Paralelismos: la enseñanza del Señor Jesucristo a través de la Poesía

Los paralelismos poéticos son formas de poesía atestiguadas con regularidad en el Antiguo Testamento (véanse Proverbios, Salmos, Isaías, Joel y otros libros). James L. Kugel señala que el paralelismo poético es "la característica básica de los cantos bíblicos -y, en realidad, de la mayoría de los dichos, proverbios, leyes, lamentos, bendiciones, maldiciones, oraciones y discursos que se encuentran en la Biblia hebrea"[1] . Los ejemplos de paralelismos se encuentran por centenares en las obras poéticas, con más de un millar tan solo en Isaías. En algunos casos, capítulos enteros son paralelismos poéticos de dos líneas, como los capítulos de Proverbios e Isaías.

El paralelismo poético, similar a las unidades poéticas más grandes, presenta símbolos, metáforas, símiles, personificación, imágenes coloridas y expresiones creativas que sirven para enseñar sobre Dios y Sus mandamientos. Es decir, los profetas y los poetas crearon paralelismos para enseñar doctrinas significativas sobre el Señor; Su carácter; Sus atributos y cualidades divinas; Su actuación con los individuos, las familias, los pueblos y las naciones y mucho más.

¿Qué son los paralelismos poéticos? Como explica Kugel, "en el paralelismo poético, el profeta hace una afirmación en un verso, una frase o una oración y luego la repite, de modo que el segundo verso, frase u oración se hace eco o refleja el primero"[2] . Las dos líneas de un paralelismo son igualmente importantes. La segunda línea, explicó Kugel, "no se espera que sea (o se considere) una mera reafirmación" de la primera mitad, sino que debe "añadirse a ella, a menudo particularizando, definiendo o ampliando el significado, y a la vez recordando"[3].

Cada una de las dos líneas tiene características o expresiones que son paralelas o se corresponden con la otra, de ahí el nombre de paralelismo. Por ejemplo, en el paralelismo "Oíd, cielos, y escucha tú, tierra", "oíd" en la línea 1 es paralelo a "escuchad" en la línea 2, y "tierra" en la línea 1 es paralelo a "cielos" en la línea 2. El profeta/salmista expone la línea 1, y luego la reafirma, refuerza y/o reconfigura en la línea 2. Esta reconfiguración puede servir para enfatizar las palabras de la línea 1, para ampliar, puntuar o añadir más conocimiento o luz. La comprensión de esta forma de poesía hace que Isaías y otros pasajes sean más comprensibles y significativos.

Los paralelismos se presentan en diversas configuraciones; el cuadro muestra diecisiete configuraciones (sinónimas, antitéticas, etc.), aunque sin duda se podrían presentar más.