Evidencia #273 | Noviembre 22, 2021

Diversidad de voces autorales

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Scripture Central

Resumen

La diversidad de voces autorales estadísticamente distintas en el Libro de Mormón es mayor que la alcanzada por cuatro novelistas prominentes del siglo XIX en ocho de sus novelas combinadas.

Hasta la fecha, los datos recopilados de varios estudios estilométricos válidos sobre el Libro de Mormón han demostrado que tiene múltiples estilos de escritura distintos y que esos estilos son consistentes con los autores identificados dentro del propio texto1. Sin embargo, uno puede preguntarse si la diversidad estilística del texto podría haber sido producida por un escritor creativo. Los primeros estudios que utilizaron métodos estilométricos simplistas sugirieron que, efectivamente, es posible que un autor talentoso cree múltiples estilos o "voces" para diferentes personajes ficticios2.

Diversidad de voces entre novelistas del siglo XIX

En un estudio reciente, utilizando un método más sólido, Paul Fields, Larry Bassist y Matt Roper hallaron evidencia persuasiva para confirmar esta hipótesis3. Utilizando una técnica estadística llamada análisis de componentes principales (ACP), analizaron los patrones de palabras funcionales de los personajes ficticios creados por cuatro novelistas de gran prestigio del siglo XIX: Charles Dickens, Jane Austen, Samuel Clemens (Mark Twain) y James Fenimore Cooper4.

Sus resultados muestran que, en mayor o menor medida, cada autor fue capaz de crear una voz distinta para los múltiples personajes ficticios, incluidos los narradores, en sus historias. Como demuestra el siguiente gráfico, los narradores se agrupan a la izquierda, mientras que los personajes ficticios forman grupos algo más dispersos a la derecha. Cada punto representa un fragmento de 2000 palabras del texto del personaje.

Debido a que en todos los casos los narradores tenían incidencias de palabras funcionales claramente diferentes a las de los no narradores, el equipo de investigación reajustó el ACP para evaluar solo la diversidad de voces entre los no narradores. Con estas voces de no narradores, realizaron cuatro pruebas multivariables distintas5, todas las cuales arrojaron diferencias significativas entre las voces de los personajes6.

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Gráfica que compara la diversidad de voces de los narradores y personajes ficticios creados por varios
autores del siglo XIX.

Estadísticamente hablando, puede decirse que el personaje de Mark Twain, Tom Sawyer, realmente tiene una "voz" diferente a la de su amigo Huckleberry Finn, y que la voz de Elizabeth Bennet de Jane Austen es realmente distinta a la de su enamorado, el Sr. Darcy. Si bien, generalmente, las voces de estos personajes siguen estando agrupadas por el autor que los creó, son lo suficientemente distintas como para considerarlas estadísticamente independientes unas de otras7.

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Gráfica que utiliza nubes elipsoidales comparando la diversidad de voces de narradores y personajes ficticios creados por varios autores del siglo XIX.

Diversidad de voces en el Libro de Mormón

Después de haber detectado con éxito voces distintas para los personajes ficticios creados por novelistas del siglo XIX, el equipo de investigación aplicó este mismo método estilométrico a los escritos de los personajes del Libro de Mormón. El siguiente gráfico muestra la diversidad de voces en el Libro de Mormón, con nubes elipsoides que demuestran cómo los escritos de los principales autores del Libro de Mormón forman grupos distintos. En total, el Libro de Mormón contiene 28 voces distintas que son detectables mediante el análisis estilométrico.

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Gráfica que utiliza nubes elipsoides comparando la diversidad de voces de los principales autores del Libro de Mormón.

Resulta impresionante que, tras tomar medidas para estandarizar los dos estudios con el fin de realizar comparaciones válidas8, los resultados mostraran que el nivel de diversidad de voces entre los personajes del Libro de Mormón superaba la diversidad entre los personajes ficticios creados por los novelistas del siglo XIX. El valor de la diversidad de voces del Libro de Mormón era dos veces mayor que el promedio de los novelistas del siglo XIX. Además, los hallazgos del equipo de investigación muestran que la diversidad de voces del Libro de Mormón es mayor que incluso la diversidad combinada lograda por cuatro de los novelistas más reconocidos y talentosos del siglo XIX, ¡contenida en ocho de sus obras combinadas!9.

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Gráfica con nubes elipsoidales comparando la diversidad de voces de los autores del Libro de Mormón con los personajes ficticios creados por novelistas del siglo XIX.
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Gráfica de barras que compara la diversidad de voces compuesta estandarizada de los autores del Libro de Mormón con la de los personajes ficticios creados por novelistas del siglo XIX.

Conclusión

Estos resultados estadísticos respaldan las afirmaciones contenidas en el Libro de Mormón sobre su autoría. Incluso si José Smith hubiera sido un escritor hábil y experimentado, para inventar el Libro de Mormón, habría necesitado habilidades para crear voces ficticias distintas, habilidades que superaban a algunos de los más grandes novelistas de su época. Sin embargo, el propio José y quienes mejor lo conocían insistieron en que era relativamente inculto10.

Además, el erudito literario Robert A. Rees ha argumentado que, en contraste con las grandes obras producidas por los contemporáneos de José Smith del Romanticismo, no hay evidencia de que haya participado en algún esfuerzo literario preparatorio antes de traducir el Libro de Mormón11. Rees explicó:

No hay... ninguna evidencia de que [José] estuviera llevando un diario o desarrollando su estilo de escritura, ningún registro de que escribiera bocetos o relatos cortos, ningún indicio de que estuviera creando los personajes principales de la historia nefita, planeando sus tramas o elaborando los principales temas e ideas que se encuentran en sus páginas; tampoco hay ninguna evidencia de que estuviera desarrollando conscientemente una voz autoral o cultivando un estilo de escritura personal (o que incluso de que entendiera lo que esto habría implicado). Tampoco mostró ninguna propensión a componer grandes formas narrativas o estilos diferenciales ni nada parecido a los componentes complejos, entrelazados y episódicos del Libro de Mormón12.

Esta situación hace que los resultados del análisis estilométrico sean aún más notables. Es difícil imaginar que un granjero de la frontera, con una educación formal escasa y sin logros literarios de ningún tipo, pudiera haber creado una obra de ficción con una gama tan diversa de voces estadísticamente distintas.

Además, estudios estilométricos previos han demostrado que ninguno de los escritores del siglo XIX de los que normalmente se sospecha que fueron autores del Libro de Mormón tiene muestras de escritura que coincidan con ninguno de sus distintos estilos. Entre estos escritores se encuentrana Sidney Rigdon, Solomon Spalding, W. W. Phelps, Oliver Cowdery, Parley P. Pratt y el propio José Smith13. Por lo tanto, para que uno de estos candidatos fuera el verdadero autor del Libro de Mormón, habría necesitado escribir de tal manera que enmascarara su propio estilo y al mismo tiempo creara una diversidad de voces que superara a las de algunos de los novelistas más talentosos del siglo XIX. Esta combinación de logros parece improbable para cualquiera de ellos, pero especialmente para José Smith, que era el menos educado y experimentado de todos14.

En contraste con este escenario, las propias afirmaciones del Libro de Mormón sobre su autoría pueden ajustarse fácilmente a los resultados de este reciente análisis estilométrico. Si los textos originales del Libro de Mormón fueron verdaderamente escritos por un gran número de profetas antiguos en el transcurso de 1000 años, entonces eso explicaría naturalmente por qué su diversidad de voces es mayor que la diversidad combinada lograda por cuatro de los novelistas más distinguidos del siglo XIX.

LECTURAS ADICIONALES

Matthew Roper, Paul J. Fields y G. Bruce Schaalje, "Stylometric Analyses of the Book of Mormon: A Short History", Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 21, no. 1 (2012): 28–45.

G. Bruce Schaalje, John L. Hilton y John B. Archer, "Comparative Power of Three Author-Attribution Techniques for Differentiating Authors", Journal of Book of Mormon Studies 6, no. 1 (1997): 47–63.

John L. Hilton, "On Verifying Wordprint Studies: Book of Mormon Authorship", BYU Studies Quarterly 30, no. 3 (1990): 89–108; reimpreso en Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 225–253.

Wayne A. Larsen, Alvin C. Rencher y Tim Layton, "Who Wrote the Book of Mormon? An Analysis of Wordprints", BYU Studies 20, no. 3 (1980): 225–251; reimpreso en Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1982), 157–188.

NOTAS A PIE DE PÁGINA

  • 1 Véase Central de las Escrituras, "Estilometría", Evidencia #272, 22 de noviembre de 2021, en línea en scripturecentral.org. Véase también, Matthew Roper, Paul J. Fields y G. Bruce Schaalje, "Stylometric Analyses of the Book of Mormon: A Short History", Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 21, no. 1 (2012): 28–45.
  • 2 Véase John Frederick Burrows, Computation into Criticism: A Study of Jane Austen's Novels and an Experiment in Method (Oxford, Reino Unido: Clarendon Press, 1987); Tim Hiatt y John Hilton, "Can Authors Alter Their Wordprints? Faulkner's Narrators in As I Lay Dying", en Deseret Language and Linguistic Society Symposium 16, no. 1 (1990); Tim Hiatt, "Can Authors Alter Their Wordprints? James Joyce's Ulysses", (tesis de maestría, Universidad Brigham Young, 1990).
  • 3 Este equipo comunicó personalmente los resultados de su investigación al personal de Central del Libro de Mormón, y se resumen aquí con su plena autorización.
  • 4 Entre otras razones, estos autores fueron elegidos porque cada uno de ellos es conocido por sus personajes únicos y distintivos, porque fueron contemporáneos de José Smith y porque representan tanto la literatura británica como la estadounidense.
  • 5 Estas pruebas incluían Pillai's Trace, Wilks' Lambda, Hotelling's T-squared y Roy's Largest Root.
  • 6 En todas las pruebas, la probabilidad de que las diferencias ocurrieran simplemente por casualidad fue inferior a 1 en 1000 (p < 0.001).
  • 7 Por ejemplo, la voz de Tom Sawyer es diferente de la voz de Huckleberry Finn, pero sus voces se parecen más a las voces de otros personajes creados por Twain que a las voces de personajes creados por Austen.
  • 8 El estudio estandarizó el volumen de cada autor, dividiéndolo entre el número de personajes de ese autor y tomando la raíz kth,  donde k = el número de componentes principales utilizados en el análisis.
  • 9 La diversidad compuesta para los autores del siglo XIX se calculó englobando a los interlocutores de las ocho novelas de los cuatro autores del siglo XIX en un elipsoide gigante, como si fueran la creación de un solo autor. El elipsoide que engloba a los interlocutores del Libro de Mormón es mayor en volumen que el elipsoide gigante que engloba a los cuatro autores del siglo XIX.
  • 10 Véase Central de las Escrituras, "La escasa educación de José Smith", Evidencia #1, 19 de septiembre de 2020, en línea en scripturecentral.org.
  • 11 Véase Central de las Escrituras, "Comparando autores", Evidencia #106, 2 de noviembre de 2020, en línea en scripturecentral.org. Para una comparación de la traducción de José Smith del Libro de Mormón con el dictado de John Milton de Paradise Lost, véase Robert A. Rees, "John Milton, Joseph Smith, and the Book of Mormon", BYU Studies Quarterly 54, no. 3 (2015): 6–18.
  • 12 Rees, "John Milton, Joseph Smith, and the Book of Mormon", 12. Véase también, Central de las Escrituras, "Sin notas ni materiales de referencia", Evidencia #108, 2 de noviembre de 2020, en línea en scripturecentral.org
  • 13 Véase Wayne A. Larsen, Alvin C. Rencher, and Tim Layton, "Who Wrote the Book of Mormon? An Analysis of Wordprints", en Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1982), 163; John L. Hilton, "On Verifying Wordprint Studies: Book of Mormon Authorship", en Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 253n. 22; Paul J. Fields, G. Bruce Schaalje y Matthew Roper, "Examining a Misapplication of Nearest Shrunken Centroid Classification to Investigate Book of Mormon Authorship", Mormon Studies Review 23, no. 1 (2011): 107.
  • 14 Véase Central de las Escrituras, "La escasa educación de José Smith", Evidencia #1, 19 de septiembre de 2020, en línea en scripturecentral.org.

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