Evidencia #147 | Febrero 2, 2024
Ciudades sumergidas
Publicación aportada por
Scripture Central

Resumen
Un asentamiento sumergido descubierto bajo el lago Atitlán demuestra que un tipo de destrucción mencionada en 3 Nefi, ocurrió en la antigüedad en las Américas cerca de la época de CristoCiudades del Libro de Mormón sumergidas por el agua
Después de la gran destrucción registrada en 3 Nefi, la voz del Señor se escuchó entre el pueblo declarando que "he hecho que esa gran ciudad de Moroni se hunda en las profundidades del mar, y que se ahoguen sus habitantes" (3 Nefi 9:4). Las ciudades de Oníah, Mocum y Jerusalén sufrieron destinos similares. Con respecto a ellas, el Señor declaró: "he hecho que las aguas ocupen sus lugares" (v. 7).
Samabaj bajo el lago Atitlán
En la década de 1990, Roberto Samayoa observó ruinas en una meseta submarina mientras buceaba en el lago de Atitlán, ubicado en las tierras altas de Guatemala. El sitio fue nombrado posteriormente Samabaj, que se deriva en parte del apellido de Roberto. Eventualmente, arqueólogos capacitados comenzaron a estudiar seriamente el área1. Un estudio geofísico con sonar lateral reveló aún más estructuras artificiales en otros lugares submarinos a lo largo de la costa sur del lago Atitlán2.
Con respecto a Samabaj, el antropólogo John L. Sorenson señaló que "los edificios parecen no haber sufrido daños antes de su inmersión, lo que implica un aumento repentino del agua"3. El sitio ha sido descrito como una "cápsula del tiempo submarina que no ha sido saqueada ni afectada por la urbanización"4. Los investigadores han encontrado "alrededor de 30 casas antiguas, una plaza, escaleras e incluso saunas, entre las ruinas sumergidas de Samabaj"5. También presenta "no menos de 16 estructuras religiosas", que incluyen "al menos siete estelas, marcadores de piedra verticales que solían significar poder y autoridad en la antigüedad"6. Sonia Medrano, arqueóloga que participó en la excavación y cartografía submarina de Samabaj, lo describió como "un lugar de rituales públicos y peregrinación"7.
La súbita elevación del agua, que dejó la isla de 12 hectáreas sumergida bajo 12 a 30 metros de agua, se debió probablemente a la actividad volcánica local8. Basándose en los restos de cerámica, Sorenson consideró que las ruinas eran del "período preclásico tardío, probablemente alrededor de la época de Cristo"9. Otros estudiosos han proporcionado fechas similares, señalando que los restos de cerámica oscilan entre el 200 a. C. y 300 d. C.10. Sorenson señaló que "algunos hallazgos en el área de Atitlán indican que los pobladores vivían en los alrededores desde antes de la época de Cristo, y la estela tallada en Samabaj apunta a una fecha posiblemente anterior"11. Medrano fechó "el momento de destrucción de la isla a más tardar en el año 300 d. C."12.
Samabaj y Jerusalén
En 1985, antes de que se descubrieran las ruinas de Samabaj, Sorenson sugirió que la ciudad lamanita de Jerusalén estaba situada a lo largo de la costa suroeste del lago Atitlán. La propuesta de Sorenson se basaba en varios factores, incluida su creencia de que la tierra de Mormón (Mosíah 18:4; 3 Nefi 5:12, 20) estaba ubicada "cerca del extremo oriental del lago"13. De acuerdo con la geografía más amplia propuesta por Sorenson, "el lugar también estaba cerca de las principales áreas de población lamanita, a pocos kilómetros de distancia, en la zona de piedemonte, calurosa pero rica en agricultura"14.
En aquel momento, Sorenson sabía que el nivel del agua del lago Atitlán había "cambiado drásticamente, hasta 18 metros en tiempos históricos y hasta 4.5 metros en un solo año, por lo que una ciudad situada en esta costa podría quedar sumergida de manera comprensible y abrupta"15. Lo que no sabía entonces era que había restos de asentamientos debajo de la superficie del agua en Samabaj y otros lugares cercanos a la orilla. No es insignificante que las ruinas sumergidas hayan aparecido en el mismo lago donde Sorenson predijo que podrían estar ubicadas, en relación con un lugar del Libro de Mormón.
Conclusión
Sigue siendo incierto si Samabaj y su repentina inundación tuvieron algo que ver con los pueblos del Libro de Mormón o con la destrucción relatada en 3 Nefi. Las estimaciones actuales datan la inundación del lugar varios cientos de años tarde, de acuerdo con las últimas muestras de restos de cerámica en el sitio. Por otro lado, el nivel del agua del lago de Atitlán ha fluctuado con el tiempo.
Incluso hoy en día, la repentina crecida del lago de Atitlán y las salvajes oscilaciones en su nivel pueden ser desconcertantes para los residentes locales, que observan cómo el agua se filtra sobre las plazas de la ciudad y los pisos de la cocina. Dado que el lago aún no tiene desagüe, puede elevarse hasta 4.5 metros en cuestión de semanas, como lo hizo en 2011, y luego retroceder de la misma manera repentina. Los lugareños son propietarios de tierras que ahora están bajo el agua. Cuentan historias sobre cómo el lago una vez llegó tan alto como los muros de una iglesia cercana, y luego se drenó de nuevo como una bañera. "El lago es dueño de su propio destino", dice Samayoa, "sube y baja, sube y baja"16.
Según un informe de la UNESCO sobre un estudio geofísico realizado en 2022, "una o más inundaciones han afectado considerablemente el paisaje cultural del lago"17. En otra instancia, el informe afirma que su recopilación de datos tiene como objetivo facilitar "la comprensión del paisaje paleográfico, el proceso de ocupación y formación del yacimiento, así como el embate de varias inundaciones que llevaron a su abandono"18. Así pues, cualquiera que sea la fecha precisa de la inmersión más reciente del sitio, se necesitarían más datos para verificar o descartar la posibilidad de una inundación importante cerca del momento de la muerte de Cristo.
Cualquiera que sea la relación de esta región, si la hay, con los eventos reportados en 3 Nefi, las ruinas de Samabaj ofrecen un ejemplo del tipo de destrucción experimentada por las ciudades de Oníah, Mocum y Jerusalén. En lugar de hundirse en el mar o de que una inundación repentina cayera sobre ellos desde arriba, el Señor declaró: "he hecho que las aguas ocupen sus lugares" (3 Nefi 9:7; énfasis añadido). Esto es precisamente lo que sucedió en Samabaj: el nivel del agua de su lago circundante se elevó rápidamente y lo sumergió.
LECTURAS ADICIONALES
Central de las Escrituras, "¿Hay evidencia de ciudades hundidas, como las que describe el Libro de Mormón? (3 Nefi 9:7)", KnoWhy 429 (Septiembre 19, 2018).
John L. Sorenson, Mormon's Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 2013), 133–135, 647–648, 664.
John L. Sorenson, “The Submergence of the City of Jerusalem in the Land of Nephi”, Insights 22, no. 4 (2002): 2–3.
John L. Sorenson, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book and FARMS, 1985), 221–227.
ESCRITURAS RELEVANTES
NOTAS A PIE DE PÁGINA
- 1 Roger Atwood, “Lost Island of the Maya”, Archeology 68, no. 4 (2015): 42.
- 2 Basado en un estudio geofísico inédito examinado por el personal de Central de las Escrituras. Véase también, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), "Mission of the Scientific and Technical Advisory Body (STAB), Underwater Archaeological Site, Lake Atitlan, Guatemala", Mayo 15 de 2023, 15–72.
- 3 John L. Sorenson, Mormon's Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 2013), 647.
- 4 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 42.
- 5 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 43.
- 6 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 42–43. Según un informe de la UNESCO, "las zonas entre estos sectores se caracterizan por una sedimentación notablemente mayor que probablemente oculta muchas otras estructuras que nunca han sido ubicadas o georreferenciadas. En este sentido, solo se ha identificado un pequeño porcentaje del yacimiento arqueológico". UNESCO, "Mission of the Scientific and Technical Advisory Body (Stab), Underwater Archaeological Site, Lake Atitlan, Guatemala", 62.
- 7 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 43.
- 8 Basado en un estudio geofísico inédito. Véase también Atwood, “Lost Island of the Maya”, 42. Para obtener información sobre los desastres naturales en 3 Nefi y su probable conexión con la actividad volcánica y geológica, véase Central de las Escrituras, "¿Qué causó la oscuridad y la destrucción en el año 34? (3 Nefi 8:20)", KnoWhy 197 (Septiembre 4, 2017).
- 9 Sorenson, Mormon's Codex, 647. De acuerdo con Sorenson, su propuesta de geografía del Libro de Mormón "coloca plausiblemente la ciudad de Jerusalén en la orilla sur del lago Atitlán. La casi coincidencia en el tiempo entre la inundación descrita en la ciudad del Libro de Mormón y el aumento de las aguas del lago sobre Samabaj, así como la manera aparentemente abrupta de ese aumento, es sorprendente".
- 10 Mata Amado, y Sonia Medrano, Arqueología subacuática: Amatitlán, Atitlán (Ciudad de Guatemala, Guatemala: Universidad Francisco Marroquín, 2011), 108.
- 11 John L. Sorenson, “The Submergence of the City of Jerusalem in the Land of Nephi”, Insights 22, no. 4 (2002): 2–3. Véase también John L. Sorenson, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book y FARMS, 1985), 224: "Ruinas y monumentos indican que existían elaboradas tradiciones religiosas y artísticas en la región de las estribaciones a fines de la época anterior a Cristo".
- 12 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 43.
- 13 Sorenson, An Ancient American Setting, 223. Para otros que también han hecho esta conexión, véase Bruce W. Warren y Thomas Stuart Ferguson, The Messiah in Ancient America (Provo, UT: Book of Mormon Research Foundation, 1987), 44; Joseph L. Allen y Blake J. Allen, Exploring the Lands of the Book of Mormon, ed. revisada (American Fork, UT: Covenant, 2011), 637–646, 737–740.
- 14 Sorenson, An Ancient American Setting, 224.
- 15 Sorenson, An Ancient American Setting, 224.
- 16 Atwood, “Lost Island of the Maya”, 45.
- 17 UNESCO, "Mission of the Scientific and Technical Advisory Body (Stab), Underwater Archaeological Site, Lake Atitlan, Guatemala", 58.
- 18 UNESCO, "Mission of the Scientific and Technical Advisory Body (STAB), Underwater Archaeological Site, Lake Atitlan, Guatemala", 58; énfasis añadido.