Evidence #40 | Septiembre 19, 2020

Maldiciones símiles

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Scripture Central

Resumen

Las maldiciones expresadas mediante símiles en el Libro de Mormón guardan semejanza en su forma y contexto con las empleadas en el antiguo Cercano Oriente

Maldiciones símiles en el Antiguo Cercano Oriente

Maldecir en el mundo antiguo no consistía simplemente en utilizar lenguaje vulgar u ofensivo. Más bien, una maldición era, por lo general, una súplica dirigida a una deidad para que provocara algún tipo de “daño a una persona, lugar o cosa”1. Según Anne Marie Kitz, las maldiciones están “bien atestiguadas en todo el Antiguo Cercano Oriente en casi todos los períodos”2. Un tipo de maldición, conocida como maldición símil, iba acompañada de una comparación ritual o conceptual cuyo propósito era enfatizar la naturaleza de la maldición3.

Maldición copta (ca. siglo VI d. C.). Imagen vía coptic-magic.phil.uni-wuerzburg.de.

Por ejemplo, una antigua maldición sumeria dice: “Así como un terrón arrojado al agua, (así) perezca él al disolverse lentamente”4. En este caso, no hay evidencia directa de que una acción ritual, como arrojar realmente un terrón de tierra al agua, acompañara la maldición5. En otros casos, parece que sí se realizaba un ritual en asociación con la pronunciación verbal de la maldición. Mark J. Morrise ha citado varios ejemplos de este fenómeno:

Así, el tratado de Ashurnirari declara: “Esta cabeza no es la cabeza del carnero; es la cabeza de Mati’ilu. . . . Así como se arranca la cabeza del carnero, … así sea arrancada la cabeza del susodicho [si quebranta el tratado]”. De manera similar, el tratado de Sefire I contiene maldiciones símiles que dicen: “Así como esta cera … este GNB … estas flechas … este becerro, etc.”. Un tercer ejemplo se encuentra en el tratado de Esarhaddon: “Así como se despedaza esta oveja y la carne de su cría se pone en su boca, etc.”6

Con respecto a este tipo de maldiciones, Kitz explicó:

La presencia del adjetivo demostrativo [“este” o “estos”] implica fuertemente que el objeto estaba presente en el momento en que se pronunciaba la maldición, y es igualmente probable que el objeto se manipulara de algún modo a fin de establecer una conexión entre el objeto y el destinatario de la maldición. Esto podría haber implicado tocar el objeto o realizar efectivamente la acción cuando se expresaba la maldición7.

En los textos del Antiguo Cercano Oriente, incluido el Antiguo Testamento, las maldiciones símiles se encuentran típicamente en tratados, convenios religiosos y profecías. Estas mismas maldiciones también aparecen en el Libro de Mormón dentro de esos mismos contextos8.

Contexto de tratado

Durante las negociaciones entre los ejércitos nefitas y lamanitas, Zerahemna, el líder de los lamanitas, intentó atacar al capitán Moroni. Uno de los soldados de Moroni hizo caer la espada de Zerahemna al suelo y le cortó parte del cuero cabelludo. Después de esto, el soldado colocó el cuero cabelludo sobre su espada y declaró: “Así como ha caído al suelo este cuero cabelludo, que es el de vuestro caudillo, así caeréis vosotros a tierra, si no entregáis vuestras armas de guerra y salís con un convenio de paz” (Alma 44:14). Morrise explicó: “La maldición claramente no es ritual, ya que fue ideada en el momento para responder a las necesidades de la situación. No obstante, al igual que una maldición símil ritual, hace referencia a una acción: la de caer a la tierra”9.

Contextos de convenio

1. Expulsión del rebaño

Se ha demostrado que el discurso del rey Benjamín sigue de cerca la fórmula de los convenios y tratados del Antiguo Cercano Oriente10. Hacia el final del discurso de Benjamín se encuentra la siguiente maldición símil: "¿[T]oma un hombre un asno que pertenece a su vecino, y lo guarda? Yo os digo que no; ni siquiera permitirá que pazca entre sus rebaños, sino que lo ahuyentará y lo echará fuera. Os digo que así será entre vosotros si no sabéis el nombre por el cual se os llame" (Mosíah 5:14).

Morrise explicó: “Aunque aquí no se indica ningún ritual, la maldición puede haberse basado en una maldición símil ritual previa”¹¹. Se puede encontrar respaldo para esta idea en el tratado de Ashurnirari, el cual presenta una maldición similar asociada a un ritual inmediato (lo que se infiere por la expresión “este carnero”): “Así como este carnero … [sacado] de su redil, no volverá a su redil, … así también que … Mati’ilu, con sus hijos, [sus nobles,] y el pueblo de su tierra, [sean sacados] de su tierra, no vuelvan a su tierra, y ya no [permanezca] al frente de su tierra”12.

2. Rasgar las vestiduras / Arrojarlas al suelo

El Capitán Moroni y el Estandarte de la Libertad Imagen de Jeremy Winborg.

Después de que el capitán Moroni rasgó su propia vestidura y la convirtió en el estandarte de la libertad,

los del pueblo vinieron corriendo ... rasgando sus vestidos en señal o como convenio de que no abandonarían al Señor su Dios; o en otras palabras, que si llegaban a quebrantar los mandamientos de Dios, o caían en transgresión, y se avergonzaban de tomar sobre ellos el nombre de Cristo, el Señor los destrozaría así como ellos habían rasgado sus vestidos. (Alma 46:21; énfasis añadido)

Se pueden encontrar dos maldiciones símiles más en el versículo siguiente:

Hacemos convenio con nuestro Dios de que seremos destruidos, como lo fueron nuestros hermanos en la tierra del norte, si llegamos a caer en transgresión; sí, él puede arrojarnos a los pies de nuestros enemigos, así como hemos arrojado nuestros vestidos a tus pies, para ser hollados, si caemos en transgresión (v. 22; cursiva agregada).

Dos de estas maldiciones símiles fueron representadas mediante una especie de acción ritual (rasgar las vestiduras y arrojarlas al suelo), y todas fueron claramente pronunciadas en el contexto de un convenio sagrado13.

3. Talar un árbol

En 3 Nefi, cuando un grupo de ladrones fue capturado por un ejército nefitas, “tomaron a Zemnaríah, su caudillo, y lo colgaron de un árbol” (3 Nefi 4:28). Después de esto, “clamaron en alta voz, diciendo: El Señor conserve a los de su pueblo en rectitud y en santidad de corazón, para que se eche por tierra a todos los que procuren matarlos por medio del poder y de las secretas combinaciones, tal como se ha echado por tierra a este hombre” (v. 29; énfasis añadido). El académico en derecho, John W. Welch ha demostrado varias formas en que los aspectos rituales de esta ejecución y el convenio asociado tienen precedentes legales en el Antiguo Cercano Oriente14.

Inscripción monumental relacionada con uno de los reyes arameos que gobernaron desde principios del siglo IX hasta el 713 a. C. En ella se pronuncia una maldición: quien destruya la inscripción, tendrá su cabeza destrozada. Imagen e información vía dornsife.usc.edu.

Contexto de profecía

Durante su predicación en público y ante el rey Noé y sus sacerdotes, Abinadí invocó varias maldiciones símiles:

  • “la vida del rey Noé se estimará igual que un vestido en un horno ardiente” (Mosíah 12:3)
  • “serás como una caña, sí, como una caña seca del campo, la cual las bestias pisan y es hollada con los pies” (v. 11)
  • “serás como la flor del cardo, que cuando está completamente madura, si el viento sopla, es arrastrada sobre la faz de la tierra” (v. 12)

Si bien las maldiciones símiles proféticas en el Libro de Mormón son sin duda apropiadas y auténticas para un texto antiguo, por sí solas tienen un valor limitado como evidencia. Tal como explicó Morrise: “La símil es una forma literaria tan universal que su mera existencia en los escritos proféticos del Libro de Mormón no demuestra formalmente ningún paralelismo”15.

Maldiciones símiles en la América antigua

Si bien los ejemplos anteriores comparan las maldiciones símiles del Libro de Mormón con aquellas que se encuentran en contextos del Antiguo Cercano Oriente, existe al menos alguna evidencia preliminar de que también podrían haberse utilizado maldiciones símiles en la América antigua. Por ejemplo, en el Popol Vuh dos jóvenes, al enfrentarse a un enemigo, cocinan un ave en un hoyo cubierto de tierra y declaran que: “de la misma manera, por lo tanto, él (su enemigo) será sepultado en la tierra"16.

Conclusión

Después de comparar y analizar extensamente las maldiciones símiles en el Libro de Mormón con aquellas que se encuentran en el Antiguo Cercano Oriente, Morrise concluyó:

“La similitud de los contextos en los que aparece la maldición símil en los textos del Antiguo Cercano Oriente, el Antiguo Testamento y el Libro de Mormón sugiere que la maldición símil formaba parte de una tradición oral en estas culturas. Tal vez les resultaba tan natural pronunciar estas maldiciones en las ocasiones apropiadas como lo es para los [estadounidenses] recitar el juramento a la bandera hoy en día”17.

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