Evidencia #10 | Septiembre 19, 2020
Analepsis (Mosíah 9–24)
Publicación aportada por
Scripture Central

Resumen
El libro de Mosíah contiene dos secuencias analépticas, ambas magistralmente ejecutadas.Secuencias analépticas en el libro de Mosíah
El libro de Mosíah contiene dos secuencias analépticas, una después de la otra. La primera analepsis comienza en Mosíah 9, después de que un grupo de búsqueda enviado desde Zarahemla (dirigido por un hombre llamado Ammón1) se encuentra con el rey Limhi y su pueblo. Esta analepsis brinda a los lectores los antecedentes del pueblo de Limhi, relatando cómo Zeniff, el abuelo de Limhi, llegó a poseer la tierra, cómo Limhi, el malvado padre del rey Noé, martirizó al profeta Abinadí y cómo el propio Limhi gobernó con rectitud, pero sufrió opresión a manos de los lamanitas. La analepsis termina en Mosíah 21:23, cuando se retoma la historia de Ammón y explica por qué Limhi inicialmente pensó que Ammón y sus hombres eran algunos de los sacerdotes del rey Noé.
La segunda analepsis comienza después de que Limhi y su pueblo, con la ayuda de Ammón, regresaron a la tierra de Zarahemla (Mosíah 21:23–22:16). En ella se describe el resultado de lo que le sucedió a Alma y a sus seguidores, y cómo ellos, al igual que el pueblo de Limhi, escaparon finalmente a la tierra de Zarahemla. También da a conocer a los lectores lo que pasó con los sacerdotes del rey Noé. Puede considerarse que esta segunda analepsis ata algunos cabos sueltos de la primera, al mismo tiempo que ofrece una narración paralela del escape del pueblo de Limhi.

Contenido complejo, transiciones fluidas
A pesar de su complejidad, estas analepsis se integran a la perfección. Por ejemplo, el breve resumen de Limhi de la historia de su pueblo que se encuentra en Mosíah 7 concuerda consistentemente con los detalles que aparecen a lo largo de la analepsis mucho más extensa que continúa en Mosíah 9–21 (véase el Anexo). Cuando se reanuda la analepsis, se retoma justo donde se había dejado, relatando el descubrimiento de un registro jaredita y el don de Mosíah para traducirlo, excepto que esta vez desde la perspectiva del rey Limhi y su pueblo (véase Mosíah 21: 24-28; cf. Mosíah 8:6–21)2.
Aunque la segunda analepsis, registrada en Mosíah 23–24, comienza de manera bastante abrupta, también retoma precisamente el hilo de la narración de la primera. En este punto, lo último que los lectores han oído hablar de Alma y su pueblo es que "se enteraron de la venida del ejército del rey; por tanto, tomaron sus tiendas y sus familias, y partieron para el desierto" (Mosíah 18:34). El comienzo de la analepsis relata este mismo acontecimiento, añadiendo que fueron "advertido[s] por el Señor" (Mosíah 23:1).
La conclusión de la segunda analepsis también se maneja con fluidez. Mormón relata que el rey Mosíah reunió a su pueblo y "leyó los anales del pueblo de Zeniff desde la época en que salieron de la tierra de Zarahemla, hasta que volvieron otra vez. Y también leyó la narración de Alma y sus hermanos, y todas sus aflicciones, desde el día en que salieron de la tierra de Zarahemla, hasta la ocasión en que volvieron" (Mosíah 25:5–6). Para este momento resulta bastante evidente que Mormón usó intencionalmente una analepsis para yuxtaponer estas narraciones del éxodo que se abordan de manera conjunta en el discurso de Mosíah a su pueblo.
Propósitos
Juntas, estas analepsis cumplen una serie de propósitos narrativos importantes, que incluyen al menos los siguientes:
- Muestran a los lectores el origen del libro de Éter, registrado en 24 planchas de oro, que contenía una historia de los jareditas3.
- Registran las profecías de Abinadí, importantes para la nación nefita en las generaciones venideras.
- Presentan a Alma, padre, a los lectores, quien estableció una iglesia y un linaje de profetas y líderes que se vuelven esenciales para los nefitas y la historia del Libro de Mormón.
Estas analepsis no son simplemente una forma creativa de contar una historia. Más bien, parecen establecer los acontecimientos fundacionales que condujeron al reinado de los jueces y a la mayor parte de la historia nefita que Mormón estaba a punto de registrar.
Conclusión
Estas narraciones no lineales parecen haber sido bien planificadas y hábilmente ejecutadas. Un análisis meticuloso pone de manifiesto la mano maestra de un historiador experto que, al extraer y organizar cuidadosa y selectivamente el contenido de varios textos fuente, pudo contar una narrativa históricamente precisa y religiosamente significativa. Estas analepsis ofrecen buenos ejemplos de la complejidad narrativa y la coherencia textual del Libro de Mormón.
LECTURAS ADICIONALES
Central del Libro de Mormón, "¿Por qué incluyó Mormón escenas retrospectivas en su narración? (Alma 21:13)", KnoWhy 129 (junio 7, 2017).
Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader's Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 104–105.
ESCRITURAS RELEVANTES
ANEXO
Tema | Resumen histórico de Limhi (Mosíah 7) | Primera analepsis (Mosíah 9–21) |
El exceso de celo de Zeniff | 7:21 Y todos vosotros sois hoy testigos de que Zeniff, que fue hecho rey de este pueblo, con un exceso de celo por heredar la tierra de sus padres | 9:3 Y sin embargo, yo [Zeniff], con un exceso de celo por heredar la tierra de nuestros padres |
La astucia y estratagema del rey Lamán | 7:21 fue engañado por la astucia y estratagema del rey Lamán, quien hizo un tratado con el rey Zeniff | 9:10 Ahora bien, fue por la astucia y artimaña del rey Lamán, para reducir a mi pueblo a la servidumbre |
Zeniff y Lamán hacen un tratado | 7:21 con un exceso de celo por heredar la tierra de sus padres, fue engañado por la astucia y estratagema del rey Lamán, quien hizo un tratado con el rey Zeniff, y entregó en sus manos la posesión de parte de la tierra, o sea, la ciudad de Lehi-Nefi, la ciudad de Shilom y la tierra circunvecina | 9:2 Por tanto, contendí con mis hermanos en el desierto, pues quería que nuestro jefe hiciera un tratado con ellos…
9:6 Y entré a ver al rey, el cual hizo pacto conmigo para que yo poseyera la tierra de Lehi-Nefi y la tierra de Shilom. |
La intención de Lamán es esclavizar al pueblo de Zenniff | 7:22 e hizo todo esto [entregar la tierra] con el único objeto de subyugar o esclavizar a este pueblo. | 9:10 Ahora bien, fue por la astucia y artimaña del rey Lamán, para reducir a mi pueblo a la servidumbre, que él cedió la tierra para que la poseyéramos nosotros. |
Los nefitas pagan tributo a los lamanitas | 7:22 Y he aquí, nosotros actualmente pagamos tributo al rey de los lamanitas, que equivale a la mitad de nuestro maíz, y de nuestra cebada, y aun de todos nuestros granos, sean de la clase que fueren; y la mitad del aumento de nuestros rebaños y nuestros hatos; y el rey de los lamanitas nos exige la mitad de cuanto tenemos o poseemos, o nuestras vidas. | 19:15 De manera que los lamanitas les perdonaron la vida, y los tomaron cautivos y los llevaron de vuelta a la tierra de Nefi, y les permitieron poseer la tierra con la condición de que pusieran al rey Noé en manos de los lamanitas, y que entregaran sus bienes, sí, la mitad de todo lo que poseían: la mitad de su oro, su plata y todas sus cosas preciosas, y así debían pagar tributo al rey de los lamanitas de año en año. |
Luto por los nefitas muertos | 7:24 Sí, os digo que grandes son las razones que tenemos para lamentarnos; porque he aquí, cuántos de nuestros hermanos han sido muertos, y su sangre ha sido derramada en vano, y todo por causa de la iniquidad. | 21:8–9 Y aconteció que los lamanitas los vencieron y los rechazaron, y mataron a muchos de ellos. Y hubo gran llanto y lamentación entre los del pueblo de Limhi, la viuda llorando por su marido, el hijo y la hija llorando por su padre, y los hermanos por sus hermanos. |
Un "gran mal" aflige a los nefitas debido a sus transgresiones | 7:25 Porque si este pueblo no hubiese caído en la transgresión, el Señor no habría permitido que este gran mal les hubiera sobrevenido. | 12:13 Y ahora bien, oh rey, ¿qué gran mal has hecho, o qué grandes pecados ha cometido tu pueblo para que Dios nos condene, o este hombre nos juzgue?
12:29 ¿Por qué... hacéis que este pueblo cometa pecado, de modo que el Señor tenga motivo para enviarme a profetizar contra este pueblo, sí, aun un gran mal contra este pueblo? |
Contenciones entre los nefitas | 7:25 Mas he aquí, no quisieron oír sus palabras, sino que surgieron contenciones entre ellos, al grado de verter sangre entre ellos mismos. | 19:3 Y la parte menor empezó a proferir amenazas contra el rey, y empezó a haber una gran contención entre ellos.
19:20–21 Y el rey les mandó que no volvieran; y se enojaron con el rey, e hicieron que padeciera, aun hasta la muerte por fuego. |
Los nefitas matan a un profeta (Abinadí) | 7:26 Y han matado a un profeta del Señor; sí, un hombre escogido de Dios que les habló de sus iniquidades y abominaciones | 17:20 Y ahora bien, cuando Abinadí hubo dicho estas palabras, cayó, habiendo padecido la muerte por fuego; sí, habiéndosele ejecutado porque no quiso negar los mandamientos de Dios, habiendo sellado la verdad de sus palabras con su muerte. |
Abinadí enseñó que Cristo era Dios, el Padre de todas las cosas | 7:27 Y porque [Abinadí] les declaró que Cristo era el Dios, el Padre de todas las cosas | 15:2–3 Y porque morará en la carne, será llamado el Hijo de Dios, y habiendo sujetado la carne a la voluntad del Padre, siendo el Padre y el Hijo, el Padre porque fue concebido por el poder de Dios |
Dios bajaría entre los hombres | 7:27 [Abinadí] dijo que… Dios bajaría entre los hijos de los hombres | 15:1 Y luego les dijo Abinadí: Quisiera que entendieseis que Dios mismo descenderá entre los hijos de los hombres, y redimirá a su pueblo. |
Cristo tomará sobre sí carne | 7:27 Y [Abinadí] dijo… que Dios... tomaría sobre sí carne y sangre, e iría sobre la faz de la tierra | 15:2 Y porque morará en la carne, será llamado el Hijo de Dios |
NOTAS A PIE DE PÁGINA
- 1 Este Ammón no debe confundirse con Ammón, el hijo de Mosíah, quien dirigió el esfuerzo misionero para rescatar espiritualmente a los lamanitas (véase Mosíah 27:34).
- 2 Este interesante y sutil cambio de perspectiva se menciona en Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader's Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 104.
- 3 Este detalle era obviamente importante para Mormón porque prometió dar una explicación del registro jaredita más adelante en su compendio (véase Mosíah 28:17–19). Pero Mormón aparentemente se quedó sin tiempo, por lo que su hijo Moroni cumplió la promesa editorial de su padre. La evidencia de que Moroni estaba específicamente al tanto de la promesa de Mormón en Mosíah 28 proviene del texto de la Portada del Libro de Mormón, que muy probablemente fue escrita, o al menos se le dio su versión definitiva, por Moroni. Véase John W. Welch, "Introductory Pages of the Book of Mormon", John W. Welch Notes, en línea en bookofmormoncentral.org.