Evidencia #377 | Noviembre 7, 2022

Intertextualidad del árbol del olivo

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Scripture Central

Resumen

Several chapters in the Book of Mormon introduce, contextualize, or interpret Zenos’s allegory of the olive tree. When viewed together, they contain a surprisingly complex network of intertextual relationships.

Uno de los textos, presumiblemente grabado en las planchas de bronce, que parece haber sido especialmente importante para Lehi y su familia fue la alegoría del olivo, escrita originalmente por un profeta llamado Zenós y luego registrada en Jacob 5. La forma en que esta alegoría se introduce, contextualiza e interpreta en varios textos del Libro de Mormón—a saber, 1 Nefi 10, 1 Nefi 15, Jacob 4 y Jacob 6—da como resultado una red sorprendentemente compleja de relaciones intertextuales.

Descripción general de los textos relevantes

La primera introducción del lector al simbolismo del olivo en el registro nefita viene en 1 Nefi 10, en el que Nefi resume las profecías de su padre sobre la casa de Israel en relación con la alegoría del olivo. Cinco capítulos después, en 1 Nefi 15, Nefi elabora y expande las enseñanzas anteriores de su padre. Esto se da en respuesta a las preguntas planteadas a Nefi por sus hermanos.

Los lectores no oyen hablar del olivo hasta Jacob 5, que contiene toda la alegoría. Lo que fácilmente puede pasarse por alto es que los escritos que conducen a la alegoría (contenidos en Jacob 3-4) ya comienzan a interactuar ampliamente con las declaraciones previas de Lehi y Nefi en torno a este tema. En Jacob 6, después de registrar la alegoría en sí, Jacob proporciona más comentarios que se relacionan con sus propias declaraciones anteriores (Jacob 4), así como con las declaraciones de Nefi y Lehi (1 Nefi 10; 15). De esta manera, vemos una serie de desarrollos y ampliaciones de ideas articuladas por Lehi, Nefi y Jacob.

La expansión de Nefi de las declaraciones de Lehi

La primera de estas ampliaciones viene en 1 Nefi 15. Nefi declaró: "[V]i a mis hermanos, y estaban disputando entre sí concerniente a las cosas que mi padre les había hablado" (1 Nefi 15:2). Esta declaración vuelve a la narración de la que Nefi había divagado más de cuatro capítulos (más de 5000 palabras) antes, como se muestra en el siguiente cuadro1:

1 Nefi 10

1 Nefi 15

Y con estas palabras mi padre profetizó y habló a mis hermanos, y también muchas otras cosas que no escribo en este libro (10:15)

Y sucedió que vi a mis hermanos, y estaban disputando entre sí concerniente a las cosas que mi padre les había hablado. Porque verdaderamente les habló muchas grandes cosas (15:2–3)

Nefi explica entonces que los comentarios de su padre eran "difíciles de comprender, a menos que uno recurriera al Señor" (1 Nefi 15:3). Esta afirmación y varias otras relativas a la naturaleza de la revelación remiten a la discusión anterior de Nefi, en la que dejó explicado que, en respuesta a las profecías de Lehi, buscó su propia revelación del Señor:

1 Nefi 10

1 Nefi 15

[Y]o, Nefi, sentí deseos de que también yo viera, oyera y supiera de estas cosas, por el poder del Espíritu Santo, que es el don de Dios para todos aquellos que lo buscan diligentemente (10:17).

Porque el que con diligencia busca , hallará (10:19)

Porque verdaderamente les habló muchas grandes cosas que eran difíciles de comprender, a menos que uno recurriera al Señor; y como eran duros de corazón, no acudían al Señor como debían (15:3)

Y les dije: ¿Habéis preguntado al Señor? Y me contestaron: No, porque el Señor no nos da a conocer tales cosas a nosotros (15:8–9)

¿No recordáis las cosas que el Señor ha dicho: Si no endurecéis vuestros corazones, y me pedís con fe, creyendo que recibiréis, guardando diligentemente mis mandamientos, de seguro os serán manifestadas estas cosas? (15:11)

En otras palabras, Nefi sabía que el Señor podía dar a sus hermanos conocimiento específico sobre las profecías de Lehi porque él mismo acababa de experimentar una serie de revelaciones.

En cuanto al asunto particular que estaba causando sus disputas, los hermanos de Nefi explicaron: "He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre ha hablado concernientes a las ramas naturales del olivo, y también con respecto a los gentiles" (1 Nefi 15:7). Una vez más, este lenguaje se relaciona inequívocamente con las profecías de Lehi, al igual que la respuesta de Nefi que sigue. Observe, en el siguiente cuadro, cómo Nefi reitera de cerca partes de las declaraciones originales de Lehi y luego explica y amplía su significado:

1 Nefi 10

1 Nefi 15

Sí, mucho habló mi padre acerca de los gentiles y también de la casa de Israel, que se les compararía a un olivo, cuyas ramas serían desgajadas y esparcidas sobre toda la faz de la tierra (10:12)

He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo por el Espíritu del Señor que estaba en nuestro padre; y he aquí, ¿no hemos sido desgajados de la casa de Israel? ¿No somos nosotros una rama de la casa de Israel? (15:12)

Y que después que la casa de Israel fuese esparcida, sería de nuevo recogida; o, en una palabra, después que los gentiles hubiesen recibido la plenitud del evangelio, las ramas naturales del olivo, o sea, los restos de la casa de Israel, serían injertados, o llegarían al conocimiento del verdadero Mesías, su Señor y su Redentor (10:14)

Y dijeron: He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre ha hablado concernientes a las ramas naturales del olivo, y también con respecto a los gentiles (15:7)

Ahora bien, lo que nuestro padre quiere decir concerniente al injerto de las ramas naturales, por medio de la plenitud de los gentiles, es que en los días postreros, […] entonces la plenitud del evangelio del Mesías vendrá a los gentiles; y de los gentiles vendrá al resto de nuestra posteridad (15:13)

Y en aquel día el resto de los de nuestra posteridad sabrán que son de la casa de Israel, y que son el pueblo del convenio del Señor; y entonces sabrán y llegarán al conocimiento de sus antepasados, y también al conocimiento del evangelio de su Redentor, que él ministró a sus padres. Por tanto, llegarán al conocimiento de su Redentor (15:14)

Sí, ¿no recibirán en aquel día la fuerza y nutrición de la verdadera vid? Sí, ¿no vendrán al verdadero rebaño de Dios? (15:15)

He aquí, os digo que sí; se hará memoria de ellos otra vez entre la casa de Israel; y siendo una rama natural del olivo, serán injertados en el olivo verdadero (15:16)

Y esto es lo que nuestro padre quiere decir; y nos da a entender que no sucederá sino hasta después que los hayan dispersado los gentiles (15:17)

Un ejemplo particularmente interesante de la ampliación de Nefi proviene de la forma en que se basa en la profecía de Lehi de que las ramas dispersas de Israel "o llegarían al conocimiento del verdadero Mesías" (1 Nefi 10:14). Nefi explica que esto implicaría que llegarían "al conocimiento de sus antepasados" y también "al conocimiento del evangelio de su Redentor" y también "al conocimiento de su Redentor" (1 Nefi 15:14). Además, Nefi proporciona descripciones adicionales relacionadas con el "verdadero Mesías", como "la verdadera vid", "el verdadero redil de Dios" y "el verdadero olivo"(vv. 15-16). Por lo tanto, la respuesta de Nefi a sus hermanos puede verse como un comentario sofisticado que interactúa con los elementos clave de la profecía anterior de Lehi.

Ampliación por Jacob de las declaraciones de Lehi y Nefi

En la conclusión de su sermón del templo registrado en Jacob 2-3, parece que Jacob comienza a modelar inmediatamente sus puntos de discusión en relación con los escritos de Nefi en 1 Nefi 9:

1 Nefi 9

Jacob 3–4

Y todas estas cosas mi padre … dijo mientras vivía en una tienda en el valle de Lemuel, como también muchísimas otras cosas más que no se pueden escribir sobre estas planchas (9:1)

Ahora bien, ya que he hablado de estas planchas, he aquí, no son las mismas sobre las que escribo la historia completa de mi pueblo; pues a aquellas en que hago la relación completa de mi pueblo he dado el nombre de Nefi; y por tanto, se llaman las planchas de Nefi, conforme a mi propio nombre; y estas planchas también se llaman las planchas de Nefi (9:2)

Sin embargo, he recibido un mandato del Señor de que hiciera estas planchas para el objeto especial de que se grabase una relación del ministerio de mi pueblo (9:3)

Sobre las otras planchas se debe grabar la historia del reinado de los reyes, y las guerras y contiendas de mi pueblo; por lo tanto, estas planchas son mayormente para el ministerio; y las otras son principalmente para el reinado de los reyes, y las guerras y contenciones de mi pueblo (9:4)

Ahora bien, yo, Jacob, hablé muchas cosas más al pueblo de Nefi, amonestándolo contra la fornicación y la lascivia y toda clase de pecados, declarándole las terribles consecuencias de estas cosas (3:12)

Y ni la centésima parte de los actos de este pueblo, que empezaba ya a ser numeroso, se puede escribir sobre estas planchas; pero muchos de sus hechos están escritos sobre las planchas mayores, y sus guerras, y sus contenciones, y los reinados de sus reyes (3:13)

Estas planchas se llaman las planchas de Jacob, y fueron hechas por la mano de Nefi. Y doy fin a estas palabras (3:14)

Ahora bien, he aquí, aconteció que yo, Jacob, había ministrado mucho a mi pueblo de palabra (y no puedo escribir sino muy pocas de mis palabras por lo difícil que es grabar nuestras palabras sobre planchas), y sabemos que lo que escribamos sobre planchas debe permanecer (4:1)

Estas relaciones son relevantes porque establecen que Jacob ya estaba extrayendo contenido de cerca de donde Nefi presentó las profecías de su padre sobre el olivo. Inmediatamente después de esto, Jacob hace una serie de declaraciones que reagrupan ideas tanto de 1 Nefi 10 como de 1 Nefi 15:

1 Nefi 10

1 Nefi 15

Jacob 4

[…]y entonces sabrán y llegarán al conocimiento de sus antepasados, y también al conocimiento del evangelio de su Redentor, que él ministró a sus padres […] Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios[?] (15:14–15)

Ahora bien, he aquí, aconteció que yo, Jacob, había ministrado mucho a mi pueblo de palabra … pero podemos escribir sobre planchas unas cuantas palabras que darán a nuestros hijos, y también a nuestros amados hermanos, una pequeña medida de conocimiento concerniente a nosotros, o sea, a sus padres; y en esto nos regocijamos (4:1–3)

Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida (4:4)

Sí, seiscientos años después de la partida de mi padre de Jerusalén, el Señor Dios levantaría a un profeta entre los judíos: sí, un Mesías, o, en otras palabras, un Salvador del mundo. Y también habló concerniente a los profetas: del gran número que había testificado de estas cosas referentes a este Mesías (10:4–5)

Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida; y no solamente teníamos nosotros una esperanza de su gloria, sino también todos los santos profetas que vivieron antes que nosotros (4:4)

Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos por el poder del Espíritu Santo (10:19)

¡He aquí, grandes y maravillosas son las obras del Señor! ¡Cuán inescrutables son las profundidades de sus misterios; y es imposible que el hombre descubra todos sus caminos! Y nadie hay que conozca sus sendas a menos que le sean reveladas (4:8)

He aquí, amados hermanos míos, os aclararé este misterio, a no ser que de algún modo se debilite mi firmeza en el Espíritu, y tropiece por motivo de mi gran ansiedad por vosotros(4:18)

… poder que recibió por la fe que tenía en el Hijo de Dios —y el Hijo de Dios era el Mesías que … manifieste él mismo a los hijos de los hombres (10:17)

… y muchas generaciones después que el Mesías sea manifestado en la carne a los hijos de los hombres (15:13)

Así pues, amados hermanos, reconciliaos con él por medio de la expiación de Cristo, su Unigénito Hijo … teniendo fe y habiendo obtenido una buena esperanza de gloria en él, antes que se manifieste en la carne (4:11)

Porque verdaderamente les habló muchas grandes cosas que eran difíciles de comprender, a menos que uno recurriera al Señor (15:3)

Y dijeron: He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre (15:7)

[…] y procuraron cosas que no podían entender. […]porque Dios les ha quitado su claridad y les ha entregado muchas cosas que no pueden entender, porque así lo desearon (4:14)

Y aconteció que después que yo, Nefi, hube oído todas las palabras de mi padre concernientes a las cosas que había visto en su visión, y también las cosas que habló por el poder del Espíritu Santo, poder que recibió por la fe que tenía en el Hijo de Dios (10:17)

He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo por el Espíritu del Señor que estaba en nuestro padre (15:12)

Y ahora el Espíritu me impulsa a mí, Jacob, a profetizar, porque percibo por las indicaciones del Espíritu que hay en mí (4:15)

Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios, su roca y su salvación? (15:15) (15:15)

… y se refiere a que se llevará a cabo por medio de los gentiles, a fin de que el Señor manifieste a estos su poder, precisamente porque será rechazado por los judíos, o sea, por los de la casa de Israel (15:17)

a causa del tropiezo de los judíos, ellos rechazarán la roca sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro (4:15)

Mas he aquí que esta roca, según las Escrituras, llegará a ser el grande, y el último, y el único y seguro fundamento sobre el cual los judíos podrán edificar. Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado el fundamento seguro, puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular? (4:16–17)

Este desarrollo es fascinante porque sugiere que Jacob no estaba simplemente escribiendo sus propias profecías. Más bien, estaba entretejiendo e interactuando con ideas de 1 Nefi 10 y 1 Nefi 15—los únicos otros dos lugares en las planchas menores donde se discutió el simbolismo del olivo—en preparación para su cita de toda la alegoría de Zenós en Jacob 5.

Después de exponer la alegoría propiamente dicha, Jacob ofrece un comentario interpretativo que no solo se basa en el contenido de la alegoría en sí, sino que en ocasiones retoma ideas de Jacob 4 y también de 1 Nefi 10 y 1 Nefi 15:

1 Nefi 10

1 Nefi 15

Jacob 4

Jacob 5

Sí, mi padre habló mucho acerca de los gentiles, y también acerca de la casa de Israel, para que fueran comparados como un olivo (10:12).

He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo (15:12)

… esta es mi profecía: Que las cosas que habló este profeta Zenós concernientes a los de la casa de Israel, en las cuales los comparó a un olivo cultivado, ciertamente han de acontecer (6:1)

Y en aquel día el resto de los de nuestra posteridad sabrán que son de la casa de Israel … Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios, su roca y su salvación? Sí, ¿no recibirán en aquel día la fuerza y nutrición de la verdadera vid? (15:14–15)

Y el día en que el Señor de nuevo extienda su mano por segunda vez para recobrar a su pueblo será el día, sí, aun la última vez, en que los siervos del Señor saldrán con potestad de él para nutrir y podar su viña (6:2)

Porque he aquí, después de haber sido nutridos por la buena palabra de Dios todo (6:7)

Pero he aquí, los judíos fueron un pueblo de dura cerviz (4:14)

porque él se acuerda de la casa de Israel, … y son una gente obstinada y contenciosa (6:4)

… y como eran duros de corazón, no acudían al Señor como debían (15:3)

Y yo, Nefi, estaba apesadumbrado por la dureza de sus corazones (15:4)

¿Cómo es que queréis perecer a causa de la dureza de vuestros corazones? (15:10)

Si no endurecéis vuestros corazones … de seguro os serán manifestadas estas cosas (15:11)

… pero cuantos no endurezcan sus corazones serán salvos en el reino de Dios (6:4)

… … Y mientras su brazo de misericordia se extienda hacia vosotros a la luz del día, no endurezcáis vuestros corazones(6:5)

Sí, hoy mismo, si queréis oír su voz, no endurezcáis vuestros corazones; pues, ¿por qué queréis morir? (6:6)

Porque él es siempre el mismo ayer, hoy y para siempre; y la vía ha sido preparada para todos los hombres desde la fundación del mundo, si es que se arrepienten y vienen a él (10:18)

Por tanto, llegarán al conocimiento de su Redentor y de los principios exactos de su doctrina, para que sepan cómo venir a él y ser salvos (15:14)

Sí, ¿no vendrán al verdadero rebaño de Dios? (15:15)

… pero cuantos no endurezcan sus corazones serán salvos en el reino de Dios. Por tanto, amados hermanos míos, os suplico con palabras solemnes que os arrepintáis y vengáis con íntegro propósito de corazón, y os alleguéis a Dios (6:4–5)

Y también habló concerniente a los profetas: del gran número que había testificado de estas cosas referentes a este Mesías (10:5)

… precisamente porque será rechazado por los judíos, o sea, por los de la casa de Israel (15:17)

Mas he aquí, nosotros no somos los únicos testigos de estas cosas; porque Dios las declaró también a los profetas de la antigüedad (4:13)

… a causa del tropiezo de los judíos, ellos rechazarán la roca sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro (4:15)

Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado el fundamento seguro, puedan jamás edificar sobre él[?] (4:17)

He aquí, ¿rechazaréis estas palabras? ¿Rechazaréis las palabras de los profetas; y rechazaréis todas las palabras que se han hablado en cuanto a Cristo, después que tantos han hablado acerca de él? (6:8)

Conclusión

Cuando se analizan en su totalidad (véase el Apéndice), estas relaciones textuales son notables por varias razones. Primero, demuestran que 1 Nefi 10 y 1 Nefi 15 manifiestan un conocimiento del contenido de la alegoría de Zenós, aunque fueron dictados por José Smith mucho antes que Jacob 5 (en lo que respecta a la cronología de la traducción)2. Aún más impresionante es la forma en que estos capítulos parecen interactuar y construirse unos sobre otros. Las declaraciones de Nefi en 1 Nefi 15 reiteran y expanden las profecías de su padre registradas en 1 Nefi 10, y luego Jacob 4 interactúa con ambas fuentes, mientras que Jacob 6 interactúa con las tres fuentes anteriores, incluyendo la alegoría misma registrada en Jacob 5.

Estas relaciones textuales son todo menos sencillas. En lugar de ser reordenadas en su orden secuencial original, los contenidos de textos anteriores se entretejen en disposiciones de ideas completamente nuevas, a menudo en conjunción con temas y conceptos independientes. Los escritos de Jacob son especialmente notables porque su aparente dependencia de fuentes anteriores es más sutil y a la vez más compleja, ya que toma prestado de múltiples textos anteriores simultáneamente3.

Estas relaciones no solo serían difíciles de fabricar en circunstancias normales (suponiendo que José Smith simplemente las inventara), sino que habrían sido especialmente difíciles de dictar en las circunstancias relatadas por los testigos de la traducción4. Por lo tanto, ayudan a respaldar la afirmación de José Smith de que dictó el Libro de Mormón por el don y el poder de Dios.

Noel B. Reynolds, “Nephite Uses and Interpretations of Zenos”, en The Allegory of the Olive Tree, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Provo y Salt Lake City, UT: FARMS y Deseret Book, 1994), 21–49.

James E. Faulconer, “The Olive Tree and the Work of God: Jacob 5 and Romans 11”, en The Allegory of the Olive Tree, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Provo y Salt Lake City, UT: FARMS y Deseret Book, 1994), 347–366.

John A. Tvedtnes, “Borrowings from the Parable of Zenos”, en The Allegory of the Olive Tree, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Provo y Salt Lake City, UT: FARMS y Deseret Book, 1994), 373–426.

1 Nefi 9 1 Nefi 10 1 Nefi 15 Jacob 3 Jacob 4 Jacob 5 Jacob 6

1 Nefi 9

1 Nefi 10

1 Nefi 15

Jacob 3

Jacob 4

Jacob 5

Jacob 6

Intertextualidad entre los textos del olivo

1 Nefi 9–10

1 Nefi 15

Jacob 3–4

Jacob 6

Y todas estas cosas mi padre … dijo mientras vivía en una tienda en el valle de Lemuel, como también muchísimas otras cosas más que no se pueden escribir sobre estas planchas (9:1)

Ahora bien, ya que he hablado de estas planchas, he aquí, no son las mismas sobre las que escribo la historia completa de mi pueblo; pues a aquellas en que hago la relación completa de mi pueblo he dado el nombre de Nefi; y por tanto, se llaman las planchas de Nefi, conforme a mi propio nombre; y estas planchas también se llaman las planchas de Nefi (9:2)

Sin embargo, he recibido un mandato del Señor de que hiciera estas planchas para el objeto especial de que se grabase una relación del ministerio de mi pueblo (9:3)

Sobre las otras planchas se debe grabar la historia del reinado de los reyes, y las guerras y contiendas de mi pueblo; por lo tanto, estas planchas son mayormente para el ministerio; y las otras son principalmente para el reinado de los reyes, y las guerras y contenciones de mi pueblo (9:4)

Ahora bien, yo, Jacob, hablé muchas cosas más al pueblo de Nefi, amonestándolo contra la fornicación y la lascivia y toda clase de pecados, declarándole las terribles consecuencias de estas cosas (3:12) (3:12)

Y ni la centésima parte de los actos de este pueblo, que empezaba ya a ser numeroso, se puede escribir sobre estas planchas; pero muchos de sus hechos están escritos sobre las planchas mayores, y sus guerras, y sus contenciones, y los reinados de sus reyes (3:13)

Estas planchas se llaman las planchas de Jacob, y fueron hechas por la mano de Nefi. Y doy fin a estas palabras (3:14)

Ahora bien, he aquí, aconteció que yo, Jacob, había ministrado mucho a mi pueblo de palabra (y no puedo escribir sino muy pocas de mis palabras por lo difícil que es grabar nuestras palabras sobre planchas), y sabemos que lo que escribamos sobre planchas debe permanecer (4:1)

Sí, seiscientos años después de la partida de mi padre de Jerusalén, el Señor Dios levantaría a un profeta entre los judíos: sí, un Mesías, o, en otras palabras, un Salvador del mundo. Y también habló concerniente a los profetas: del gran número que había testificado de estas cosas referentes a este Mesías (10:4–5)

Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida; y no solamente teníamos nosotros una esperanza de su gloria, sino también todos los santos profetas que vivieron antes que nosotros (4:4)

Mas he aquí, nosotros no somos los únicos testigos de estas cosas; porque Dios las declaró también a los profetas de la antigüedad (4:13)

Y luego que hubiesen dado muerte al Mesías que habría de venir, y después de haber sido muerto, resucitaría de entre los muertos y se manifestaría a los gentiles por medio del Espíritu Santo. (10:11)

… poder que recibió por la fe que tenía en el Hijo de Dios —y el Hijo de Dios era el Mesías que … se manifieste él mismo a los hijos de los hombres (10:17)

… y muchas generaciones después que el Mesías sea manifestado en la carne a los hijos de los hombres, entonces la plenitud del evangelio del Mesías vendrá a los gentiles; y de los gentiles vendrá al resto de nuestra posteridad (15:13)

Así pues, amados hermanos, reconciliaos con él por medio de la expiación de Cristo, su Unigénito Hijo, y podréis obtener la resurrección, según el poder de la resurrección que está en Cristo, y ser presentados como las primicias de Cristo a Dios, teniendo fe y habiendo obtenido una buena esperanza de gloria en él, antes que se manifieste en la carne (4:11)

Sí, mucho habló mi padre acerca de los gentiles y también de la casa de Israel, que se les compararía a un olivo, cuyas ramas serían desgajadas y esparcidas sobre toda la faz de la tierra (10:12)

He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo por el Espíritu del Señor que estaba en nuestro padre; y he aquí, ¿no hemos sido desgajados de la casa de Israel? ¿No somos nosotros una rama de la casa de Israel? (15:12)

… esta es mi profecía: Que las cosas que habló este profeta Zenós concernientes a los de la casa de Israel, en las cuales los comparó a un olivo cultivado, ciertamente han de acontecer (6:1)

Y que después que la casa de Israel fuese esparcida, sería de nuevo recogida; o, en una palabra, después que los gentiles hubiesen recibido la plenitud del evangelio, las ramas naturales del olivo, o sea, los restos de la casa de Israel, serían injertados, o llegarían al conocimiento del verdadero Mesías, su Señor y su Redentor (10:14)

Y dijeron: He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre ha hablado concernientes a las ramas naturales del olivo, y también con respecto a los gentiles (15:7)

Ahora bien, lo que nuestro padre quiere decir concerniente al injerto de las ramas naturales, por medio de la plenitud de los gentiles, es que en los días postreros, … entonces la plenitud del evangelio del Mesías vendrá a los gentiles; y de los gentiles vendrá al resto de nuestra posteridad (15:13)

Y en aquel día el resto de los de nuestra posteridad sabrán que son de la casa de Israel, y que son el pueblo del convenio del Señor; y entonces sabrán y llegarán al conocimiento de sus antepasados, y también al conocimiento del evangelio de su Redentor, que él ministró a sus padres. Por tanto, llegarán al conocimiento de su Redentor (15:14)

… Sí, ¿no recibirán en aquel día la fuerza y nutrición de la verdadera vid? Sí, ¿no vendrán al verdadero rebaño de Dios? (15:15)

He aquí, os digo que sí; se hará memoria de ellos otra vez entre la casa de Israel; y siendo una rama natural del olivo, serán injertados en el olivo verdadero (15:16)

Y esto es lo que nuestro padre quiere decir; y nos da a entender que no sucederá sino hasta después que los hayan dispersado los gentiles (15:17)

Y con estas palabras mi padre profetizó y habló a mis hermanos, y también muchas otras cosas que no escribo en este libro; porque he escrito en mi otro libro cuanto me pareció conveniente (10:15)

Y sucedió que vi a mis hermanos, y estaban disputando entre sí concerniente a las cosas que mi padre les había hablado (15:2).

Y aconteció que después que yo, Nefi, hube oído todas las palabras de mi padre concernientes a las cosas que había visto en su visión, y también las cosas que habló por el poder del Espíritu Santo, poder que recibió por la fe que tenía en el Hijo de Dios (10:17)

He aquí, os digo que la casa de Israel fue comparada a un olivo por el Espíritu del Señor que estaba en nuestro padre (15:12)

Y ahora el Espíritu me impulsa a mí, Jacob, a profetizar, porque percibo por las indicaciones del Espíritu que hay en mí (4:15)

yo, Nefi, sentí deseos de que también yo viera, oyera y supiera de estas cosas, por el poder del Espíritu Santo, que es el don de Dios para todos aquellos que lo buscan diligentemente (10:17)

Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos (10:19)

Porque verdaderamente les habló muchas grandes cosas que eran difíciles de comprender, a menos que uno recurriera al Señor; y como eran duros de corazón, no acudían al Señor como debían (15:3)

Y yo, Nefi, estaba apesadumbrado ... a causa de las cosas que yo había visto (15:4)

Y les dije: ¿Habéis preguntado al Señor? Y me contestaron: No, porque el Señor no nos da a conocer tales cosas a nosotros (15:8–9)

¿No recordáis las cosas que el Señor ha dicho: Si no endurecéis vuestros corazones, y me pedís con fe, creyendo que recibiréis, guardando diligentemente mis mandamientos, de seguro os serán manifestadas estas cosas? (15:11)

Porque él es siempre el mismo ayer, hoy y para siempre; y la vía ha sido preparada para todos los hombres desde la fundación del mundo, si es que se arrepienten y vienen a él (10:18)

Por tanto, llegarán al conocimiento de su Redentor y de los principios exactos de su doctrina, para que sepan cómo venir a él y ser salvos (15:14)

Sí, ¿no vendrán al verdadero rebaño de Dios? (15:15)

… pero cuantos no endurezcan sus corazones serán salvos en el reino de Dios. Por tanto, amados hermanos míos, os suplico con palabras solemnes que os arrepintáis y vengáis con íntegro propósito de corazón, y os alleguéis a Dios (vv. 4-5).

Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos por el poder del Espíritu Santo (10:19)

¡He aquí, grandes y maravillosas son las obras del Señor! ¡Cuán inescrutables son las profundidades de sus misterios; y es imposible que el hombre descubra todos sus caminos! Y nadie hay que conozca sus sendas a menos que le sean reveladas (4:8)

He aquí, amados hermanos míos, os aclararé este misterio, a no ser que de algún modo se debilite mi firmeza en el Espíritu, y tropiece por motivo de mi gran ansiedad por vosotros (4:18)

Porque verdaderamente les habló muchas grandes cosas que eran difíciles de comprender, a menos que uno recurriera al Señor (15:3)

Y dijeron: He aquí, no podemos comprender las palabras que nuestro padre (15:7)

… y procuraron cosas que no podían entender. … porque Dios les ha quitado su claridad y les ha entregado muchas cosas que no pueden entender, porque así lo desearon (4:14)

… y como eran duros de corazón, no acudían al Señor como debían (15:3)

Y yo, Nefi, estaba apesadumbrado por la dureza de sus corazones (15:4)

¿Cómo es que queréis perecer a causa de la dureza de vuestros corazones? (15:10)

Si no endurecéis vuestros corazones ... seguro os serán manifestadas estas cosas (15:11)

… pero cuantos no endurezcan sus corazones serán salvos en el reino de Dios (6:4)

… … Y mientras su brazo de misericordia se extienda hacia vosotros a la luz del día, no endurezcáis vuestros corazones(6:5)

Sí, hoy mismo, si queréis oír su voz, no endurezcáis vuestros corazones; pues, ¿por qué queréis morir? (6:6)

… y entonces sabrán y llegarán al conocimiento de sus antepasados, y también al conocimiento del evangelio de su Redentor, que él ministró a sus padres … Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios[?] (15:14–15)

Ahora bien, he aquí, aconteció que yo, Jacob, había ministrado mucho a mi pueblo de palabra … pero podemos escribir sobre planchas unas cuantas palabras que darán a nuestros hijos, y también a nuestros amados hermanos, una pequeña medida de conocimiento concerniente a nosotros, o sea, a sus padres; y en esto nos regocijamos (4:1–3)

Porque hemos escrito estas cosas para este fin, que sepan que nosotros sabíamos de Cristo y teníamos la esperanza de su gloria muchos siglos antes de su venida (4:4)

Y en aquel día el resto de los de nuestra posteridad sabrán que son de la casa de Israel … Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios, su roca y su salvación? Sí, ¿no recibirán en aquel día la fuerza y nutrición de la verdadera vid? (15:14–15)

Y el día en que el Señor de nuevo extienda su mano por segunda vez para recobrar a su pueblo será el día, sí, aun la última vez, en que los siervos del Señor saldrán con potestad de él para nutrir y podar su viña (6:2)

Porque he aquí, después de haber sido nutridos por la buena palabra de Dios todo el día, ¿produciréis mal fruto, para que seáis talados y echados en el fuego? (6:7)

Y entonces, ¿no se regocijarán en aquel día, y alabarán a su sempiterno Dios, su roca y su salvación? (15:15)

… y se refiere a que se llevará a cabo por medio de los gentiles, a fin de que el Señor manifieste a estos su poder, precisamente porque será rechazado por los judíos, o sea, por los de la casa de Israel (15:17)

a causa del tropiezo de los judíos, ellos rechazarán la roca sobre la cual podrían edificar y tener fundamento seguro (4:15)

Mas he aquí que esta roca, según las Escrituras, llegará a ser el grande, y el último, y el único y seguro fundamento sobre el cual los judíos podrán edificar. Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado el fundamento seguro, puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular? (4:16–17)

He aquí, ¿rechazaréis estas palabras? ¿Rechazaréis las palabras de los profetas; y rechazaréis todas las palabras que se han hablado en cuanto a Cristo, después que tantos han hablado acerca de él? (6:8)

Pero he aquí, los judíos fueron un pueblo de dura cerviz (4:14)

porque él se acuerda de la casa de Israel, … y son una gente obstinada y contenciosa (6:4)

  • 1 Recuento de palabras basado en el análisis realizado por el personal de la Central de Evidencias utilizando la edición de 2013 del Libro de Mormón. Todas los tablas de este artículo están codificadas por colores para facilitar su identificación.
  • 2 Casi 50 capítulos separan 1 Nefi 10 de Jacob 5. Por lo tanto, si José Smith fuera responsable del contenido del Libro de Mormón, probablemente habría necesitado tener un conocimiento bastante desarrollado de la alegoría en Jacob 5 mucho antes de dictar ese capítulo. Para obtener más información sobre el cronograma de traducción, consulte Central de Evidencias, “Book of Mormon Evidence: Rapid Translation”, Evidence# 0013, septiembre 19, 2020, en línea en evidencecentral.org. Véase también, Evidence Central, “Book of Mormon Evidence: Lehi 's Familiarity with the Writings of Zenos”, Evidence# 0059, septiembre 19, 2020, en línea en evidencecentral.org.
  • 3 Es posible que algunas de estas relaciones textuales resulten de que Jacob y Nefi recurrieron a una fuente separada, en lugar de que Jacob aludiera directamente a los escritos de Nefi. De cualquier manera, las relaciones textuales existen, y es difícil imaginar que fueron producidas por accidente. Si bien varias posibilidades podrían explicar su existencia si el texto es lo que dice ser, solo una solución parece razonable si el propio José Smith fue el autor del contenido del Libro de Mormón: él y solo él sería responsable de estas sofisticadas relaciones intertextuales.
  • 4 Véase Evidence Central, “Book of Mormon Evidence: Translation (Main Category)”, en línea en evidencecentral.org.