Evidencia #191 | Mayo 3, 2021

Escudos

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Scripture Central

Resumen

Los escudos se mencionan en varios relatos de guerra en el Libro de Mormón. Los relatos históricos y las evidencias del arte precolombino muestran que en la antigua Mesoamérica también se conocían y usaban diversos escudos.

Escudos en el Libro de Mormón

Los escudos se mencionan durante algunos de los relatos de guerra en el Libro de Mormón (Alma 43:21; 44:9; 49:6, 24; Éter 15:15, 24). De hecho, el texto indica que, al menos en ciertos momentos, había una variedad de escudos utilizados para proporcionar diferentes tipos de protección. Se dice que el propio Moroni tenía más de un escudo, que presumiblemente serían de distinto tipo (Alma 46:13). Bajo su liderazgo, los nefitas hicieron uso de "broqueles" además de "escudos para protegerse la cabeza" (Alma 43:19)1. El disidente Coriántumr equipó a su ejército lamanita con "toda especie de escudos de varias clases" (Helamán 1:14). Antes de su conflicto decisivo con los ejércitos de los ladrones de Gadiantón, Gidgiddoni se aseguró de que las fuerzas nefitas estuvieran fuertemente protegidas "con escudos y con broqueles", así como con otras armas (3 Nefi 3:26).

Todo tipo de escudos

Las pruebas del uso de escudos no aparecen en todas las épocas o regiones durante la época precolombina. Por ejemplo, la evidencia arqueológica y pictográfica más antigua de escudos reales en el suroeste de América del Norte data solo del período Pueblo III (AD 1100–1300)2. Sin embargo, abundantes evidencias procedentes de fuentes históricas, arqueológicas y artísticas demuestran que los escudos de diversas formas tuvieron una larga historia en la Mesoamérica precolombina desde una época temprana.

Los aztecas, el pueblo del que tenemos las descripciones históricas más detalladas, tenían muchos tipos de escudos. Estos incluían "escudos redondos, aunque se encuentran ejemplos cuadrados y rectangulares a lo largo del clásico y principios del posclásico en el área maya, la costa del Golfo y en Cacaxtlán (actual Cacaxtla, en Tlaxcala)"3. De acuerdo con Thelma Sullivan, "los escudos redondos u ovalados, chimalli, estaban hechos de bambú resistente recubierto de cuero, caparazón de tortuga, cobre, oro y adornados con piedras preciosas en diseños acordes con el rango del propietario"4.

Este chimalli prehispánico, elaborado con piel de ocelote, plumas y oro, se conserva en el Museo Nacional de Historia. Imagen vía reconociendomexico.com.

El diseño de los escudos implicaba un equilibrio entre resistencia y movilidad. Un escudo grande y pesado podría proporcionar una mayor protección, pero sería más difícil de transportar a largas distancias o en áreas boscosas. Un escudo más pequeño sería más ligero pero ofrecería menos protección durante la batalla. Está claro por los relatos históricos que algunos escudos podían ser muy eficaces. Un conquistador informó:

Llevan escudos de varios tipos hechos de caña sólida fuerte tejida con grueso algodón doble y decorada con plumas y placas redondas de oro. Los escudos son tan fuertes que solo una buena ballesta puede atravesarlos, pero las flechas no los dañan5.

Algunos escudos utilizados por los aztecas estaban decorados con oro y plata, aunque en la mayoría de los casos no agregaron nada a la eficacia del escudo. "Los adornos de oro y plata que embellecían muchos de estos objetos fueron arrancados por los españoles y repartidos entre ellos como botín o fueron fundidos en lingotes y se enviaron a España como parte de la Quinta del Rey"6.

Estatuilla de guerrero con un escudo. Imagen vía clevelandart.org.

Otros escudos estaban hechos de esteras flexibles y tejidas que se podían doblar y llevar sobre el hombro cuando no se usaban en la batalla7. Una forma ampliamente utilizada de escudo maya estaba hecha de algodón y cuero. "Al carecer de una estructura rígida, estos escudos se sujetaban con una correa atada a la parte superior y permitían colgarlos. Esta flexibilidad era un equilibrio entre portabilidad y protección, lo que permitía que los escudos se plegaran para transportarlos con facilidad y, al mismo tiempo, proporcionaba un blindaje adecuado contra todos los golpes, excepto los más fuertes"8. Bernal Díaz, que luchó contra los ejércitos aztecas, describió "otro tipo de escudo que se puede enrollar cuando no están luchando, para que no se interponga en el camino, pero que se puede abrir cuando lo necesitan en la batalla y cubre su cuerpo de pies a cabeza"9. Un escudo similar fue utilizado por los indios de Chamula en Chiapas10.

Escudos de gran tamaño

Los escudos se conocían desde un período temprano en la historia de Mesoamérica. En opinión de Ross Hassig, una eminencia en el ámbito de la guerra mesoamericana, "los escudos fueron ampliamente adoptados en el Formativo Tardío [ca. 300 a. C. - 100 d. C.], especialmente las rectangulares de gran tamaño que protegían la mayor parte del cuerpo. Su manufactura es incierta, pero es probable que los escudos estuvieran hechos de cuero, materiales tejidos de diversos grosores o madera maciza, como los ejemplos posteriores, aunque la madera y las cañas tejidas son particularmente adecuadas para formas rectangulares"11.

Guerreros con varios escudos representados en un jarrón maya. Foto de Justin Kerr. Imagen vía research.mayavase.com.

Debido a la naturaleza perecedera de los materiales con los que se fabricaron estos escudos, no se conservan ejemplos arqueológicos de esta época temprana. Ocasionalmente aparecen representados en monumentos de piedra. El monumento C del yacimiento preclásico de Tres Zapotes muestra a varios hombres que llevan "grandes escudos rectangulares"12. Hassig observa:

Estos escudos parecían muy resistentes y, si estaban hechos de madera maciza, podrían bloquear directamente los golpes de las armas. Los materiales más ligeros, como el cuero o las cañas tejidas, no podían absorber la fuerza de un golpe que pudiera romper el brazo del escudero, la notoria fractura por resistencia, pero podían desviarlos, bloquear proyectiles y defenderse contra el efecto cortante de las cuchillas. Sin embargo, la protección que estos grandes escudos proporcionaban al tronco y las extremidades se lograba al precio de la movilidad, lo que sugiere un estilo de combate más establecido. De hecho, el pesado escudo pudo haber descansado en el suelo, donde aún podría proporcionar una protección considerable contra los proyectiles y, junto con las lanzas arrojadizas, habría sido un formidable elemento disuasorio para enfrentar un ataque enemigo13.

Estatuillas con escudos procedentes del oeste de México. Imagen y pie de foto de John L. Sorenson, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo, UT: FARMS, 1998), 124–125.

Broqueles

El Libro de Mormón se refiere a "broqueles" [en las Escrituras en Inglés, se mencionan dos objetos “arm-shields” y “bucklers”, pero en Español tan solo 'broqueles']. Un "buckler" se referiría a un pequeño escudo redondo que se puede sostener en el brazo o el antebrazo. Si bien no está claro si los escudos de brazo [broqueles] mencionados en el texto se refieren a la misma arma, varios tipos de escudos precolombinos encajarían con esa designación.

Cortés mencionó "pequeños escudos redondos" entre otros utilizados por los mayas a lo largo del Golfo de México14. Los mayas tenían "escudos pequeños y rígidos... que no se atoraban fácilmente en la marcha entre la densa vegetación". Hassig se refiere a estos pequeños escudos circulares como "bucklers" [en Español podría referirse a 'rodelas']15. Estaban hechos de varios materiales, como cuero, madera y, en algunos casos, incluso caparazones de tortuga. "Normalmente, se sujetaban en el antebrazo izquierdo mediante una correa central, aunque algunos escudos tenían una segunda correa que se sujetaba con la mano izquierda. Estos escudos ofrecían poca cobertura defensiva, pero debido a su sólida construcción, podían detener golpes con eficacia"16.

Un escudo similar fue utilizado durante el período Clásico Tardío en el centro de México por la cultura Olmeca-Xicalenca. Se trataba de una variedad circular pequeña con flecos de cuero colgante17. Estos parecen haber tenido una correa en el lado interno a través de la cual el soldado podía poner su brazo. Estos escudos rígidos estaban hechos de cañas tejidas y eran más ligeros que otros escudos hechos de madera maciza, lo que permitía una mayor movilidad18. Los coloridos murales de Cacaxtla también retratan a guerreros victoriosos sosteniendo pequeños escudos redondos mientras se sitúan sobre sus sangrientos enemigos derrotados que sostienen escudos de la variedad rectangular19.

Los murales mayas en Chichén Itzá representan detalladas escenas de batalla en las que los guerreros defensores aparecen con escudos rectangulares de color azul y blanco, mientras que sus atacantes portan unos redondos de color rojo y azul20. Algunos estudiosos han sugerido que los atacantes que se muestran con los escudos redondos más pequeños eran guerreros toltecas, mientras que los defensores con los rectangulares eran mayas21.

Conclusión

Hay gran cantidad de evidencia de que los escudos de guerra tuvieron una larga historia en Mesoamérica y fueron ampliamente utilizados en tiempos del Libro de Mormón. En particular, las referencias del Libro de Mormón a "todo tipo de escudos", incluidos escudos de brazos [broqueles], son consistentes con las evidencias de una variedad de escudos conocidos en la época precolombina.

LECTURAS ADICIONALES

John L. Sorenson, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo, UT: Research Press, 1998), 124–133.

William J. Hamblin, “Armor and the Book of Mormon”, en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William J. Hamblin (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1990), 408–409, 414–415.

ESCRITURAS RELEVANTES

Alma 43:19

Alma 43:21

Alma 44:9

Alma 46:13

Alma 49:6

Alma 49:24

Helamán 1:14

3 Nefi 3:26

Éter 15:15

Éter 15:24

NOTAS A PIE DE PÁGINA

  • 1 "'[Y] con escudos también para protegerse la cabeza’ (Alma 43:19) puede referirse a corazas para la cabeza o algún otro tipo de defensa especial, pero lo más probable es que se refiera al hecho de que un escudo ordinario puede levantarse sobre la cabeza para protegerse". William J. Hamblin, “Armor and the Book of Mormon”, en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William J. Hamblin (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1990), 408.
  • 2 Steven A. LeBlanc, Prehistoric Warfare in the American Southwest (Salt Lake City, UT: University of Utah Press, 1999), 106–112. Anteriormente, a veces se usaba una pieza curva de madera conocida como palo de defensa para desviar los dardos del átlatl (106).
  • 3 Ross Hassig, Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1988), 86.
  • 4 Thelma D. Sullivan, “The Arms and Insignia of the Mexica”, Estudios de Cultura Náhuatl 10 (1972): 156.
  • 5 Patricia de Fuentes, The Conquistadors: First-person Accounts of the Conquest of Mexico (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1993), 168–169.
  • 6 Sullivan, “The Arms and Insignia of the Mexica”, 155; Un relato nativo describe escudos ornamentados con plumas y oro. Los españoles, en su búsqueda de oro, "cortaron cada escudo en dos con sus espadas, los metieron en algunas mantas e hicieron doscientas cargas con ellos. El capitán Oli [Olid] ordenó a Don Pedro que llevara esas cargas de oro y plata al gobernador, el marqués del Valle [Hernán Cortés], en México". Eugene Crane y Reginald C. Reindorp, trad., The Chronicles of Michoacan (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1970), 79. Véase también págs. 14, 61, 69.
  • 7 Lynn V. Foster, Handbook to Life in the Maya World (New York, NY: Oxford University Press, 2002), pág. 147.
  • 8 Ross Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica (Berkeley, CA: University of California Press, 1992), 96.
  • 9 Bernal Diaz, The Conquest of New Spain, trad. J. M. Cohen (London: Penguin Books, 1963), 228.
  • 10 Bernal Diaz, The True History of the Conquest of Mexico, trad. Maurice Keatinge (New York, NY: Robert M. McBride & Company, 1922), 408.
  • 11 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 31.
  • 12 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 31.
  • 13 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 31.
  • 14 Hernando Cortes: Five Letters 1519–1526, trad. J. Bayard Morris (New York, NY: W. W. Norton & Company, 1991), 10.
  • 15 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 95.
  • 16 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 95–96.
  • 17 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 102.
  • 18 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 103.
  • 19 Claudia Brittenham, The Murals of Cacaxtla: The Power of painting in Central Mexico (Austin, TX: University of Texas Press, 2015), figuras 165–169.
  • 20 William M. Ringle, “The Art of War: Imagery of the Upper Temple of the Jaguars, Chichen Itza”, Ancient Mesoamerica 20 (2009), 22, 24.
  • 21 Hassig, War and Society in Ancient Mesoamerica, 125.
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