultar su vuelo, lo que indica que podrían haber sido arrojadas, a diferencia de las lanzas de empuje más pesadas. Además, las lanzas se sujetan por encima de la mano, lo que sugiere que podían lanzarse como jabalinas5.
Dardos átlatl como jabalinas
Además de la existencia de jabalinas desde tiempos remotos, el dardo o lanza del átlatl también puede encajar en la descripción de jabalina6. La fisga era un átlatl que propulsaba un arpón o lanza7. Éstas eran bastante mortíferas y a veces tenían más de una punta en su extremo. Experimentos modernos con el átlatl sugieren que tenía un alcance efectivo de unos sesenta metros8. Bernal Díaz, uno de los soldados españoles que lucharon contra los aztecas, escribió que "sus jabalinas de dos puntas que lanzaban con un lanzavenablos" podían atravesar armaduras9.
El átlatl está representado en el arte de Teotihuacán y en el yacimiento clásico de El Tajín, y también se han recuperado ejemplos arqueológicos en yacimientos del Clásico maya10. En yacimientos mesoamericanos de fecha tan temprana como el 4000 a. C. se han recuperado puntas que se cree que se utilizaban para los dardos de átlatl11.
Conclusión
Las pruebas disponibles de fuentes históricas sobre la guerra mesoamericana, así como las representaciones marciales del arte precolombino, concuerdan con la información textual sobre las jabalinas que se encuentra en el Libro de Mormón. Varias armas se ajustan a los criterios de una lanza afilada y ligera que podía ser lanzada a mano o por un lanzador para atravesar a un enemigo a corta distancia, tal y como describe el Libro de Mormón.
Central de las Escrituras, “¿Qué revela la arqueología acerca de las guerras durante los primeros tiempos nefitas? (Jarom 1:7–8)”, KnoWhy 328 (marzo 13, 2017).
Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Kofford Books, 2007), 3:33.
John L. Sorenson, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo, UT: Research Press, 1998), 130–131.
William J. Hamblin, “The Bow and Arrow in the Book of Mormon”, en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William J. Hamblin (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1990), 365–399.
Jarom 1:8 Alma 51:34 Alma 62:36
- 1 James White, Letters to a Mormon Elder (Southbridge, MA: Crowne Publications, 1990), 168; Thomas Key, The Book of Mormon in the Light of Science, Fifteenth Edition (Marlow, OK: Utah Missions, 1997), 69.
- 2 John L. Sorenson, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo, UT: Research Press, 1998), 130–131.
- 3 Ross Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica (Berkeley, CA: University of California Press, 1992), 71.
- 4 Prudence M. Rice, Don S. Rice, Timothy Pugh y Romulo Sanchez Polo, “Defensive Architecture and the Context of Warfare at Zacpeten”, en The Kowoj: identity, Migration, and Geopolitics in Late Postclassic Peten, Guatemala, ed. Prudence M. Rice y Don S. Rice (Boulder, CO: University Press of Colorado, 2009), 131.
- 5 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 217n.24.
- 6 Los ejemplos aztecas de la lanza o dardo ligero átlatl tenían una media de 0,6 metros de longitud, pero a lo largo de la historia mesoamericana la longitud probablemente varió. Véase Ross Hassig, Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control, (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1988), 76.
- 7 Diego Duran, The History of the Indies of New Spain, trans. Doris Heyden (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1994), 34, 38.
- 8 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 137.
- 9 Bernal Diaz, The Conquest of New Spain, ed. J.M. Cohen (London: Penguin Books, 1963), 180. Se refiere repetidamente a esta arma como una jabalina. Véase Diaz, 15–152, 228, 288–289, 341, 355–356, 379, 382, 404.
- 10 Hassig, Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control, 75–79.
- 11 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 13.