Evidencia #411 | Julio 3, 2023

Carne cruda

Publicación aportada por

 

Scripture Central

Resumen

El Libro de Mormón afirma que la familia de Lehi comió "carne cruda" durante al menos parte de su viaje por el desierto. Esto es consistente con las costumbres conocidas de los beduinos que viven en el desierto de Arabia, en particular los que viven en Yemen, donde Lehi probablemente estuvo durante su viaje hacia el este.

Durante al menos parte de su viaje por Arabia, Lehi y su familia vivieron "de carne cruda en el desierto" (1 Nefi 17:2). De acuerdo con Nefi, "hasta entonces el Señor no había permitido que encendiésemos mucho fuego". Pero el Señor también prometió: "[H]aré que vuestros alimentos os sean sabrosos para que no tengáis que cocerlos" (v. 12). Estos detalles pueden ser impactantes para los lectores modernos, y algunos de los contemporáneos de José Smith los señalaron como absurdos1.

Sin embargo, como ha documentado Hugh Nibley, cuando los exploradores de los países occidentales comenzaron a viajar por Arabia y observar las costumbres de los beduinos allí, aprendieron de primera mano cuán reales eran realmente las declaraciones de Nefi 2. Las personas que viajaban a menudo tenían que pasar largos períodos sin encender fuego para evitar el riesgo de ser detectadas por bandas merodeadoras. "Así que, por supuesto, sin fuego significa comida cruda", señaló Nibley, incluso si la dieta es carne3.

Obra de Ludwig Hans Fischer.

Como ejemplo, Nibley citó las notas sobre la cultura y el estilo de vida beduinos recopiladas por John L. Burckhardt durante sus viajes en Arabia y en otros lugares, que se publicaron más o menos cuando el Libro de Mormón salía de la imprenta4. Burckhardt observó: "Se dice que algunos árabes de Yemen comen carne cruda ... trozos enteros de carne", por lo que se asemejaban a otras culturas del Medio Oriente conocidas por "disfrutar con frecuencia de carne cruda"5. Es significativo que la referencia de Nefi a comer carne cruda se produce cuando comenta la parte de su viaje entre Nahom y Abundancia, que casi con toda seguridad implicó cruzar los desiertos de Yemen6.

En la década de 1970, Lynn y Hope Hilton viajaron por Arabia tratando de seguir los pasos de Lehi. Sus experiencias arrojaron más luz sobre la práctica de comer "carne cruda", como lo hacen muchos árabes todavía actualmente:

La mención de Nefi de comer "carne cruda" (1 Nefi 17:2) nos intrigaba— y repelía—, así que nos sorprendió comerla en El Cairo cuando nuestra amiga Angie Chukri nos sirvió este manjar local. No estaba goteando sangre como la habíamos imaginado, sino que estaba especiada con ajo y otros condimentos. Se había dejado secar al sol hasta que adquirió un color marrón oscuro por fuera. Pero era de color rojo rosado por dentro y suave al masticar, no tan dura como la cecina. El ajo era el sabor dominante, por supuesto, pero dejaba un sabor dulce que cambió nuestra impresión de las dificultades de comer carne cruda. Más tarde vimos carne cruda a la venta en los mercados de Egipto, Jordania y Arabia Saudita7.

Plato de carne cruda conocido como pastirma, que encontraron los Hilton. Imagen vía Wikipedia.

Además del peligro potencial de provocar un incendio, la realidad de los viajes por el desierto es que la leña, la madera u otros materiales necesarios para encender y mantener una fogata a menudo son escasos o inexistentes. El secado al sol de la carne mientras estaba "cruda" habría limitado la necesidad de transportar materiales inflamables, encender fuego y quemar combustible necesario. También habría facilitado la conservación de la carne en su largo y caluroso viaje. Como explicó Jeffrey R. Chadwick:

Después de la cacería se cocinaba inmediatamente la carne animal. Aunque es posible que el grupo hiciera una "barbacoa" de este tipo cada varios días, solo se habría cocinado suficiente carne para satisfacer a la familia en una sola comida. El resto de la carne animal, y probablemente toda la carne de algunas de sus cacerías, se habría secado al sol mientras estaba cruda, sin cocinarla. En otras palabras, la "carne cruda" que comió el grupo (17:2) habría sido lo que hoy llamamos cecina. Y probablemente también estaba sazonada para que fuera "sabros[a] para que no tengáis que cocerl[a]". La carne seca se transporta bien, incluso en terreno desértico y caluroso, al igual que el queso y el pan. Así que el grupo podría haber mantenido un suministro adecuado de alimentos en su camino sin tener que "encender mucho fuego"8.

Estos detalles encajan especialmente bien con el viaje entre Nahom y Abundancia. Como señala Warren Aston, "en zonas muy transitadas, hacer fuego no habría representado un problema, y tal vez el grupo necesitaba conservar los recursos de combustible". Pero el viaje hacia el este los habría llevado a través de áreas menos pobladas de Yemen y Omán. "Ahora comían su carne cruda (véase 17:2), probablemente condimentada como muchos árabes todavía lo hacen ... Todo esto pinta una imagen clara de la supervivencia en una región alejada de otros pueblos"9.

Conclusión

Aunque para los lectores occidentales modernos la idea de alimentarse de carne cruda puede ser sorprendente o incluso repulsiva, esta costumbre encaja perfectamente con la de los nómadas del desierto de Arabia, donde las oportunidades de cocinar carne eran raras, tanto por la necesidad de evitar llamar la atención sobre la propia ubicación como por la necesidad de conservar los recursos de combustible.

Según algunos relatos, la carne cruda era particularmente común entre los árabes de Yemen, la región en la que Lehi y su familia habrían estado viajando cuando Nefi dijo que vivían "de carne cruda en el desierto" (1 Nefi 17:2). La carne cruda y secada al sol era ideal para viajar por el desierto porque se conservaba bien en el clima cálido y seco, se podía condimentar para darle sabor, y de acuerdo con algunos informes, tenía un regusto "dulce".   

Imagen de Warren P. Aston, Lehi and Sariah in Arabia: The Old World Setting of the Book of Mormon (Bloomington, IN: Xlibris Publishing, 2015), 96.

El conocimiento de tales prácticas en Arabia estaba disponible ya en 1830, justo cuando el Libro de Mormón salía de la imprenta, pero demasiado tarde para que José Smith se aprovechara de ello. Sin embargo, a pesar de los años transcurridos, este peculiar aspecto de la vida en el desierto no estaba muy extendido en la época de José Smith, y algunos criticaron el Libro de Mormón por este hecho. Por ejemplo, en 1841, Tyler Parsons se burló: "Pero, sin embargo, continuaron su viaje hacia el este; sus mujeres comían carne cruda. Parece que, con todo su conocimiento de las artes de la brújula, no sabían lo suficiente como para frotar dos piezas de madera o piedra una contra la otra para obtener fuego"10.

Nadie parece haber notado la investigación que confirma la autenticidad de esta práctica hasta 120 años después de la publicación del Libro de Mormón. Incluso entonces, pasó otro cuarto de siglo antes de que detalles adicionales arrojaran luz sobre las ventajas de esta costumbre cuando se viaja a través de las regiones secas, cálidas y estériles de Yemen. El registro preciso de esta práctica en el Libro de Mormón, durante la misma parte de su viaje cuando habría sido más necesario, sugiere fuertemente que fue escrita por alguien que tenía un conocimiento auténtico y de primera mano de las dificultades de la vida en el desierto árabe.

LECTURAS ADICIONALES

Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1988), 63–67.

Lynn M. Hilton y Hope Hilton, “In Search of Lehi's Trail-Parte 2: The Journey”, Liahona (octubre de 1976): 53–54.

Jeffrey R. Chadwick, “An Archeologist's View”, Journal of Book of Mormon Studies 15, no. 2 (2006): 74–76.

ESCRITURAS RELEVANTES

1 Nefi 17:2

1 Nefi 17:12

NOTAS A PIE DE PÁGINA

  • 1 Tyler Parsons, Mormon Fanaticism Exposed (Boston: For the Author, 1841), 11; W. Sparry Simpson, Mormonism: Its History, Doctrines, and Practices (Londres: A.M. Pigott, 1853), 32.
  • 2 Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1988), 63–64.
  • 3 Nibley, Lehi in the Desert, 64.
  • 4 John Lewis Burckhardt, Notes on the Bedouins and Wahabys collected During His Travels in the East (London: Henry Colburn and Richard Bentley, 1830). El prefacio fue escrito el 19 de marzo de 1830, pocos días antes de que el Libro de Mormón saliera de la imprenta (véase p. v). Esto, por supuesto, significa que José Smith no pudo haber recurrido a esta publicación en particular, ya que la traducción se completó meses antes en 1829.
  • 5  Burckhardt, Notes on the Bedouins, 138. También se cita en Nibley, Lehi in the Desert, 64.
  • 6 Véase Scripture Central, “Book of Mormon Evidence: Travelward Eastward from Nahom”, Evidence #0184, 19 de abril de 2021, en línea en evidencecentral.org.
  • 7 Lynn M. Hilton y Hope Hilton, “In Search of Lehi’s Trail—Part 2: The Journey”, Ensign (Octubre de 1976): 54.
  • 8 Jeffrey R. Chadwick, “An Archeologist's View”, Journal of Book of Mormon Studies 15, no. 2 (2006): 74, mayúsculas alteradas silenciosamente.
  • 9 Warren P. Aston, “Across Arabia with Lehi and Sariah: ‘Truth Shall Spring out of the Earth’”, Journal of Book of Mormon Studies 15, no. 2 (2006): 12.
  • 10 Parsons, Mormon Fanaticism Exposed, 11.
Cultura
Carne cruda